La economía estadounidense sigue recuperándose del impacto del coronavirus aunque todavía evoluciona en niveles inferiores a los de antes de la pandemia, y recién en 2023 podría verse una recuperación del mercado laboral, estimó este miércoles 16 de diciembre la Reserva Federal (Fed).
La Fed, el banco central estadounidense, mantuvo por lo tanto sin cambios sus bajas tasas de interés de referencia entre 0 y 0,25% a pesar de una mejora de sus previsiones sobre la economía para 2020, 2021 y 2022.
El organismo espera así una caída del PIB estadounidense de 2,4% este año y un crecimiento de 4,2% en 2021 y de 3,2% en 2022. En setiembre anticipaba una contracción del PIB de 3,7% en 2020, antes de una suba de 4% en 2021 y 3% en 2022.
El comienzo de la vacunación masiva contra el coronavirus en Estados Unidos despierta la esperanza de que la economía pueda comenzar a retornar a la normalidad, pero el aumento de contagios también hace temer una nueva ola de cierres de comercios para bajar la movilidad y contener el avance de la enfermedad.
Las últimas novedades sobre la vacuna son “muy positivas” pero el impacto económico de la vacunación masiva es incierto, afirmó el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell.
“Es difícil comprender el alcance y las implicaciones económicas de la vacuna”, declaró en conferencia de prensa luego de la última reunión del año del comité de política monetaria del banco central estadounidense.
Mejora en el empleo
La Fed también mejoró sus pronósticos para el empleo, de una tasa de 7,6% a 6,7% al final de este año.
Pero advirtió que recién en 2023 la tasa de desempleo podría retornar a un nivel próximo al de febrero de 2020, antes de que estallara la pandemia, del orden de 3,5%.
“La actividad económica y el empleo continuaron mejorando, pero siguen muy por debajo de sus niveles de comienzos de año”, señaló la Fed en su comunicado difundido al término de la última reunión de su comité de política monetaria de este año, también la última de la era Donald Trump en la Casa Blanca.
Reiteró que sigue “comprometida a utilizar todas las herramientas a disposición para sostener la economía en tiempos difíciles”, y dijo una vez más que la evolución de la economía “depende fuertemente” del desarrollo de la pandemia de coronavirus”
Añadió asimismo que la crisis sanitaria continuará pesando sobre la actividad económica y “presenta riesgos considerables a mediano plazo”.
Tasas bajas y compras de bonos
La Fed mantendrá sus tasas cercanas a cero para fomentar el consumo y la inversión hasta que la economía se recupere de la crisis.
El organismo indicó además que hasta que no se produzcan “progresos sustanciales” en el mercado laboral y en materia de inflación, también mantendrá sus compras de bonos.
Retomó su programa de compra de activos en la primavera boreal, para inyectar liquidez en la economía y facilitar el crédito a tasas bajas. Actualmente compra unos $120.000 millones mensuales divididos en $80.000 millones para bonos del Tesoro y $40.000 millones para productos financieros atados a créditos hipotecarios.
Contrariamente a lo esperado por los analistas, la Fed no mencionó que fuera a aumentar el tiempo durante el cual mantiene los bonos.
Vacunas
De acuerdo con los indicadores de la Reserva Federal durante los próximos meses mientras aumentan los riesgo de contagio, la muertes por COVID-19 y la hospitalización es posible que esto conduzca a una actividad económica más débil.
Sin embargo, la llegada de las vacunas en el veranos da indicios de que cada vez más personas puedan volver a actividades ordinarias sin limitaciones.
A pesar de las buenas noticias en relación a la vacuna contra el coronavirus el presidente de la Fed aseguró que el impacto económico de la vacunación masiva es incierto.
“Es difícil comprender el alcance e las implicaciones económicas de la vacuna”, declaró Jerome Powell.
Nuevo plan de ayuda
El presidente de la Fed se refirió al demorado nuevo plan de ayuda económico que debaten desde hace meses los legisladores en el Congreso, a poco de que expiren, luego de Navidad, los últimos beneficios en curso para algunos desempleados.
“Los argumentos a favor” de un nuevo plan de ayuda “son muy sólidos”, declaró Powell.
“Con la expiración de los subsidios por desempleo, la expiración de las moratorias de desalojos, la propagación del virus, tanto las familias como las empresas necesitan un apoyo” económico, argumentó.
En el Congreso, demócratas y republicanos debaten actualmente un paquete de ayuda de unos $908.000 millones.