Ganar la lotería o recibir una millonaria herencia puede ser una oportunidad para transformar la situación financiera personal o familiar. Claro, para esto es crucial administrar adecuadamente el dinero recibido.
Ante una suma extraordinaria en una cuenta, es fundamental que las personas busquen asesoría de especialistas que las orienten en manejar estos recursos de forma efectiva y prudente.
Pedro Ramírez, director ejecutivo de la empresa Finanzas con Propósito, recordó que las personas que de un pronto a otro reciben grandes cantidades de dinero también deben tomarse un tiempo para reflexionar y planificar qué desean hacer con los recursos, antes de actuar.
“Esto, obviamente, les va a evitar tomar decisiones impulsivas”, comentó.
El próximo domingo 15 de diciembre, el popular Gordo Navideño convertirá a algunos en nuevos millonarios. Cada fracción ganadora (número y serie) del premio mayor otorgará ¢40 millones.
Para quienes tengan dos fracciones del primer premio del Gordo Navideño 2024 o quienes reciban una suma similar, ¿cómo podrían administrar de manera eficiente sus millones? El Financiero consultó a tres expertos para analizar dos escenarios: qué hacer si se tienen deudas y qué hacer si no las poseen.
Escenario 1: Qué hacer con el dinero si tiene deudas
Si una persona tiene deudas, lo primero que debe preguntarse es si sus deudas están comprometiendo el flujo de ingresos mensuales, en el sentido de que los recursos habituales no están alcanzando para cubrir las obligaciones crediticias ni gastos recurrentes y más bien se está necesitando de financiamiento extra.
Si la respuesta es sí, lo recomendable es cancelar las deudas para liberar recursos. Posteriormente, si le queda dinero, puede contemplar crear un fondo de emergencia e invertir en instrumentos con poco riesgo, como certificados de depósito a plazo (CDP).
Ramírez dijo que lo ideal es hacer un listado con las deudas, en el cual se incluya intereses y montos debidos. El objetivo de este ejercicio es identificar las que tienen tasas más elevadas y pagarlas de primero.
“Si tiene deudas con tasas bajas también las podría pagar, pero una vez cubiertas las primeras”, agregó.
Si, por su parte, el flujo de ingresos no está comprometido pues hasta permite ahorrar, una opción podría ser no pagar todas las deudas, invertir una porción del premio y considerar la posibilidad de pagar algunas obligaciones crediticias con los rendimientos de las eventuales inversiones.
Ahora, todo depende del tipo de deuda. Freddy Quesada, gerente general de INS Valores, mencionó que si las deudas son de tarjetas de crédito, por ejemplo, por lo general las tasas de interés son muy altas y se requeriría de una inversión muy riesgosa para poder hacerles frente.
Recordemos que una inversión que genera un rendimiento muy elevado, se acompaña ineludiblemente de un riesgo muy alto. De ahí que es importante analizar la tasa de interés de las deudas y compararla con los rendimientos esperados de las eventuales inversiones, para ver si esta opción es viable o no.
Escenario 2: Qué hacer con el dinero si no tiene deudas
El director ejecutivo de Finanzas con Propósito consideró que lo más recomendable es que la persona reparta los millones de colones recibidos para usarlos en fines diferentes.
Según sugirió, una distribución podría ser: 50% a inversiones seguras, 30% a proyectos de vida –como estudiar una maestría– o negocios, un 10% para viajar o hacer algunas compras y disfrutar así parte del dinero, y un 10% para crear un fondo de emergencia.
Luis Diego Chavarría, coordinador de estrategia de inversiones de Acobo Puesto de Bolsa, considera que en el escenario de que la persona no tenga deudas, el enfoque principal debería ser la diversificación de las inversiones para optimizar el portafolio, es decir ese nuevo gran capital que se recibió.
Eso sí, lo primero es acudir a un asesor que ayude a definir el perfil de riesgo de la persona y seguir las políticas de inversión que optimicen el rendimiento y minimicen el riesgo. Luego, se pueden evaluar diferentes estrategias de inversión, como portafolios conservadores o agresivos según corresponda.
“Como en cualquier inversión es necesario consultar un especialista que les permita saber cuál es su perfil de riesgo y dependiendo de este resultado, recomendarle los activos que se adapten a ese perfil considerando algunos otros factores como los objetivos de corto plazo, largo plazo así como las necesidades de liquidez (dinero disponible) de la persona”, dijo Chavarría.
De acuerdo con una nota que publicada por El Financiero en setiembre pasado, en el mercado local las personas podrían invertir en un CDP, un instrumento que permite que las personas ahorren por un período determinado por ellas y así obtienen un rendimiento; pero también en fondos de inversión.
Un fondo de inversión es un patrimonio conformado con el dinero de muchos inversionistas que permite adquirir una cartera diversificada de activos.
A nivel local, por ejemplo, están los fondos de mercado de dinero. Este tipo de instrumento tiene una liquidez alta porque está diseñado para inversiones a muy corto plazo. Por otro lado, están los fondos de inversión inmobiliarios, cuyo fin principal es el arrendamiento de inmuebles y, complementariamente, la venta de los mismos.
Los fondos inmobiliarios están dirigidos a personas con un perfil de riesgo alto, con horizonte de inversión a largo plazo, y que además cuentan con algún conocimiento y experiencia previa en fondos de inversión, y saben del funcionamiento y los riesgos que conlleva el negocio de bienes raíces.