La gestión de residuos, un proyecto de construcción sostenible o un plan de educación financiera para la comunidad son parte de los proyectos municipales que buscarán financiamiento a través del mercado de valores.
El Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM) o las municipalidades, está por definirse según la opción con mayor viabilidad legal, se inscribirán como emisores de bonos en la Bolsa Nacional de Valores (BNV).
A través de emisiones, se obtenendrían recursos frescos de inversionistas para desarrollar proyectos de impacto social y sostenibles.
Esta unión serviría como un referente para el resto del sector público, ya que las metas de la Bolsa incluyen atraer a más participantes de ese segmento.
Son diez municipios los que inicialmente formarán parte de esta alianza público-privada entre el IFAM y la Bolsa, que pretende, por un lado, sumar competitividad a algunos cantones y apoyar la reactivación económica, y por otro, robustecer la participación de actores en el mercado de valores.
Las municipalidades seleccionadas serán aquellas que cuenten con planes más avanzados en identificación y estructuración, pero que además, las que posean una robusta estructura financiera.
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Uno de los principales requisitos será tener solidez financiera, determinada por el Índice de Gestión Municipal (de la Contraloría General de la República) y mejores prácticas de gobierno corporativo.
¿Por qué requieren estos recursos? No es un tema de escasez, sino de abrir la puerta para que las municipalidades se alíen al sector privado para desarrollar los cantones, invertir en proyectos y abrir más opciones de fondeo, comentó Marcela Guerrero, presidenta ejecutiva del IFAM.
La alianza excluye el financiamiento de otro tipo de proyecto municipal que no sea sostenible o social, por lo que tampoco apostará por la reestructuración de pasivos o flujos de caja.
Por las características del mercado, se trataría de proyectos de $7 millones en adelante.
En la acera ambiental, se buscaría en particular avanzar en el plan nacional de descarbonización, la gestión de residuos, pero también en energías limpias, una construcción sostenible o inclusive, el uso sostenible del suelo.
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En la parte social, entrarían proyectos de salud, de educación, de acceso a servicios básicos, la inclusión financiera e inclusive las actividades de algunos proyectos que ayuden al país a mitigar las consecuencias que ha generado COVID-19.
El ideal es encontrar esos “proyectos maduros que pueden dar esas pequeñas victorias” en términos de que puedan generar atractivo en el mercado de capitales y se logren financiar, explicó Guerrero.
Uno de los proyectos que tiene mapeado el IFAM es “Comunitas”, que agrupa a los cantones de Desamparados, La Unión, Curridabat, San Pedro y San José. Cinco cantones con alta densidad poblacional y por ende, gran cantidad de residuos.
Otro que se analiza, es la oportunidad de lanzar un proyecto que atienda el impacto que generaría el corredor ferroviario por donde pasará el tren eléctrico, que comprende a 15 cantones.
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Existe interés sobre los desarrollos que se puedan generar alrededor de la nueva forma de movilidad y el desarrollo que generará un nuevo ordenamiento territorial, indicó la jerarca del IFAM.
Para lograr llevar esos proyectos al mercado de valores, debe existir un encargado de emitir los bonos en la Bolsa.
Este camino no está del todo definido, pero existen dos posibles rutas, una, que el IFAM sea el encargado de obtener esos recursos y otra, que cada municipalidad se inscriba como emisor de bonos.
EL IFAM eventualmente puede entrar como emisor de bonos. “Eso significa que nosotros tendremos que tener una serie de conversaciones tanto con el Banco Central, en virtud de nuestra ley constitutiva, y también con la Superintendencia”, explicó Guerrero.
Otra opción sería eventualmente que el IFAM entre al mercado, pero a titularizar con flujos futuros.
Ambas opciones deben ser estudiadas para determinar cuál sería la reforma legal requerida y conocer la viabilidad.
Estas vías también serían valoradas, pero para que sean las municipalidades quienes se encarguen directamente del proceso para la emisión de bonos verdes.
“Los dos escenarios se van a valorar. La titularización es una figura muy flexible y que se adaptaría muy bien a las municipalidades”, comentó María Brenes, directora de Negocios y Relaciones Corporativas de la BNV.
La Bolsa, además, brindará asesoría y capacitación gratuita a esas municipalidades, con el objetivo de que cumplan con los parámetros de mejores prácticas de gobierno corporativo, transparencia, rendición de cuentas y orden financiero.
Al convertirse en participantes del mercado, las municipalidades y el mismo IFAM a su vez deberán cumplir con las regulaciones del Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) y la supervisión de la Superintendencia General de Valores (Sugeval).
Además, esto permitirá establecer mejores condiciones en el sector municipal, que permitan generar confianza en el sector financiero para atraer fondeo, apuntó la presidenta ejecutiva del IFAM.