Costa Rica es el segundo país miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que más horas trabaja al año, aún así, estos números no se ven necesariamente reflejados en altos niveles de productividad para el país.
Los costarricenses, en promedio, trabajan 2.073 horas anuales, según datos de la OCDE. Esas son casi 700 horas más que Alemania, una economía que no es solo una de las más sólidas del mundo, sino que es también la que menos horas labora entre los 38 miembros de la OCDE.
También son cerca de 600 horas más que Austria, el país cuya productividad laboral creció más en 2022 con un 7,6%. La de Costa Rica, en cambio, decreció en un 4,8%, según datos de la OCDE.
Mientras que estudios de la Organización encuentran beneficios productivos en reducir las jornadas laborales, el Gobierno costarricense se ha mostrado reacio a hacerlo. En total, los ticos trabajan más horas sin que eso se vea premiado por una mejor productividad. Una informalidad elevada y los altos costos para producir son parte de lo que nos ha llevado a esta situación.
Latinoamericanos trabajan más
El trabajar más horas pareciera ser un fenómeno particularmente latinoamericano. Los cuatro países de esta región pertenecientes a la OCDE son los que más horas trabajan por año.
Los mexicanos son los que más lo hacen con un promedio de 2.128 horas por trabajador, luego le sigue Costa Rica, Colombia (1.964) y Chile (1.910). Estos cuatro países también suelen tener bajos niveles de productividad.
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En cambio, los cuatro países que menos trabajan son europeos: Alemania (1.349), Dinamarca (1.363), Luxemburgo (1.382) y Países Bajos (1.417).
Productividad baja
La OCDE tiene varios indicadores con los que mide la productividad, entre ellos está el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita, el PIB por horas trabajadas y la variación de productividad laboral. En ninguno de estos tres el país destaca positivamente.
En el PIB per cápita, es decir, lo que el país produce en un año por persona, Costa Rica es el tercer miembro OCDE con los resultados más bajos, con $24.484 en 2022, solo por detrás de México y Colombia. El total de la Organización se ubica en $54.015 y el país con el indicador más alto es Luxemburgo, con $143.394.
En el PIB por hora trabajada, también estamos abajo como el tercer país que menos genera ($22,9), acompañados, nuevamente, por las otras tres nacionesnlatinoamericanas.
En la productividad laboral nos encontramos como el cuarto país que más ha caído en este indicador, con una reducción del 4,8% entre 2021 y 2022. Aquí, sin embargo, más de la mitad de los miembros han perdido productividad. Entre ellos se encuentran los cuatro latinoamericanos y algunas sorpresas como Canadá, Reino Unido e Islandia, entre otros.
El último Employment Outlook de la OCDE, encontró que, cuando está cuidadosamente diseñada e implementada, la reducción de horas laborales puede potenciar el bienestar de los trabajadores sin tener efectos adversos en el empleo y la productividad.
Por supuesto, esto no significa que categóricamente haya una causa directa entre ambas acciones. Tampoco quiere decir que la reducción de horas laborales sea una solución de talla universal, pues el éxito de esta dependerá de una aplicación hecha a la medida de cada país.
“Las recomendaciones de gran alcance no son aconsejables, ya que la política de tiempo de trabajo siempre debe analizarse en sus contextos institucionales y nacionales concretos”, concluye el reporte de la OCDE.
De momento, Costa Rica no parece que apunte hacia una reducción del horario laboral vía políticas públicas. El proyecto de ley que busca darle tres días libres a los trabajadores no disminuye la cantidad de horas trabajadas por semana, sino que las reacomoda en cuatro jornadas de doce horas por día.
Aún así, la cantidad de horas laboradas en el país por año ha venido en un ligero descenso en los últimos 15 años. En 2008, por ejemplo, en el país se trabajaban 2.392 horas anuales.
¿Por qué somos menos productivos?
Se trata de la suma de varios factores. La caída en la tasa de empleo y la disminución de la población en edad de trabajar son dos de las primeras que menciona la Organización en su informe Estudios Económicos de la OCDE: Costa Rica 2023.
La alta informalidad del país (alrededor de un 40%) juega un papel curioso, ya que es tanto causa como consecuencia de la baja productividad del país. Según explica el informe, los elevados costos de formalizar un negocio desalientan la productividad.
La factura de abrir una compañía de responsabilidad limitada en Costa Rica (alrededor de $984) es casi el doble que el promedio de la OCDE ($546), mientras que abrir una compañía personal sin empleados triplica los costos de los países miembros de la Organización ($320 versus $107).
“Se requiere una estrategia integral, con acciones necesarias en varias áreas de política, como reducir los costos laborales no salariales, facilitar la creación de empresas formales, incluso reduciendo el costo burocrático y económico de establecer una empresa formal, ayudando a que más costarricenses adquieran las habilidades necesarias para acceder a trabajos formales”, recomienda la OCDE para mejorar la productividad.