La bola de nieve del creciente déficit fiscal y la deuda pública de Costa Rica no es un tema nuevo ni exclusivo de la pandemia. Es un problema que tiene más de una década de asolar las finanzas públicas, pero también de poner en evidencia la incapacidad política para buscar soluciones reales.
La compleja situación financiera, amplificada por el impacto de la crisis del coronavirus, lleva al país hacia un punto de no retorno: una crisis fiscal con impacto macroeconómico si no se logra construir un acuerdo para bajar el déficit fiscal y la deuda gubernamental.
Gabriel Torres, analista principal de deuda soberana de Moody’s, aseguró en entrevista con EF que el temor de esta agencia calificadora es que no se logre un consenso para buscar el equilibrio fiscal antes de que se produzca un shock en la economía, es decir, un default o una crisis.
LEA MÁS: Moody’s: Costa Rica y El Salvador tienen el menor espacio fiscal para enfrentar la pandemia
Reafirmó que las señales enviadas por Costa Rica a los mercados en las últimas semanas no son buenas, entre ellas, el retiro de la propuesta de negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), dos intentos fallidos de diálogo nacional, bloqueos en las calles y disputas políticas en la Asamblea Legislativa sobre la aprobación del Presupuesto Nacional.
Los bonos soberanos costarricenses en los mercados internacionales se depreciaron un 14% en el último mes, la tasa de financiamiento nacional es del 8,3% frente a un 2,2% de Panamá. El Ministerio de Hacienda logró un modesto canje para el cierre del 2020, el déficit financiero será del 9,3% del Producto Interno Bruto (PIB) y la deuda del 70% de la producción.
El tiempo se agota. EF conversó con el analista de Moody’s sobre la adversa situación del país.
Malas señales
¿Cómo analizan las señales que envió Costa Rica en las últimas semanas?
En el caso de Costa Rica hace ya rato que vemos que la situación fiscal se pone peor, esto significa que el déficit se mantiene alto y como consecuencia de eso la deuda aumenta cada año, entonces si mañana mágicamente desapareciera el déficit, igual tienen toda la deuda que se acumuló en estos años.
Los gobiernos pagan la deuda con base en refinanciamiento, y a medida que esa deuda aumenta, lo que se tiene que pedir al mercado también crece, por lo tanto es muy importante tener acceso al mercado.
Costa Rica negoció nueve préstamos internacionales este año, pero el Congreso solo ha aprobado tres y el resto peligra por temas políticos. ¿Cuánto afectaría al país si no se accede a estos recursos?
En el 2018, en Costa Rica hubo un shock, recuerdo que el Gobierno se vio obligado a pedirle prestado en una emergencia al Banco Central (mediante Letras del Tesoro), ese efecto es una señal de un posible problema, desde entonces la situación se tranquilizó, pero el tema de fondo no se resolvió.
Ahora lo que vemos es que este año el Ejecutivo depende mucho de financiamiento con multilaterales, pero para el 2021 necesita más fondeo del que le pueden dar estas entidades. Todo esto lo que hace es alargar el momento de tomar la decisión de bajar el déficit.
¿Cómo ven el atraso para buscar soluciones más fuertes en menor tiempo?
Lo que estamos viendo desde afuera es que el Gobierno está tratando de proponer algo, pero que no es fácil políticamente y esto va más allá de esta administración o de una sola, esto viene desde el 2010, han pasado tres o cuatro administraciones y ninguna lo logró resolver.
No tengo una opinión específica sobre estas últimas semanas separadas del resto de la historia, estamos viendo el problema que hace rato existe y que se agrava con el paso del tiempo.
Calificación a la baja
¿Cuándo podrían revisar la calificación de riesgo de Costa Rica?
Podemos revisarla en cualquier momento, no tenemos una fecha específica para eso. La revisamos dos veces este año y de ser necesario la revisaríamos otra vez más.
¿Qué esperan ver en los próximos meses?
Estamos esperando ver qué puede lograr Costa Rica en su conjunto, no solamente el Gobierno, sino el Ejecutivo con la oposición para ver a qué acuerdo pueden llegar para bajar el déficit y no solamente este indicador, este año es especial por la pandemia.
Los eurobonos costarricenses se depreciaron cerca de 14% en el último mes. ¿Cuál es la expectativa en los mercados internacionales?
Hay señales de que los mercados se están asustando y eso va a traer de por sí sus propios problemas, porque si el Gobierno tuviera que salir a pedir prestado en este momento, la tasa esta vez sería muy alta.
¿Qué tan complicada ven la situación de Costa Rica para salir a buscar recursos con bonos de deuda externa en 2021?
Para poder salir al mercado el año que viene requieren que la tasa cambie. No sé con exactitud qué se necesita para que la tasa cambie, pero sospecho que va a requerir que el mercado sienta que Costa Rica logró algún tipo de acuerdo ya sea con el diálogo interno, con el Fondo Monetario Internacional (FMI), o ambos. El objetivo es bajar el déficit, esa va a ser la clave.
¿En cuánto tiempo esperan que el país logre un acuerdo interno para reducir el déficit o un plan para negociar con el FMI?
Creo que va a ser difícil un plan con el Fondo si no hay un acuerdo interno primero, porque no va a haber forma de aprobarlo. Mi temor es que no se logre un acuerdo hasta que haya un shock porque a veces sucede eso.
Costa Rica tiene perspectiva negativa con Moody’s, a como están las cosas, ¿Qué podría pasar con la próxima calificación de riesgo?
La perspectiva que tenemos nosotros es negativa, por lo cual estamos señalando que la probabilidad es fuerte de que el próximo paso sea bajar la calificación aún más. El escenario más probable a futuro es una rebaja en la nota.
Política confusa
¿Qué les ha dicho el Gobierno en esta coyuntura?
Nosotros hablamos regularmente con ellos, nos dan información que necesitamos. No creo que el Gobierno pueda, sin embargo, decirnos si se va a aprobar o no el acuerdo porque ya depende de que lleguen a un consenso en la Asamblea Legislativa o en esta mesa multisectorial.
Entiendo lo que el Gobierno busca, la clave es si va a lograr conseguirlo.
¿Cómo ven el pulso político en la Asamblea Legislativa por el recorte al gasto público?
Siempre volvemos a lo mismo, que es la dificultad política que tiene Costa Rica para acordar cómo bajar su déficit, ese es el tema más importante crediticio que vemos hace ya muchos años.
Al cierre del 2019 el déficit financiero fue mucho más alto que lo proyectado, este año parece que llegará al 9,3% del PIB. ¿Cómo toman esa cifra?
Ya el 9,3% es altísimo para un país con la deuda que tiene Costa Rica, si ese número fuera más alto, claramente sería negativo.
El mayor riesgo que vemos es que vaya a darse un shock fuerte antes de que logren un acuerdo sobre cómo reducir ese déficit.