La agencia calificadora de riesgo internacional Moody's recortó, este jueves 9 de febrero, la nota de Costa Rica, de Ba1 a Ba2, pero mantuvo la perspectiva negativa, según informó la entidad en un comunicado de prensa.
De esta forma, Moody's se suma a las reducciones que ya habían decretado Fitch Ratings y Standart & Poor's en los últimos 12 meses.
Al igual que estas otras agencias, Moody's justificó la baja en la debilitada estructura fiscal de Costa Rica, la cual se refleja en un aumento en el peso de la deuda pública y un "persistente" déficit fiscal, el cual cerró en un 5,2% del PIB el año pasado.
Asimismo, la perspectiva negativa refleja la expectativa de la agencia de que la falta de consenso político para implementar medidas que reduzcan el déficit fiscal va a meter más presión sobre la niveles de deuda del Gobierno.
Por su parte, el Ministerio de Hacienda reaccionó de inmediato esta tarde e indicó que aunque es preocupante, la decisión de Moody's no los sorprende.
"La baja en la calificación de riesgo de parte de la empresa Moody's es sumamente preocupante, aunque no nos sorprende. Lo hemos venido advirtiendo de manera insistente ante la falta de decisión de la Asamblea Legislativa para avanzar en la modernización de los impuestos al valor agregado y sobre la renta", aseguró Fernando Rodríguez, ministro a.i. de Hacienda.
El jerarca reiteró la anuencia que siempre ha mostrado el Ministerio para acompañar el proceso de discusión y construcción de los acuerdos necesarios para el fortalecimiento de la Hacienda Pública.
No obstante, la decisión de Moody's llega 15 días después de que el Gobierno desistiera de impulsar el proyecto de ley para fijar un Impuesto de Valor Agregado (IVA) del 15% y enviara a los diputados una nueva propuesta para impulsar el IVA sobre nuevos bienes y servicios, pero con una tasa del 13%.
A raíz de lo que ocurrido con la calificadora, Hacienda hizo un llamado a los diputados a aprobar el plan propuesto para reformar los principales impuestos del país antes de la campaña electoral del 2018.
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"Una baja en la calificación significa que el país se vuelve más riesgoso para las inversionistas y que esto puede traer ajustes en el tipo de cambio y en las tasas de interés. Por ejemplo, para una persona con un crédito en colones o en moneda extranjera, la baja en la calificación podría significarle un aumento en la cuota mensual que paga por ese préstamo, mismo efecto que tendrá en las finanzas públicas, al encarecer la deuda pública y con ello obligarnos a destinar más recursos al pago de intereses", señaló el ministro interino
Añadió que "el aumento en las tasas de interés podría dificultar la inversión para las empresas, lo que tendría efecto en el crecimiento y en el nivel de empleo. Por eso hemos dicho en varias ocasiones que la reforma que hemos propuesto, es para beneficio del país y que debe hacerse lo más pronto posible".
El pasado 19 de enero, Fitch Ratings ya había hecho lo propio y bajó la calificación de Costa Rica de BB+ a BB y también pasó la perspectiva de negativa a estable.
Esta decisión tuvo un efecto inmediato en la calificación de riesgo soberano del Grupo ICE y de seis bancos locales.
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En febrero del año pasado, Moody's ya había aplicado un primer cambio en la calificación, pues bajó la perspectiva de estable a negativa, pero había mantenido la nota. Hoy bajó la calificación.
El 25 de ese mes, sin embargo, Standart & Poor's también había degradado la calificación de BB a BB-, pero mantuvo la perspectiva estable.
En su comunicado de hoy, Moody's alerta sobre el aumento del gasto corriente y el impacto en el déficit y recuerda que las últimas administraciones han impulsado proyectos para bajar el faltante sin éxito.
"Los altos déficits fiscales son el resultado del aumento del gasto corriente, particularmente los salarios y las transferencias, ambos parte de políticas fiscales contracíclicas que estaban destinadas a enfrentar la crisis económica mundial de 2009. Desde entonces, el gasto público ha seguido aumentando y probablemente llegará a 21% del PIB este año, frente al 17,4% de 2009", señala.
Y agrega: "Desde que Costa Rica comenzó a registrar mayores déficits fiscales en 2010, las sucesivas administraciones han buscado, sin éxito, aprobar legislación para reducir los déficits. Durante ese período, casi ninguna de las leyes propuestas fue promulgada como ley, resultado de diferencias políticas en la Asamblea Legislativa. Por lo tanto, Moody's cree que es probable que los elevados déficits continúen aumentando la carga de la deuda pública".
Los analistas ya han advertido que una rebaja en la calificación de riesgo soberana implica una mayor percepción del riesgo ante el mundo. Por lo tanto, es posible que si el país busca algún endeudamiento en el exterior le saldrá más caro.
Eso a su vez, haría más oneroso el financiamiento del déficit, lo que implicará una mayor presión sobre las tasas de interés y en el tipo de cambio.
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* Esta noticia fue ampliada posterior a su publicación.