El resumen del 2022 para el mercado de capitales de Costa Rica se puede describir de manera directa: un año difícil y atípico.
La elevada inflación y los aumentos en la Tasa de Política Monetaria (TPM), ejecutados por el Banco Central de Costa Rica (BCCR) para controlar la subida en los precios, fueron las razones principales que llevaron al mercado a vivir un año complejo. Sin embargo, cabe mencionar que esto no solo ocurrió en Costa Rica, sino también en el mundo.
Lo vivido por el mercado de valores durante este año se refleja en el volumen total transado en los mercados de negociación, pues la cifra alcanzada a noviembre de 2022 ha disminuido en un 29,26%, respecto a lo acumulado al mismo mes de 2021.
Pese a las dificultades de este 2022, la Bolsa Nacional de Valores (BNV) recibió a siete nuevos emisores, un acontecimiento que no ocurría desde la década de los años 90. Además, se vislumbra que en 2023 el mercado de valores tendrá un mejor año.
2022: Un año difícil para el mercado
Mónica Ulate, gerente de Popular Valores, consideró que el 2022 fue, “tal vez”, uno de los años más difíciles que el mercado tenga memoria. Esto, debido a que se materializaron diferentes riesgos que un gestor financiero podría intentar prever.
Por ejemplo, la volatilidad de los distintos activos financieros se exacerbó de manera acelerada, como consecuencia de la alta inflación, los incrementos en las tasas de política monetaria no solo en Costa Rica sino también en Estados Unidos, y los conflictos geopolíticos más recientes, como lo es la guerra de Rusia en Ucrania.
A criterio de la gerente de Popular Valores, estos tres factores ocasionaron una tormenta perfecta para los diversos activos del mercado en general, lo cual impactó “sensiblemente” la liquidez de los portafolios.
En Costa Rica, la inflación habría alcanzado, en agosto pasado, su máximo interanual del presente episodio inflacionario. En ese mes, el indicador llegó a 12,13%: la cifra más alta que se ha registrado en el país desde marzo de 2009, cuando la inflación interanual llegó a 12,32%.
Posterior a ese capítulo de agosto, la inflación mostró una variación interanual a setiembre de 2022 de 10,37%, interrumpiendo así la tendencia alcista que venía experimentando; en octubre, volvió a ser de un solo dígito: 8,99%; y a noviembre, la variación interanual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) se ubicó en 8,26%.
Con respecto a la Tasa de Política Monetaria, esta registró ocho incrementos consecutivos desde diciembre de 2021, pasando de 0,75% a 9% anual. Sin embargo, el pasado 14 de diciembre, la Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica decidió mantener su tasa en 9%, frenando así los ajustes que se venían dando.
Ante el comportamiento de estos dos indicadores durante el año en curso, Freddy Quesada, gerente general de INS Valores, también consideró que este 2022 fue un año difícil para el mercado de capitales.
“Ese comportamiento de las variables macro en el mercado de valores como el de Costa Rica, en donde el 99% es título de renta de fija, afecta porque los clientes al tener ajustes en los precios de los bonos producto de ese comportamiento de tasas y de precios que vinieron hacia la baja, los inversionistas fueron más cautos. Además, afecta la posibilidad de rotar portafolios, los rendimientos que los inversionistas podían obtener se afectaron de forma importante”, consideró Quesada.
Por su parte, Melvin Garita, gerente general de BN Valores, resumió que el 2022 fue un año atípico, pero no solo para el mercado de valores costarricense, sino también para los mercados internacionales.
“La agresiva política monetaria implementada alrededor del mundo hizo que la mayoría de los mercados, tanto de renta fija como de renta variable, sufrieran de una manera considerable en este 2022″, comentó Garita.
En el caso nuestro, por ser mucho de renta fija, imposibilitó mucho obtener rendimientos importantes. Los clientes preferían posponer decisiones de inversión o posponían decisiones de inversión hasta que las cosas no estén más claras y también los volúmenes de negociación en el mercado secundario me parece que ha caído a los niveles más bajos de los últimos cinco años, y eso también es un reflejo de todo ese comportamiento en el mercado.
— Freddy Quesada, gerente general de INS Valores
Volumen transado cae
Este difícil 2022 quedó reflejado en el volumen transado durante este año.
De acuerdo con datos a noviembre de 2022, disponibles en el sitio web de la Bolsa Nacional de Valores, el volumen total transado durante estos 11 meses del año asciende a $22.619 millones; una cifra baja en comparación con los últimos años, incluso en el 2020 cuando se tomaron las medidas más estrictas sobre la pandemia.
El volumen transado en los mercados de negociación a noviembre de 2022 ha disminuido en un 29,26%, respecto a la cifra alcanzada en el acumulado al mismo mes de 2021, y un 57,76% en comparación con los datos del 2019 (año prepandemia).
Según explicó en entrevista con EF César Restrepo, director general de la Bolsa Nacional de Valores (BNV), la caída en el volumen transado tiene respuestas “muy macroeconómicas mirándolo desde una visión global” en varios temas, entre ellos está la pandemia de la covid-19 y los problemas geopolíticos entre Rusia y Ucrania.
Estos dos temas han generado problemas de desabastecimiento, lo cual ha traído consecuencias en la transacción de productos y por ende inflación a nivel mundial “nunca antes vista”.
“¿Eso qué hace? Que el nivel de los activos pierda valor, por lo cual los inversionistas empiezan a tener temor en sus inversiones y en las transacciones, y lo que hace es bajar el apetito del inversionista para hacer operaciones en el mercado de capitales (...) Cuando los mercados están con este tipo de incertidumbres, el inversionista empieza a ser un poco más cauteloso a la hora de comprar (...) y eso hace que las transacciones disminuyan”, agregó el director general de la BNV.
Además, de acuerdo con el gerente de BN Valores, el mercado local es principalmente de renta fija soberana, por lo que dados los ajustes de tasas de política monetaria en Costa Rica y en Estados Unidos, el apetito por este tipo de instrumentos se redujo durante este 2022.
También, hay dos efectos que atentaron contra el volumen negociado en 2022, según el gerente general de INS Valores. El primero tenía que ver con la expectativa de hasta dónde podrían subir las tasas, ante esto el inversionista preferiría esperar.
Segundo, los inversionistas prefirieron aguardar porque lo que tenía dentro de su inventario de títulos, “muy probablemente”, tenía un precio menor al precio actual de mercado; por lo tanto en caso de hacer una transacción ejecutaría una pérdida, entonces eso lo desincentiva a realizar ventas o transacciones.
Por otro lado, la gerente de Popular Valores resaltó que el 2022 fue un periodo marcado por uno de los cambios más relevantes de los últimos años, en cuanto a política monetaria se refiere, “donde pasamos de estar en una economía en la cual los diferentes bancos centrales incentivaban el gasto de las personas mediante la emisión monetaria, haciendo que la cantidad de la liquidez en el mercado fuera exponencialmente creciente, a un contexto de política monetaria contractiva”.
Producto de este cambio, el efectivo deja de moverse (inversiones en diferentes instrumentos), no se realizan compras ni ventas de títulos, provocando que el volumen del mercado tienda a bajar.
Por su parte, de acuerdo con datos disponibles en el sitio web de la BNV, de los $22.619 millones negociados, un 19,38% se transó en el mercado primario, un 68,29% en el mercado secundario y un 12,33% en el mercado de liquidez.
Cabe mencionar que entre los emisores del mercado secundario de deuda con mayor monto transado, a noviembre de 2022, destacan como principales participantes el Ministerio de Hacienda, el Banco Popular, el Banco Central de Costa Rica y el Banco Davivienda.
Ahora bien, aunque en enero de 2023 la Bolsa hará una conferencia de prensa para anunciar el volumen transado durante todo el 2022, Juan Pablo Arias, economista de la BNV, expuso que estiman cerrar el año en curso con un volumen total transado de $24.000 millones.
Para dimensionar esta cifra es importante indicar que en 2019 se transó un volumen total de $56.309 millones; en 2020, fue de $34.073 millones; y en 2021, sobrepasó los $33.344 millones.
Buenas noticias en 2022
Este 2022 el mercado de valores de Costa Rica ha recibido a siete nuevos emisores. Desde la Bolsa Nacional de Valores se ha manifestado, en diferentes ocasiones, que esto es un hito que no ocurría desde la década de los años 90.
Los siete emisores que se integraron al mercado fueron: Fideicomiso Santiagomillas 2022, Fondo Avance Empresarial, Fondo Sector Turismo, Coopeguanacaste, Café Britt, Caja de Ande e Industrias Martec S. A.
Tanto Carlos Phillips, director comercial de la Bolsa Nacional de Valores, como Restrepo consideraron que estos resultados no responden únicamente al trabajo realizado durante este 2022, sino también a un proceso que se ha fortalecido desde el 2020.
“Los resultados del mercado de capitales toman tiempo (...) no es de la noche a la mañana, es un proceso que se trabaja día a día”, indicó el director general de la Bolsa.
Según datos suministrados por la BNV, la cantidad de emisores enlistados en la Bolsa pasó de 45 a 52, entre enero y noviembre del año en curso.
Restrepo indicó que se debe trabajar en dos vías para poder tener más emisores en el mercado. La primera es ser más ágiles en los tiempos “y todo lo que significa el proceso para un emisor”, y la segunda es que se requiere de un mercado más incluyente.
“Hoy en día el mercado de capitales es solicitado, normalmente, por grandes empresarios. Pero sabemos que la región, el país, el parque empresarial lo componen en realidad pequeñas y medianas empresas que o no tienen el conocimiento del mercado de capitales como fuente de financiamiento, o de pronto no tienen cómo accesar a él”, agregó el director general de la BNV.
Por otro lado, Phillips detalló que para el 2023 quieren trabajar en educación bursátil enfocada en las pequeñas y medianas empresas que quieren crecer pero que a nivel bancario ya llegaron a un tope. Por lo que la idea es que estas firmas vean el mercado de capitales como “segunda opción” de financiamiento para lograr los objetivos planteados.
2023 se vislumbra que sea mejor
De acuerdo con la gerente de Popular Valores, los análisis al momento hacen considerar que el 2023 será mejor que el 2022. El freno en el aumento de la Tasa de Política Monetaria combinado con las expectativas inflacionarias a la baja podrían abrir opciones para un “relajamiento monetario”.
Aunado a esto, Ulate expuso que el Gobierno empieza el 2023 en mejor posición en sus finanzas y ya con la autorización para captar los recursos en el exterior, “lo que definitivamente pareciera marcar el camino para un 2023 mejor que el 2022″.
También, en el escenario base de BN Valores, el 2023 será un año “mucho mejor” que el que está en curso. Si la inflación se sigue normalizando, permitirá estructurar estrategias de inversión más rentables y no tan defensivas como las que se presentaron durante el año en curso.
Pese a que se vislumbra que el 2023 sea un mejor año que el 2022, el gerente general de INS Valores explicó que el inicio de año será “un poco lento”, pues las tasas seguirán elevadas y la inflación se mantendrá alta durante el primer trimestre. De manera tal que los inversionistas todavía podrían tener un comportamiento similar al de 2022.
Sin embargo, del segundo trimestre del año en adelante se podrían ver las tasas en colones ajustándose hacia la baja.
“Todo eso ya podría motivar a los inversionistas a tomar decisiones de inversión más de mediano y largo plazo, con lo cual el mercado secundario podría tener un pulso (...) Claramente estaremos sujetos al comportamiento de la inflación y las decisiones de inversión en cuanto a tasas de interés que se den tanto a nivel internacional como a nivel local”, indicó Quesada.
Restrepo vislumbra para el próximo año la llegada de acuerdos internacionales.
Esto permitiría que la BNV pueda tener acuerdos con diferentes bolsas de valores para que los emisores y los inversionistas tengan mayores productos y alternativas, y viceversa. Además, atraería nuevos inversionistas y emisores a Costa Rica.