Washington.- Los planes del presidente Donald Trump de timonear la política económica de Estados Unidos con proteccionismo comercial, recortes de impuestos y más gasto público complican la reunión de esta semana de la Reserva Federal (Fed).
Desde las elecciones de noviembre, los pronunciamientos de Trump han sumido a los miembros de la Fed en la tarea de descifrarlos y varios hablaron de la "considerable incertidumbre" que reinará hasta que se traduzcan en políticas específicas.
Los miembros de la Fed han manejado la posibilidad de aumentar las tasas de interés a un ritmo mayor al previsto hasta la inesperada victoria electoral de Trump.
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Luego advirtieron que estarían muy atentos a los pasos concretos que dará Trump. Pero entretanto, lo más probable es que en su reunión de dos días que abrirá el martes, el comité de política monetaria de la Fed (FOMC) se mantenga a la espera de decisiones comerciales y fiscales de Trump.
"Mi apuesta es que no habrá ninguna acción" de la Fed, dijo Edwin Truman ex economista del FOMC.
"El panorama parece un poco más sólido tanto para Estados Unidos como para el mundo", dijo a la AFP. "Pero sobre el marco de la política fiscal (...) no sabemos mucho más de lo que sabíamos en diciembre", añadió.
El mes pasado la Fed aumentó las tasas de interés por segunda vez en una década. Las aumentó un cuarto de punto porcentual a un rango de entre 0,50% y 0,75% para cerrarle el paso a la inflación mientras prosigue la lenta recuperación de la economía tras la Gran Recesión de 2008-2009.
Las chances de que la Fed anuncie el miércoles un nuevo aumento de tasas son de 40%, según los mercados.
Los miembros de la Fed han señalado que la economía se recupera lentamente pero está en camino de alcanzar la meta de pleno empleo e inflación de 2%.
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La tasa de desocupación se mantiene levemente por debajo de 5% y la creación de empleos sigue siendo sostenida.
Empero pese a años de baja inflación, el índice de consumo personal, uno de los datos claves para la Fed, sigue creciendo muy despacio.
Como ocurre siempre, la composición del FOMC cambiará en la primera reunión del año y esta vez incluirá a tres integrantes con derecho a voto.
Entre quienes dejarán su sillón se cuentan un par de "halcones", como se denomina a quienes batallan por endurecer la política monetaria. En contrapartida entre quienes accederán al cuerpo hay dos considerados "palomas", o sea menos impacientes en subir las tasas de interés.
La presidenta de la Fed, Janet Yellen, ya ha dicho que la economía está encaminada a alcanzar las metas de empleo e inflación pero también señaló que está pendiente de lo que hará el nuevo gobierno estadounidense.
Yellen sostuvo que aumentar el gasto público para estimular la productividad sería bienvenido siempre y cuando ello empuje el crecimiento del PIB sin desatar inflación.
Las nuevas políticas de Trump podrían afectar el rumbo de la Fed pero "a esta altura, el momento y la forma de esos cambios siguen siendo inciertos", dijo en reciente discurso.
Aun cuando Wall Street está en auge desde que Trump ganó las elecciones, los estadounidenses entienden que la influencia del nuevo gobierno en la economía llevará un tiempo, según Jared Bernstein, analista de un centro de estudios económicos de Washington.
"Los actores del mercado se sigue tomando demasiado seriamente a Donald Trump en términos de política fiscal", dijo.
"Sí. Habrá una reducción de impuestos. La más cercana será en 2018", afirmó ante AFP.
Tim Duy, economista de la Universidad de Oregon, dijo que la incertidumbre creada por Trump esta pesando en quienes diseñan las políticas y eso puede alimentar la inflación.
"Creo que piensan que las políticas de la administración están llevando hacia un clima de presiones con riesgos inflacionarios", añadió.