La especulación y el miedo mueven los mercados, pero también, mueven las expectativas de quienes los miran desde afuera.
Luego de una de las semanas más caóticas de Wall Street, los mercados parecen comenzar a dar respuestas de lo que pudo haber sido la caída más estrepitosa del Dow Jones de los últimos dos años y, contrario a lo que se pensaba hace una semana, los osos no lograron traspasar las paredes de Wall Street, al menos por ahora.
Según datos obtenidos en Fred Economic Data y suministrados por S&P Dow Jones Indices, ya desde el 29 de enero del 2018 el Dow comenzaba a ajustarse.
A partir de ese día, el Dow empezó a perder puntos significativamente.
Entre el 29 y el 30 de enero perdió 362,59 puntos. Sin embargo, la mayor caída se dio el 5 de febrero del 2018, cuando cayó 4,6%, lo que se puede considerar una sesión caótica, perdiendo 1.500 puntos en menos de una hora.
Esta caída representó su punto más bajo desde el último récord más alto de 26.616 puntos, después de superar la barrera de los 25.000 el 4 de enero de este año, su mejor inicio de años desde 1997.
El comportamiento sufrido en las últimas dos semanas, en términos de capitalización se traduce en pérdidas superiores a los $3 billones, lo que representa 52,6 veces el Producto Interno Bruto de Costa Rica esperado para el 2017.
No obstante, hay una pregunta obligatoria. ¿Qué causó la caída del mercado? La economía de Estados Unidos parece estar en su mejor momento, con cifras de desempleo históricamente bajas, indicadores de crédito estable y datos de consumo favorables.
Sin embargo, junto con los macroprecios, otros factores de la economía y del mercado comienzan a contradecir los índices.
Por un lado, existe una expectativa de que la inflación camine más rápido de los esperado durante el 2018.
Según el Índice de Precios al Consumidor publicado por el Departamento de Trabajo el pasado miércoles 14 de febrero, la inflación de enero subió 0,5%, una cifra que deja una tasa anual de 2,1% en los precios y que, según los analistas, confirma la tendencia al alza, más rápido de lo esperado y también más de lo deseado por los inversionistas.
Los datos inflacionarios afectan el mercado, porque a mayor inflación, se esperaría que se desacelere el consumo y por tanto, las ganancias de las empresas que integran el Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq serían menores al cierre del año.
El aumento de la inflación es traducido como una pérdida de confianza en los mercados.
Karla Arguedas Chaverri, gerente de Trading de Prival Securities, explicó que el potencial recalentamiento económico se verá afectado en incrementos de la inflación y las tasas de interés, además de un sentimiento de proteccionismo en el comercio exterior.
La expectativa de tasas de interés es otro factor que está llenando de incertidumbre y miedo al mercado, dos aspectos que juntos, se traen las acciones a la baja.
Precisamente el día que se dio la caída en el Dow Jones, fue el mismo día en que asumió el nuevo presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, de quien se espera que continúen los aumentos de las tasas iniciados el año pasado por su antecesora Janet Yellen.
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La expectativa es que Powell continúe con la misma línea de política económica de Yellen, y que además lleve a cabo tres aumentos más en las tasas de interés.
Es de esperar que los mercados se ajusten conforme a que la Reserva Federal (Fed en inglés), vaya variando su política de tasas a la alza y mermando poco a poco los excesos de liquidez y que además, conforme se vaya acercando la primera reunión de la Fed con Powell a la cabeza, las volatilidades en los mercados continúen.
Para algunos analistas, el efecto de las tasas es el factor que ha hecho que los mercados reaccionen a la baja, pues los inversionistas buscan refugiarse en bonos mientras pasan las épocas de volatilidades excesivas, en las que venden más caro y luego, conforme avancen los aumentos de tasas, compran las mismas acciones a precios más bajos.
Sin embargo, las reacciones que se han mostrado son especulativas, pues la economía norteamericana sigue desempeñándose bien y aún las tasas no han variado.
El caso de la corrección
Aunque algunos analistas creen que elementos básicos de la economía –o los fundamentales como se les suele llamar– han tenido parte en el comportamiento de las últimas semanas, otros aseguran que la corrección se dio porque los índices no estaban caminando a pasos considerados como “normales”, de acuerdo con variables propias de Wall Street.
Desde el 2009, el mercado ha venido en una carrera alcista, algo que se le conoce como mercado de toros.
El último mercado de osos (contrario a los toros), en el que se mantuvo por debajo del 20% de su más cercano cierre al alza, duró 1,3 años y se dio precisamente después de un período alcista de 5,1 años.
Lo anterior, indica varias cosas: por un lado, no estamos ante un período de recesión, tal como se vivió antes del 2009, producto de la crisis financiera de Estados Unidos, ya que el lapso en este caso entre la mayor caída y la recuperación fue muy corto y, además, los indicadores económicos del país parecen, hasta ahora, comportarse de manera estable.
El resultado parece responder más bien a un desajuste técnico del mercado accionario.
Ya en octubre, uno de los bancos de inversión más importantes de Estados Unidos, Morgan Stanley, junto con Goldman Sachs, había anticipado una corrección de corto plazo en Wall Street tras lo que denominaban el “clímax comprador”, por un comportamiento repetitivo al alza en varias sesiones.
Para Hairo Rodríguez, gerente de Banco Cathay, algunos analistas internacionales coinciden en que los índices bursátiles reflejan un apetito o desempeño que no está acorde con el crecimiento económico del país, por el largo período de tasas bajas y la liquidez que mantuvo la Fed luego de la recesión.
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En el 2008, por ejemplo, en plena crisis, el Dow Jones llegó a mínimos de 6,600 puntos, y recientemente alcanzó los 27.000.
Para Rodríguez, el crecimiento de la economía jamás justifica tal bonanza en el valor de los mercados.
“Si existiese una burbuja, una reacción de los mercados para desinflarla sería desastrosa, tal como ha ocurrido varias veces en los últimos 20 años”, aseguró Rodríguez.
Usualmente, los mercados caen a una velocidad mucho mayor si se compara con el ritmo al que crecen, por lo tanto, al realizarse un ajuste técnico, la caída podría seguir siendo abrupta, como se vio en las últimas semanas.
Otra de las explicaciones podría ser la toma de ganancias por parte de las empresas, sin embargo, la corrección es la conclusión a la que todos los analistas apuntan.
Hasta ahora la tendencia alcista, al menos en el corto plazo, se mantiene y no existen mayores motivos por los qué preocuparse.
En los últimos ocho años se han dado cinco correcciones, la primera en el 2010, cuando cayó 16% desde sus máximos, en el 2011; cuando cedió 19,4% y las dos últimas, más consecutivas, de 12,4% a mediados del 2015 y 13,3% a finales del 2015 y comienzos de 2016.
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Ante esto, lo próximo a esperar serían mayores volatilidades ante los aumentos de las tasas, mayor tendencia a refugiarse en bonos mientras pasan los períodos de corrección y también, puntos bajos y altos dependiendo de cómo se comporten los fundamentales de la economía