El banco estadounidense JP Morgan ajustó su calificación sobre los bonos soberanos de Costa Rica y ahora recomienda a sus inversionistas "mantenerlos" en sus portafolios y no "venderlos", como lo había indicado en una nota de mayo del 2015.
En aquel momento, la entidad financiera recomendó a sus clientes tener menos títulos de nuestro país, debido al crecimiento del déficit fiscal y de la deuda pública, y a la escasa viabilidad de lograr una reforma tributaria integral en el corto plazo.
LEA: JP Morgan espera un déficit fiscal menor al 3% del PIB para mejorar opinión de Costa Rica.
No obstante, el cambio de postura no obedece a qué el país haya hecho avances en esta materia sino al incremento en el rendimiento que han tenido los bonos, de acuerdo un informe publicado este mes.
JP Morgan utiliza tres criterios para calificar un bono: overweight, marketweight y underweight. El primero se refiere a títulos que tienen mejores condiciones a futuro y sobre los que se espera un mayor rendimiento.
Los títulos marketweight son aquellos donde no se esperan cambios y por lo tanto, la decisión es neutral. Mientras que los títulos underweight, son aquellos en los que se espera un deterioro y se recomienda tener menos.
En mayo del año pasado, los títulos costarricenses pasaron de marketweight a underweight, pero en su informe más reciente volvieron a la posición de marketweight, según lo informó el banco y a nivel local Grupo Bursátil Aldesa.
El banco considera que el rendimiento actual de los bonos ya refleja el riesgo en los fundamentales y que los inversionstas ya han tomado en cuenta dicho riesgo.
El déficit fiscal del Gobierno central cerró en casi 6% del PIB el año pasado. Se espera que llegue a 6,2% en el 2016 y hasta el 7% del PIB en el 2017, si no se aprueba una reforma tributaria.
"Con una esperanza débil de que una reforma fiscal integral sea implementada en el corto plazo, las perspectivas para una mejora sustancial son poco probables. Debido a este riesgo, movimos a Costa Rica a underweight en mayo del 2015, pero desde ese momento, los bonos del país han subido más de 50 puntos base (en rendimiento) versus el EMBIGD", señala la nota reciente del banco.
El EMBIGD es un índice global de bonos de países emergentes que le da un peso relativo a cada título, que es el peso recomendado en los portafolios de los inversionistas.
Según la información de Aldesa, el bono al 2023 tenía un precio de 98,8 en mayo del 2015 y este mes ronda 87,6, por lo tanto su rendimiento pasó de 5,2% a 6,4%.
De acuerdo a este puesto de bolsa, la noticia de JP Morgan más la esperada recuperación económica de este año, ya han cambiado la tendencia de los bonos ticos. Incluso, la mayoría se ha estabilizado y otros ha tenido una subida de dos puntos en su precio, como el caso de los bonos al 2025 y al 2023.
"De esta forma, y aunque el cambio en la opinión del banco y del mercado internacional es positivo para el país, la falta de medidas que ataquen el problema de fondo sigue manteniendo a los inversionistas internacionales con cierto recelo, por lo que no debería de esperarse una recuperación muy significativa en el corto plazo", agregó Aldesa.