El Régimen Obligatorio de Pensión Complementaria, mejor conocido como el ROP, tiene la opción de invertir los fondos en instrumentos en dólares o colones. La composición del portafolio siempre ha estado dominado principalmente por la moneda nacional, pero recientemente se ha visto una inclinación por los dólares.
En los últimos doce meses (con datos hasta marzo del 2024), se ha observado un crecimiento del 22% en los montos invertidos en dólares de este régimen. Este ha sido un crecimiento mayor al que ha tenido la moneda nacional en ese mismo periodo: 13%, según datos disponibles en el portal de la Superintendencia Pensiones (Supén).
El aumento, si bien ha sido generalizado, no ha sido equitativo entre las seis operadoras de pensión complementaria (OPC) que administran el ROP. BAC Pensión, por ejemplo, ha tenido un crecimiento mayor que el resto: entre abril del 2023 y marzo del 2024 las inversiones en la divisa crecieron en un 45%. Este fue un aumento significativo en comparación con la segunda OPC que más creció en dólares, BN Vital, con un 35%.
Consecuentemente, la proporción de inversiones en dólares como porcentaje del portafolio aumentó en estas dos operadoras. En el caso del BAC pasó de representar un 32% en abril del 2023 a un 37% en marzo del 2024, mientras que para BN Vital la proporción pasó de un 33% a un 39%.
Laura Moreno, vicepresidente de Relaciones Corporativas del BAC, dice que la operadora no busca variar el nivel de dolarización de un año a otro, sino que es una variable que establece previamente desde el diseño de estrategia de inversión de cada fondo.
“Como la rentabilidad de nuestros portafolios ha sido tan elevada en el último año y esto ha resultado en un mayor monto administrado, para mantener la proporción estratégica de dolarización, es necesario comprar dólares”, explica la vocera del BAC.
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En el caso de BN Vital, Marco Vargas, gerente general a.i. de la OPC, menciona que lo sucedido en los últimos 12 meses es producto de un aumento de los precios de los activos internacionales (cotizados en la divisa) y no necesariamente una mayor inclinación por invertir en dólares.
“En términos relativos parece que hay un aumento de participación, pero lo que existe es un aumento en el valor de la participación existente”, dice Vargas.
En las otras cuatro operadoras también hubo aumentos en los dólares de entre el 29% y el 12%. También en todas las operadoras, salvo una, se incrementó la participación de los dólares como porcentaje de las inversiones.
En el caso de Vida Plena subió en 213 puntos base, mientras que en BCR Pensión y en la OPC de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) lo hizo en 173 y 108 puntos, respectivamente. El único caso en el que hubo una reducción fue en Popular Pensiones, donde los dólares ahora pesan 263 puntos menos. No obstante, esta es la OPC con los fondos del ROP más dolarizados: un 47% de sus inversiones están en la divisa.
Como un todo, la participación de los dólares en las inversiones del ROP subió de un 38% a un 39% en 12 meses.
Colones contra dólares
En la coyuntura actual invertir a largo plazo en colones ha perdido un poco de atractivo en comparación con la divisa, ya que la diferencia de los rendimientos entre ambas monedas es relativamente poca.
Por ejemplo, menos de 30 puntos base separan los rendimientos a diez años entre los dólares y la moneda nacional: 6,37% contra 6,62%, según se observa en la curva de rendimientos del cero cupón del Ministerio de Hacienda en mercado primario en la semana del 18 de abril.
“En el mercado local las tasas en colones se encuentran en mínimos históricos en el plazo mediano y largo de la curva de rendimientos. Por otra parte, la demanda del Ministerio de Hacienda de recursos en esa moneda es baja, ya que cuentan con acceso al mercado internacional para colocar su deuda”, explica Vargas.
Además, los dólares tienen la ventaja de que pueden colocarse en el extranjero, donde hay una mayor diversidad de opciones de inversión, a diferencia del mercado local, altamente dependiente de Hacienda.
En los últimos doce meses las inversiones en el extranjero han crecido incluso a un ritmo más grande que las de dólares: casi un 27%. En consecuencia con la subida en la divisa, también fueron el BAC y BN Vital las OPC que vieron un mayor incremento en el valor de las inversiones extranjeras: 48% y 45%, respectivamente.
Actualmente alrededor de un 31% de la totalidad del ROP se encuentra invertido fuera del país. Un nivel similar al que tenía para mediados del 2022. La internacionalización de las inversiones se dio con fuerza entre el 2020 y el 2022, cuando las tasas en colones se desplomaron durante la pandemia. Entre 2018 y 2022 el porcentaje de la cartera invertido afuera pasó de un 12% a casi un 32%.
Lo más que puede colocar una OPC en el extranjero sin ninguna condición adicional es un 50% de su portafolio. Las que más se acercan a esta frontera son Popular Pensiones (38%) y BAC (36%).
Efecto cambiario
Se le consultó a las OPC del BAC y del Banco Nacional (BN) si los movimientos en el tipo de cambio a la baja habían influido a la hora de decidir las inversiones en dólares. El BAC no confirmó ni negó que el precio de la divisa haya sido un factor en los cambios de la composición del portafolio.
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“Diariamente, los resultados de las decisiones de inversión se miden para verificar que cumplan con la estrategia, y en caso de identificar oportunidades asociadas a condiciones particulares de mercado, se realizan pequeños desvíos, de forma medida y controlada, para asegurar que el portafolio se mantenga de forma consistente dentro de la estrategia definida (a largo plazo)”, mencionó Moreno.
En el caso de BN Vital, Vargas admite que el precio del dólar es un factor a considerar, pero mantiene que la principal consecuencia del aumento en la participación de la divisa se debe al incremento en la valoración de los activos internacionales.
Independientemente de cuánto haya pesado o no que el dólar esté más barato, las inversiones en la divisa siempre van a tener un efecto cambiario debido a que contablemente se expresan en colones, moneda en la que, además, se pagan las pensiones.
Esto quiere decir que el incremento en la participación de los dólares dentro del pastel de inversiones del ROP no solo creció en un 22% —en su totalidad—, sino que creció en ese valor a pesar de que el tipo de cambio cayó un 8% en ese mismo periodo.
Esto tiene un efecto en dos direcciones. Por un lado, a las operadoras les costaron más baratos los dólares que compraron para nuevas inversiones (es decir, subió su capacidad de comprar más instrumentos en dólares por menos colones), pero por el otro las inversiones más antiguas sufrieron una disminución por efecto cambiario. Esto último no significa por fuerza que perdieron valor en el neto, ya que pudieron haberse apreciado por otros factores ajenos al tipo de cambio.
También es importante tomar en cuenta que las operadoras tienen la responsabilidad de invertir de tal modo que posibles minusvalías de corto plazo (caídas en rendimientos o tipo de cambio, por ejemplo) no deberían de afectar en gran medida las rentabilidades a largo plazo.