El Índice de Precios al Consumidor (IPC), usado para medir la inflación, registró un descenso en el cálculo interanual en julio pasado y se mantiene dentro del rango meta, según la información divulgada este 8 de agosto por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
El indicador tuvo una variación interanual de 2,08%, que lo ubica cerca del límite inferior establecido en el rango meta del Banco Central de Costa Rica (BCCR) que va del 2% al 4%.
Este comportamiento da un respiro al Banco Central respecto a la posibilidad de modificar la Tasa de Política Monetaria (TPM), su principal instrumento de control monetario.
Si el IPC se mantiene cercano a la meta establecida y sin presiones en alguno de los sectores que lo componen, el BCCR puede mantener por más tiempo la TPM sin variaciones, en especial los incrementos, que terminan por generar un efecto en el resto de las tasas de interés del sistema financiero.
En la reciente revisión del Programa Macroeconómico, el Central reiteró su compromiso de mantener la inflación en su rango meta. “(El Banco Central) evaluará las distintas opciones de política y su impacto sobre el resto de variables macroeconómicas y realizará, de manera gradual, los ajustes en sus instrumentos de política en procura de que la inflación esté contenida en el rango meta de largo plazo”, comunicó la entidad el pasado 23 de julio.
Respecto al comportamiento acumulado, es decir, la variación entre enero y julio, fue de 0,85%. Hace un año, los resultados fueron distintos: la interanual era notablemente menor (1,16%) y la acumulada fue más alta (1,33%).
Según el reporte del INEC, entre los productos que subieron de precio están los paquetes turísticos, el tomate y la pizza. Los que tuvieron un mayor impacto hacia la baja fueron el aguacate, la pechuga de pollo y perfumes.
Al considerar los grupos que componen el IPC, los que más aumentaron fueron entretenimiento y cultura; alimentos y bebidas no alcohólicas; muebles y artículos para la vivienda y comidas fuera del hogar y servicios de alojamiento.
Entre los que registraron descensos están prendas de vestir y calzado, bebidas alcohólicas y comunicaciones.
La medición interanual más alta de este año fue en marzo, cuando marcó 2,61%. Desde octubre del 2017 el IPC se mantiene en el rango meta. Antes de esa fecha las cifras fueron menores e incluso negativas.
En marzo del 2015 es cuando se presentó el porcentaje de variación más alto. En ese entonces fue de 3,05%, después de que el indicador tuviera un periodo relativamente elevado.
Respecto al comportamiento del IPC mostrado en los primeros meses de este año, el BCCR indicó en junio pasado en su Informe de Inflación que los principales indicadores macroeconómicos (agregados monetarios, brecha del producto y expectativas inflacionarias) habían mostrado un comportamiento compatible con la relativa estabilidad de precios, a pesar de la presión al alza en el precio de los combustibles (29,5% de incremento promedio en el primer semestre del presente año con respecto a igual lapso de 2017).
“En el primer semestre de 2018 crecieron a tasas inferiores a las previstas en la programación macroeconómica, por lo cual no generaron presión adicional de demanda sobre la meta de inflación. Además, en este lapso se observó un aumento en la dolarización del ahorro financiero (especialmente en los pasivos de corto plazo) y se mantuvo la desdolarización del crédito observada desde meses previos”, comunicó el Central en ese informe.