Aunque la inflación ya entró dentro del rango meta del Banco Central de Costa Rica, la sensación de que el dinero alcanza cada vez menos no se ha esfumado. Esto no es de extrañarse cuando han sido los alimentos, bienes esenciales dentro de la canasta de consumo diario, los que han sufrido una buena parte de esta escalada de precios.
El Financiero seleccionó cinco de los platillos comunes del país para medir, en promedio, cuánto más pagan los costarricenses por los ingredientes que componen estas comidas entre enero del 2022 y abril del 2023. Se eligió el gallo pinto, el casado con bistec de res, la olla de carne, el espagueti y el arroz con pollo como las preparaciones a medir. Además se escogieron los ingredientes básicos para cada plato, evidentemente el uso de diferentes ingredientes puede subir o bajar el promedio.
El punto de comparación decidió anclarse a enero del 2022 en lugar de la más tradicional variación interanual para evitar que el efecto base (los precios más altos de abril del año pasado) difuminara el encarecimiento. Para dicha fecha el golpe inflacionario todavía no había impactado con fuerza debido a que el conflicto entre Rusia y Ucrania (el cual amplificó la subida de los alimentos) no se había desatado.
Además, la comparación interanual en este momento está afectada por efecto matemático, sencillamente se contrasta el nivel actual (más bajo) con el anterior (más alto) y eso ocasiona un descenso producto de la operación.
Los datos de cada ingrediente se tomaron del último Índice de Precios al Consumidor (IPC) que calcula el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Espagueti
De estas preparaciones, la que más subió de precio en promedio, fue el espagueti, especialmente bajo la receta con salsa boloñesa. Esta pasta fue empujada, principalmente, por el aumento en el tomate, uno de los bienes cuyo precio más se ha disparado desde el 2022. Los ingredientes básicos para este platillo subieron en un 24,48%.
Los cinco insumos y sus respectivos incrementos fueron el tomate (49,66%), la pasta (14,27%), la carne molida de res (13,85%), la cebolla (12,92%) el aceite (36,03%) y la sal (20,15%). Estos dos últimos componentes son comunes y se repetirán en el resto de platillos.
Casado
El casado con bistec de res es el segundo que más se ha encarecido durante el periodo seleccionado con un incremento, en promedio, del 22,01%. En este caso el tomate (para la ensalada) y los frijoles (36,54%) son los que más empujan el precio hacia arriba. El arroz ha sido el ingrediente que menos ha aumentado con 2,24%, seguido del bistec de res con 5,07%.
El casado en restaurantes, sin embargo, ha tenido un incremento menos marcado. El INEC cuenta con una subclase en la que calcula las variaciones de las “Comidas y bebidas fuera del hogar” y en ella se encuentra este plato con un aumento del 8,48%.
Gallo pinto
El tradicional gallo pinto tampoco se ha escapado de la inflación. El precio de los ingredientes que componen este desayuno han crecido un 18,20%, en promedio. Además del aceite (36,03%), el cual utilizan todos los platillos, los frijoles y el huevo (36,54% y 22,87%, respectivamente) son los ingredientes que más se han encarecido en los últimos 16 meses. El resto de componentes subieron de la siguiente manera: sal (20,15%), salsa inglesa (15,03%), culantro (12,97%), cebolla (12,92%), chile dulce (5,07%) y arroz (2,24%).
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Al igual que el casado, este desayuno tiene su propio cálculo de precios si se come fuera del hogar y registró una subida del 5%.
Arroz con pollo
El arroz con pollo es, dentro de la selección, el platillo menos golpeado por la inflación: sus ingredientes subieron en un 12,94%. La pechuga de pollo disminuyó un 2,10%, mientras que el consomé subió un 16,25%. El resto de elementos que subieron fueron la sal, el aceite, la cebolla y el chile dulce.
Olla de carne
La olla de carnes es la segunda comida que menos ha subido de precio con un 13,24% y la única que registra tres ingredientes con variaciones negativas. La zanahoria es el ingrediente que más empuja el precio hacia abajo con una disminución del 21,44% entre enero del 2022 y abril del 2023, seguido de la baja del 9,46% que tuvo el apio en ese mismo periodo. El plátano también tuvo una ligera disminución del 1,46%.
La papa, sin embargo, sube la factura con un incremento del 57,72%. El chayote, con un 16,77%, también aporta hacia el alza. El resto de ingredientes, salvo el aceite y la sal, suelen rondar una subida en sus precios alrededor del 10%, como la posta de res (11,76%), la yuca (10,99%) y el culantro (12,97%).
Origen de los incrementos
Una gran parte del encarecimiento en los alimentos proviene de choques externos, los cuales se amplificaron con la invasión de Rusia a Ucrania.
Estos dos protagonistas del conflicto coinciden en ser dos piezas clave en el comercio internacional de trigo, maíz y aceite de girasol. Con ambos en guerra, el precio de estos bienes básicos para la alimentación se disparó a nivel mundial.
Además, Rusia es uno de los principales exportadores de fertilizantes del mundo, una materia prima vital para que el engranaje de la agricultura funcione.
A estos impactos relacionados con el comercio mundial, también se le une un clima desfavorable que en 2022 le causó grandes pérdidas a la industria agropecuaria costarricense.
De hecho esta combinación de golpes externos y climáticos se evidencia en el Índice de Actividad Económica de este sector (Imagro), el cual acumuló 11 meses consecutivos en contracción en 2022, de enero a noviembre.
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Precios retroceden
A pesar de los aumentos que se han presentado en los últimos 16 meses, los resultados se hacen más favorables cuando el análisis se reduce a únicamente al primer cuatrimestre del 2023. Este año lleva tres meses consecutivos en los que la variación mensual del IPC retrocede y eso se ha notado en el precio de los alimentos.
De hecho, los cinco platillos seleccionados tienen, en promedio, ingredientes con un menor precio en abril del 2023 en comparación con el que tuvieron en enero del mismo año. Preparar un espagueti ahora es un 11,55% más económico, lo mismo sucede con el casado (-8,45%), el gallo pinto (-7,61%), el arroz con pollo (-9.93%) y la olla de carne (-8,85%).
Ingredientes como el tomate, la cebolla, el aceite y el chile dulce tuvieron disminuciones mayores al 30% en el IPC entre enero y abril del 2023.
El Imagro, por su parte, ya dejó de caer, y si bien su tasa de crecimiento interanual está lejos de considerarse como alta, ya acumuló cuatro meses consecutivos con ligeros incrementos menores al 1%.
También han disminuido los precios de algunos insumos importados, en especial los fertilizantes, utilizados en las plantaciones agrícolas y en la producción pecuaria. Para marzo del 2023, el precio internacional de los fertilizantes disminuyó 30,4% con respecto al mismo periodo del año previo, según explica el Boletín del Índice Mensual de Actividad Económica del Banco Central.