El ministro de Hacienda, Nogui Acosta, presentó este jueves 18 de mayo un plan para globalizar todos los ingresos en el impuesto de renta.
“Vamos a abandonar la idea de que un trabajador paga un impuesto, una persona física con actividad ejecutiva paga otro impuesto y que vamos a tener una dispersión en el pago”, mencionó Acosta durante la conferencia de prensa.
Para las personas físicas, el tributo gravará las rentas de fuente costarricense originadas del trabajo personal dependiente, pensiones, ejercicio de actividades económicas, así como las rentas pasivas generadas en el territorio nacional y fuera de este.
Para determinar este impuesto, el proyecto de ley pretende integrar todas las rentas gravables en una sola base imponible. Con el objetivo de evitar un gravamen excesivo, la base imponible de las personas físicas se dividirá en:
- Una base general que integrará las rentas del trabajo personal dependiente, jubilaciones y pensiones, las rentas derivadas del desarrollo de una actividad económica y los rendimientos del capital inmobiliario.
- Una base especial que tomará en cuenta las rentas del capital mobiliario, sobre las cuales se pueden deducir ciertos gastos, y las ganancias del capital.
En el caso del régimen general, se aplicará una tarifa progresiva que va desde 10% hasta 30%, dependiendo del tramo en que se ubique la persona física.
Sin embargo, estos impuestos se pagarían después de que se aplique el mínimo vital. “Las rentas netas se integrarán y compensarán para conformar la base imponible general, que será ajustada por el mínimo vital (¢10.104.000), correspondiente al monto anual sobre el cual no se deberá establecer gravamen alguno”, explica el documento de Hacienda enviado este 18 de mayo bajo el título de Hacienda en acción: trazando la prosperidad fiscal.
LEA MÁS: Gobierno ve con buenos ojos reforma de renta global: “Es un esquema mucho más equitativo”
“Este es un tema importante porque la principal discusión del proyecto que estuvo en la Asamblea Legislativa y fue archivado era que bajaba el mínimo vital y eso tenía un impacto en las personas. Nosotros, dada la prosperidad fiscal que tenemos, estamos avanzando en uniformar el mínimo vital. No le vamos a quitar a los trabajadores, le vamos a subir al trabajador independiente ese mínimo vital para uniformarlos”, dijo Acosta.
La tarifa se dividirá según los siguientes ingresos anualizados:
Cuando la persona llega al tramo más alto, el 30% se establece solo sobre el monto que exceda los ¢37,89 millones anuales.
En el caso del régimen especial, se van a tener rentas de las inversiones, de los dividendos y de las rentas extraterritoriales, todas van a estar integradas y van a tener un único impuesto del 15%.
Con respecto a los no residentes, tanto físicos como jurídicos, se abandonaría el esquema del impuesto sobre remesas al exterior. El Gobierno, en cambio, propone un impuesto que recaiga sobre las rentas de fuente costarricense, obtenidas por los contribuyentes no residentes en el país.
Dentro de estas rentas se consideran los rendimientos del trabajo personal dependiente y pensiones, los provenientes del ejercicio de actividades económicas, rentas de capital, y ganancias y pérdidas de capital.
En este tributo, el tipo impositivo aplicable será de 15%.
Impuesto sobre la renta de personas jurídicas
Para las personas jurídicas, el tributo gravará las rentas de las personas jurídicas y las instituciones que sean residentes fiscales en Costa Rica.
El impuesto recae sobre las rentas de fuente costarricense, contemplando aquellas que son resultado de una actividad económica; las rentas y ganancias de capital.
“En estos últimos casos, por tratarse de rentas pasivas, se impulsará que estén sujetas a imposición tanto los rendimientos territoriales como extraterritoriales. También, se aclaran las reglas aplicables a los ingresos y gastos por diferencias cambiarias originadas por operaciones en moneda extranjera, para así poner fin a una disputa de décadas”, menciona un documento enviado por el Ministerio de Hacienda este jueves 18 de mayo.