El Ministerio de Hacienda acomoda sus cartas para no presionar las tasas de interés en el mercado local a lo largo del 2016.
En el segundo semestre de este año, la entidad trabajará en aligerar el perfil de vencimientos del próximo período, según dio a conocer en la presentación del Plan de Endeudamiento Interno, la semana previa.
El Gobierno procurará aumentar el saldo de su flujo de caja, mediante dos acciones: continuar con el programa de canjes pero con los vencimientos de deuda en agenda para el próximo año y aumentar su captación.
A esa lista se suma, a su favor, el último tracto de los eurobonos prácticamente intacto.
Sin embargo, el alto déficit fiscal y una economía desacelerada son algunas de las variables que podrían jugar en contra.
La balanza podría ser más positiva si los proyectos de reforma a los impuestos de ventas y renta fueran aprobados este año.
Hacienda dio a conocer que a finales de julio enviará esos proyectos a la Asamblea Legislativa, lo que enviaría una buena señal a calificadoras y organismos financieros internacionales.
Panorama del 2016
El Gobierno enfrentará un 2016 en el que vence el 11% de la deuda pública, que asciende a un total de ¢11.593.030 millones.
Para hacer frente a esa obligación, Hacienda pretende aumentar el saldo de su caja. “Estamos planteando cerrar con un nivel de caja muy superior de lo que se planteó el año anterior”, dijo Mauricio Arroyo, subtesorero.
Lo anterior, generaría menos presión en el mercado local, ante una menor necesidad de acudir a este por más recursos.
La estrategia acude de primera mano al saldo sin ejecutar de la última emisión de eurobonos. A mayo pasado, de $1.000 millones solo habían sido ejecutados ¢11.466 millones ($21 millones).
Ese monto ayudará en el inicio del 2016, pero será insuficiente para enfrentar las obligaciones de todo el año, por lo que entran en juego las otras dos tácticas: canjes y mayor captación.
Los principales vencimientos están concentrados en marzo, junio, julio y setiembre, por lo cual serán las primeras que se canjearán, comentó Arroyo.
Esta tarea arrancó en el primer semestre del 2015, cuando se canjeó ¢236.115 millones, de los que ¢103.411 correspondían a títulos que vencían en el 2016.
La segunda táctica es aumentar la captación. Para los primeros seis meses del presente año, la proyección de colocación de títulos era de ¢1,1 billones, pero fue superada en ¢39.143 millones.
Además, para el segundo semestre, la expectativa es captar ¢980.000 millones, cifra un 10% mayor al monto estimado para el mismo periodo del 2014.
Esos elementos alivian la eventual presión sobre las tasas de interés locales, por lo que se espera un ambiente de tasas estables en 2016, explicó Mauricio Hernández, Portfolio Advisory Group Scotiabank.
A la vez, el mercado reconoce que la presión que Hacienda pueda ejercer en las tasas de interés no dependerá únicamente de su plan de acción.
La desaceleración de la producción y la actividad económica del país podrían jugar en contra; lo mismo que una posible alza de tasas de interés internacionales.
El creciente déficit fiscal sigue siendo la mayor preocupación.
“Ante un escenario económico adverso, donde no cuente con fondeo de organismos internacionales, Hacienda se vería obligado a captar”, dijo Hernán Varela, jefe de estrategia de Aldesa.
La posible llegada de una reforma a los impuestos de ventas y renta ayudaría a la posibilidad de fondearse en el exterior.
Su puesta en marcha enviaría una señal positiva a las calificadoras de riesgo y los organismos financieros internacionales, dijo Fernando Rodríguez, ministro a.í. de Hacienda.