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Más allá de la formalidad, ¿el país experimenta una flotación administrada ?
Me parece que la banda cambiaria ya se murió, pero nadie le ha dicho. El hecho de que el techo esté en más de ¢800 lo hace totalmente irrelevante. El piso ha dejado de ser relevante en los nueve meses que llevamos de este año. De hecho, en lo que estamos, es en una flotación administrada.
¿Qué nos dice la labor del Central en las últimas semanas?
El Banco Central está administrando el tipo de cambio con una bandita implícita muy pequeña, sin hacerlo oficial. Tiene una preferencia revelada (que se infiere de acuerdo al comportamiento) por estabilidad cambiaria a un nivel de ¢540. La posición del Gobierno fue: ‘Voy a parar el aumento porque me gusta la estabilidad’. Las primeras semanas de la administración se hablaba de achicar la banda para reducir la volatilidad. Lo que descubrieron es que se puede operar la volatilidad sin eliminar la banda ancha.
¿Ha sido astuta esa acción?
Lograron el objetivo. Yo lo que decía es: ‘No se aten de manos’. La razón por la cual pusimos el techo de la banda subiendo era para que fuera irrelevante en algún momento, para dejar la posibilidad al Central de subir el tipo de cambio sin tener que hacer lo que se tuvo que hacer en el 2009, que fue levantarlo. Está muy alto. Si hay alguna presión, tiene suficiente espacio para moverse; si hubiera achicado la banda, no lo puede hacer.
¿Es necesario que el banco anuncie formalmente la flotación administrada?
Creo que es irrelevante, en el sentido de que las bandas no están jugando ningún rol. El valorar si las quito, ¿qué me añade? Desde el punto de vista pragmático, no le veo tanto sentido. Para efectos de calificadoras, y el Fondo Monetario, sí sería interesante decir que estamos en flotación.
