Lima . De acuerdo con la perspectiva del Fondo Monetario Internacional (FMI), el paquete tributario propuesto por el Gobierno para contener el creciente déficit fiscal “no es oneroso y es creíblemente realizable”, pero debe ser aprobado lo antes posible.
De lo contrario, no se sentará un buen precedente, afirmó Krishna Srinivasan, director adjunto del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo, en una entrevista con EF.
La proyección del Gobierno es que el faltante llegará al 5,9% del PIB al cierre de este 2015 y la deuda pública alcanzaría el 50% de la producción en el 2016.
Para enfrentar el problema, se presentó al Congreso una reforma que incluye dos proyectos principales: el del Impuesto sobre el Valor Agregado (IVA) y el de renta global.
Según Srinivasan, se trata de un plan totalmente realizable.
Este analista participó en la Reunión Anual de Gobernadores del FMI y del Banco Mundial, llevada acabo la primera semana del presente mes en Perú.
Mostró una visión positiva para Costa Rica, aunque reconoció la urgencia de aprobar la reforma fiscal. Eso sí, aclaró que es insuficiente para estabilizar el crecimiento de la deuda.
¿Cuál es la visión general que percibe en la economía de Centroamérica?
Centroamérica es una de las regiones a las que le está yendo mejor en Latinoamérica. El crecimiento está entre 3% y 4%, dependiendo del país y es, en parte, porque los precios de los combustibles han bajado, lo cual les da un empujón. La recuperación de Estado Unidos se está comportando bien, lo que también da otro empuje en términos de demanda de las exportaciones, el turismo y otros.
“Además, la inflación está controlada y las expectativas también están controladas, entonces es una región donde vemos expectativas buenas”.
¿Cuál es el panorama para Costa Rica?
En Costa Rica, tuvimos un crecimiento de 3,5% el año pasado y este año vemos un 3% porque tuvimos algunos choques externos; la demanda externa no ha estado tan bien, a pesar del empujón por la mejora en EE. UU. y por los precios del petróleo. Hemos bajado nuestra perspectiva a 3%, pero creemos que va a subir al 4% en el 2016, lo cual sería bueno.
“Además, la inflación ha caído de forma significativa, pero es posible que vuelva al 4% el otro año. La otra razón por la cual hubo una baja en la proyección de crecimiento de este año es porque la salida de Intel fue más rápida de lo esperado”.
¿Cuales son los riesgos a mediano plazo en la región?
Está la normalización de la política monetaria en EE. UU., pero el lado bueno es que ese proceso va ligado con un fortalecimiento de la economía de ese país. Si ellos están bien, empieza el proceso de normalización monetaria, y eso es bueno para nosotros.
“Pero, hay aspectos en los cuales este proceso no es positivo, en términos de la volatilidad que se puede generar en los mercados, en que se aprieten las condiciones financieras y en que puede haber volatilidad en el mercado cambiario.
“El otro riesgo, y no es específico para Costa Rica, es qué pasa si China se desacelera más. Ahora, esto no tiene un impacto directo en Costa Rica porque exporta a China y también a EE. UU., pero es un riesgo a tomar en cuenta”.
¿Qué otros desafíos debe tener Costa Rica en el radar?
En cuanto a los riesgos domésticos, los niveles de deuda están muy elevados. La situación fiscal es muy frágil, y las agencias calificadoras los están siguiendo muy de cerca. Ya se han enrutado con un programa de consolidación fiscal, pero el paquete debe pasar por el Congreso y la pregunta es: ¿qué pasará ahora? En todos los países, el Congreso juega un gran papel en aprobar o no un paquete.
“Lo que vemos es que tiene un déficit fiscal del 6% (del PIB) y la deuda es del 45%, pero si quieren estabilizar la deuda, necesitan un ajuste entre 3% y 3,25% del PIB.
“Aun si el paquete pasa tal cual está en el Congreso, hay una brecha. Entonces, hay dos temas ahí: tiene un paquete que es consistente con lo que hemos recomendado y que debe ser aprobado, pero más allá de eso necesitan más medidas para lograr ese ajuste entre 3% y 3,25% en los próximos cuatro años”.
¿Qué más tiene que hacer el país para solventar esa brecha?
Lo que hemos sugerido en términos de IVA y en cuanto al impuesto sobre el ingreso es elevar las tasas y aumentar la base del impuesto.
“Sin embargo, es aún más importante esa brecha, que es algo que el Gobierno debe discutir”.
¿Qué tan urgente es la aprobación de la reforma fiscal?
Es importante para Costa Rica avanzar con el plan de reforma, pero creo que lo que se ha recomendado es algo que es creíblemente realizable. A veces se puede decir que un paquete es muy elevado, pero en este caso, un ajuste de 3% o 3,25% en 4 años, es creíblemente realizable.
“Ya tienen un paquete presentado, que deberían aprobar rápido y luego tomar medidas para solventar la brecha. Es importante para anclar la confianza y un crecimiento más sólido.
“Ustedes tienen un crecimiento que no es tan fuerte este año, pero querrán que sea más fuerte en el mediano plazo. Es importante que avancen con este paquete lo antes posible”.
Usted mencionó la normalización monetaria en EE. UU., ¿cuál sería el impacto para Centroamérica y Costa Rica?
Hay un efecto positivo: la Reserva Federal hará el ajuste cuando los datos sean consistentes con la necesidad de tensar la política. En otras palabras, cuando la recuperación ande bien y el desempleo esté cayendo, entonces hay buenas condiciones para empezar el ajuste, pues las políticas siempre andan mirando hacia delante. Y eso es bueno porque significa que la recuperación de EE. UU. está bien y es un punto importante para la región.
“Por otro lado, cuando suban las tasas en EE. UU., las condiciones financieras para Centroamérica también se tensarán y la pregunta es cuál factor es más grande. Nuestra perspectiva es que para Costa Rica, el impacto será positivo, pues si EE. UU. crece más, entonces hay más demanda”.
En medio de estas condiciones y la reducción del crecimiento en China, en nuestro país, ha habido algunas discusiones sobre si es necesario incrementar el tipo de cambio, ¿qué opina al respecto?
A principio de este año, ustedes modificaron el régimen cambiario y ese fue un paso para avanzar hacia las metas de inflación. Conforme a lo que hemos visto en otros países, ante el impacto por la desaceleración económica, tener una mayor flexibilidad cambiaria es un buen amortiguador y eso es bueno para Costa Rica, pero, nuevamente, deben tener algunas precondiciones.
“En cuanto al Banco Central, cuando la inflación bajó, aflojaron la política monetaria y la expectativa es que el otro año estarán más cerca de la meta de inflación. Por ahora, pueden mantener la política monetaria más acomodada, pero cuando la marea de la inflación empiece a subir, deberán empezar a tensar la política (subir las tasas)”.
El Banco Central ha estado recortando su tasa de interés para tratar de impulsar el crecimiento, ¿cree usted que no deberían hacerlo más?
El apoyo que ha dado el Banco Central es apropiado. Alguna mayor flexibilidad cambiaria ayudaría y también impulsar la demanda pero, en cuanto mejoren las condiciones en EE. UU., eso les puede ayudar a recuperar impulso.
“Si la economía sigue bajando, pueden recortar las tasas un poco más, pero por ahora es apropiado dejarlas como están, y si la inflación empieza a subir, entonces pensar en tensar la política, pero en el camino, no ahora”.