El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó un préstamo de $508 millones que solicitó Costa Rica para atender la emergencia provocada por COVID-19.
Aunque se cuenta con el visto bueno del FMI, el Gobierno deberá recibir luz verde por parte de la Asamblea Legislativa para estos recursos.
El proyecto de este crédito pasará al Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica (Mideplan) y el Banco Central de Costa Rica (BCCR) para su análisis y criterio institucional, posteriormente se enviará al Congreso para su análisis, explicó el comunicado de prensa emitido la tarde de este miércoles.
“Los fondos son oportunos para respaldar los gastos esenciales de salud y las medidas de alivio dirigidas a población vulnerable, y para atender la urgente necesidad de balanza de pagos derivada de la pandemia”, explicó el FMI en su comunicado de prensa.
El crédito utiliza el Instrumento de Financiamiento Rápido, por lo que el desembolso llega a las arcas del Gobierno Central en un solo tracto.
Equivale a 369,4 millones de Derechos Especiales de Giro (100% de la cuota, es decir aproximadamente $504 millones al tipo de cambio de hoy), indicó el ente internacional en su comunicado.
Estos recursos servirán para que Costa Rica respalde los gastos esenciales de salud relacionados con COVID-19 y las medidas de alivio dirigidas a los sectores más afectados y a población vulnerable.
También, “sirve de catalizador para financiamiento adicional de otros socios para el desarrollo”, anotó el documento.
Sin duda la respuesta positiva del FMI abre la puerta para que el país reciba más recursos provenientes de organismos multilaterales, como es el caso del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Así lo afirmó a EF la ministra de Planificación, Pilar Garrido, durante una entrevista a mediados de abril. “En caso de que el FMI acepte dar estos recursos de apoyo presupuestario, entonces el Banco Interamericano de Desarrollo también estaría colocando recursos de parte de ellos para alcanzar los $800 millones de los que habló el ministro de Hacienda”, comentó.
“Me complace que la comunidad financiera internacional haya demostrado confianza sobre el marco de política fiscal que adoptó el país para atender la crisis económica que estamos viviendo a causa de la pandemia. Esta confianza se reflejó en la decisión positiva del FMI”, afirmó Rodrigo Chaves, ministro de Hacienda.
Las condiciones del crédito son: una tasa de interés que a la fecha sería de 1,55% anual y un plazo de cinco años.
Esa tasa ofrecida a Costa Rica corresponde a 150 puntos base sobre la tasa de interés de los Derechos Especiales de Giro del FMI (ubicada en 5 puntos base en este momento).
Además, los pagos se realizarán de forma trimestral, a partir del momento en que se cumplan tres años y un cuarto del desembolso.
“Los recursos le permitirán al Gobierno financiar la atención de la crisis sanitaria y económica en condiciones muy favorables de tasa y plazo”, anotó Rodrigo Cubero, jerarca del Banco Central.
“Acciones oportunas”
“Las autoridades han tomado acciones oportunas y bien enfocadas para mitigar los efectos adversos de la pandemia”, citó Mitsuhiro Furusawa, subdirector gerente y presidente interino del Directorio Ejecutivo para Costa Rica.
La respuesta positiva del FMI para Costa Rica se da por su valoración favorable respecto a las medidas que ha adoptado el país para atender la emergencia sanitaria, a nivel de salud, pero también de la política fiscal y económica.
El país ha adoptado medidas de cuarentena, cierre de escuelas y espacios públicos, restricciones de viajes y la construcción de un hospital para atender casos del nuevo coronavirus.
Esas medidas, impactarán gravemente la economía en el corto plazo y provocarán un deterioro fiscal y externo del país, anota el FMI.
Cálculos de este organismo indican que la pandemia ha provocado un déficit en la balanza de pagos de alrededor de $1.600 millones.
“El gobierno está implementando de manera apropiada un relajamiento temporal de los límites de gasto en el Marco de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas”, afirma el comunicado.
También destaca que las autoridades han mantenido una política monetaria acomodaticia y un tipo de cambio flexible y han proporcionado liquidez a los mercados, en función de las necesidades. Aspecto que se debe mantener aun pasada la época más dura de la crisis.
Aunque se valora positivamente la labor hasta ahora, Furusawa destacó que luego de la crisis el país deberá endurecer medidas aun más para volver al camino de la consolidación fiscal; de forma que el Gobierno esté anclado por la reforma fiscal del 2018, con la regla fiscal, pero acompañado de más ajustes.
“Acompañar la regla con medidas adicionales de ingresos y gastos durante el periodo 2021-24, junto con la venta de activos, sería importante para colocar la deuda en una senda sostenida a la baja”, anotó Furusawa.