Este 3 de febrero la agencia Fitch Ratings rebajó la calificación para el riesgo soberano de largo plazo de Panamá. El país paso de tener una calificación de ‘BBB’ a ‘BBB-’ con perspectiva negativa.
De acuerdo con el comunicado de prensa compartido por la calificadora, la degradación de calificación responde a un ‘severo debilitamiento de las finanzas públicas’.
Previo al impacto de la pandemia el país ya tenía dificultades económicas que tras la aparición de la COVID-19 se exacerbaron.
“La contracción sin precedentes del PIB y la pérdida de ingresos del gobierno han provocado un aumento sustancial en deuda. Además la baja y decreciente relación ingresos/PIB indica que el país tiene un espacio fiscal limitado para responder a los shocks económicos”, advierte la agencia en el comunicado de prensa.
La perspectiva negativa indica los riesgos para la trayectoria de la recuperación en la deuda pública y la incertidumbre en la senda de consolidación fiscal.
Fitch ratings apunta que una pandemia prolongada y los retrasos en la distribución de las vacunas son los principales riesgos que acechan la consolidación fiscal en los próximos años.
Además los expertos de la agencia estiman que pese al plan de apoyo para poblaciones vulnerables, el déficit del Sector Público No Financiero (SPNF) de Panamá alcanzó el 9,6% del PIB en 2020.
Por otra parte los gastos de capital disminuyeron debido a que las restricciones de movilidad retrasaron los proyectos de infraestructura pública.
Asimismo el crecimiento de los ingresos del gobierno ha estado por debajo del crecimiento de la actividad económica inclusive antes de la pandemia. De manera que los ingresos fueron del 18,4% del PIB en 2019 por debajo del 20% en 2014, a pesar del aumento de ingresos de la expansión del Canal de Panamá.
Fitch explicó que es posible que durante el proceso de reactivación del 2021 la movilización de ingresos se mantenga como un desafío.
Lo anterior responde a la pérdida de ingresos del sector privado en el 2020 y una menor rentabilidad este año que afectarán la recaudación del impuesto sobre la renta, mientras que el aumento del desempleo impactará la recaudación de impuestos basada en el consumo.
LEA MÁS: S&P degrada calificación de riesgo de Costa Rica de B+ a B por deterioro de las finanzas públicas
El Canal de Panamá sigue siendo una fuente constante de ingresos a pesar de la pandemia.
¿Qué pasa en la región?
El pasado 22 de diciembre la agencia advirtió que Costa Rica y El Salvador son los dos países de Centroamérica que están en condición más vulnerable debido a su baja calificación y mala estructura financiera.
Ambos países tienen limitadas sus fuentes de financiamiento, lo que no les permite mejorar las condiciones de su deuda. No obstante, explicó que la capacidad de financiación y los colchones fiscales desempeñarán un papel importante en la forma en que ambos los países negocian la recuperación económica gradual.