La pandemia de la COVID-19 generó expectativas a nivel mundial sobre la creación de una vacuna contra la enfermedad, en ese momento se consideró urgente e indispensable para las economías de todo el mundo que se deprimían ante los confinamientos para frenar la propagación del virus.
Varias casas farmacéuticas y grupos científicos trabajaban por conseguir una vacuna eficaz contra el virus, lo que generó esperanza entre la población y también impactó en las acciones de las compañías.
Los primeros anuncios sobre los resultados de las pruebas de las vacunas así como el inicio de la vacunación en Reino Unido causaron incrementos en los precios de las acciones de las firmas a partir de las primeras aplicaciones el pasado 8 de diciembre. Sin embargo, los valores de las compañías comenzaron a descender y se estabilizaron en los primeros días de enero.
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Ante la diversidad de opciones y en el contexto sanitario que atraviesa el mundo, el economista Douglas Montero explicó que las acciones de las empresas —en el caso de la vacuna contra COVID-19— se mueven por factores como las “emociones” de quienes invierten, usualmente de personas que no se dedican al análisis del mercado.
“En una situación como la que estamos de pandemia, todo el mundo está esperando una vacuna y cuando la primera empresa hace el anuncio, las emociones hacen que la gente se vaya de cabeza”, comentó Montero.
Eso sí, no es de forma generalizada, pues también están las inversiones con mayor análisis de mercado y expectativas a mediano plazo.
En el caso de la de Pfizer y BioNTech, el anuncio de su eficacia de más de un 90% se realizó el 8 de noviembre del 2020. Para esa fecha, las acciones de la farmacéutica estadounidense empezaron una tendencia al aumento. Un mes después, el 8 de diciembre del 2020, las acciones de la compañía subieron a $42,56, el punto máximo en el que se colocó en todo el año. Ese día, la noticia acerca de la primera persona vacunada por el Gobierno de Reino Unido —y la primera en todo el mundo de manera oficial— dio la vuelta al mundo.
Ante esto, Montero señaló que las noticias sobre las vacunas que recorren los medios a nivel mundial , ya sean positivas o negativas, también son un factor que implicarán variaciones en el precio de las acciones.
La vacuna de Pfizer fue la primera en obtener la autorización de emergencia por parte de Estados Unidos y la primera en aplicarse a la población. Costa Rica la utiliza desde el pasado 24 de diciembre. Por persona, se necesitan dos dosis para su aplicación separadas por 21 días.
No obstante, a partir del 8 de diciembre, la curva de la empresa comenzó a caer de la cima y sus acciones cerraron el 2020 en alrededor de los $36 y se ha mantenido en un rango similar en enero del 2021.
Además, según anunció el medio especializado Bloomberg, el 12 de enero anterior las acciones de Pfizer cayeron luego de que su director ejecutivo, Albert Bourla, dijera que las ganancias estarían entre $3 y $3,10 por acción. Ese monto se situaba por debajo de lo que esperaban los analistas.
Germán Morales, socio director de Grant Thornton, mencionó que entre los elementos que inciden en el comportamiento de los precios de las acciones de una compañía en la bolsa están las utilidades que producen a corto plazo.
“Una compañía que en este momento tenga ventas importantes y con márgenes altos, es una compañía que va a cotizar mejor las acciones en bolsa. O bien, compañías que tengan expectativas de crecimiento”, explicó Morales.
Asimismo, las características de las vacunas, como la cantidad de dosis por persona, métodos utilizados o requerimientos de refrigeración, también juegan un papel importante respecto a las apuestas por las empresas a futuro.
Pese a que Pfizer parecía ganar la carrera por la vacuna, otras alianzas y farmacéuticas también han experimentado un vaivén en sus acciones, con precios incluyo mayores a los de Pfizer. El mercado es mundial y una sola empresa no puede cubrirlo, por lo que las que vienen detrás del dúo Pfizer-BioNTech también generan expectativas entre los inversionistas.
Moderna en la carrera
Por ejemplo, el anuncio de la eficacia de la vacuna de Moderna vino pocos días después que la de Pfizer. El 16 de noviembre del 2020 la compañía anunció que su inmunización contra la COVID-19 tiene una eficacia del 94,5%. Al igual que la de Pfizer, necesita de dos dosis por persona.
El 30 de noviembre del 2020, la compañía solicitó la autorización para su aplicación, lo que disparó a la empresa hasta en un 10% en Wall Street, según señalaron medios internacionales. Asimismo, el 8 de diciembre (día en que Reino Unido inició la vacunación con Pfizer) el precio de las acciones de Moderna se disparó a $169,86, casi tres veces más que la de Pfizer pese a no llevar la ventaja.
Aunque inició el año pasado con precios cercanos a los $19, en los primeros 15 días del 2021 ha superado los $104 dólares, pero se ha mantenido por debajo de los $125, es decir, en valores más altos que los anteriores al 8 de diciembre del 2020 pero menores al precio máximo de ese año. La vacuna de Moderna tiene una ventaja: su temperatura debe estar a -20 grados, en comparación con los -70 grados de Pfizer que han dificultado la logística de su transporte.
Por otro lado, el 23 de noviembre la alianza entre Astrazeneca y Oxford anunció que su vacuna tenía una eficacia de hasta 90% y que, además, se diferenciaba de otras porque se transportaba con mayor facilidad.
Las acciones de la compañía alcanzaron su punto máximo del 2020 a mediados de julio, cuando sus acciones estaban valoradas en $61,10. En ese entonces, la empresa había anunciado que la vacuna resultó segura y que tuvo una respuesta inmune en los ensayos realizados.
Desde entonces, las acciones de la empresa empezaron a bajar y experimentaron un repunte en noviembre, cuando la mayoría de farmacéuticas anunciaron el éxito de sus inmunizaciones. Sin embargo, a mediados de ese mes el precio de las acciones cayó una vez más y para el 15 de enero de este 2021 se encontraba cercano a los $51.
Los precios de las acciones de las tres farmacéuticas dependerán en gran parte del avance de la vacunación mundial y los resultados. Un contratiempo en la ejecución o noticias de efectos adversos con alguna de las empresas podrían afectar los precios en la bolsa.
Vacunación y economías
La vacunación no solo influye en las finanzas de las compañías farmacéuticas, sino también en la apuesta por la recuperación de las economías del mundo.
Morales aseguró que el avance en la vacunación es fundamental para recuperar la confianza tanto de la población como de los inversionistas, y con ello la economía costarricense. Con esto coincidió la economista Adriana Rodríguez, quien explicó que se reduce la incertidumbre en el sector empresarial en Costa Rica así como en los socios comerciales del país.
“La vacunación es tremendamente importante, pero falta mucho más que una vacuna en términos de reactivación, para ver una mejora en el consumo interno. La economía venía creciendo muy lento antes de la COVID-19″, comentó Rodríguez.
Además, Morales señaló que si Costa Rica pone buena marcha en la vacunación durante el primer semestre de este 2021, podría tomar ventaja respecto a otros países de la región en temas como la atracción de turismo.
Por su parte, el presidente del Banco Central de Costa Rica, Rodrigo Cubero, explicó en una entrevista con EF que el proceso de vacunación deberá ser rápido y masivo para bajar la tasa de letalidad del virus, y por ende recuperar la confianza de los mercados y consumidores.