Caída en las bolsas, depreciación de algunas monedas, alza en los precios de metales preciosos, pero en general, gran incertidumbre es lo que se ha vivido en la jornada financiera internacional este 24 de junio luego de la decisión histórica del Reino Unido de separarse de la Unión Europea (UE), lo que se ha llamado el "Brexit.
De modo sorpresivo, la decisión de separarse fue respaldada, en mayor parte por la población más adulta de Inglaterra, mientras que los jóvenes votaron por la permanencia en Europa.
Las expectativas sobre el referéndum giraban entorno al resultado contrario, por lo que la noticia generó impacto a nivel mundial. Esto causó una convulsión inmediata de los mercados, al mismo tiempo que exalta la incertidumbre sobre los efectos que esta noticia tendrá en una economía global que ya de por sí crecía a paso lento.
Para dilucidar esos efecto tanto a nivel internacional como a nivel local, EF consultó a diversos analistas, a saber, Alberto Franco, economista y socio de Ecoanálisis; Vidal Villalobos, gerente de estudios económicos de Prival Bank; Adriana Rodríguez, gerente senior de departamento de análisis económico de Scotiabank; Gerardo Corrales, economista y exbanquero; Luis Diego Herrera, economista del Grupo Financiero Acobo, y Paul Ziritt, gerente de estrategia de inversiones de Aldesa Puesto de Bolsa.
Bolsas a la baja y commodities
Las bolsas europeas fueron las primeras en recibir un golpe, afectadas por la decisión de los inversionistas de alejarse de valores riesgosos.
Tras conocerse la salida de Inglaterra del bloque comunitario, el índice princiapl de la Bolsa de Valores de Londres, el FTSE-100 cayó 3,15% al cierre (199,41 puntos).
El principal indicador bursátil español, IBEX 35 sufrió la caída más pronunciada de su historia, con una reducción de 12,35%, para ubicarse por debajo de los 7.800 puntos. Esto se traduce en la pérdida de unos $70.627 millones de capitalización bursátil.
Los inversionistas han buscado valores más seguros como el bono alemán a 10 años, que se ubica en tasas negativas. Otros de los favorecidos serían los bonos del Tesoro estadounidenses, que tienen mejores ratings. Estas tasas han bajado, más que todo en el largo plazo.
Por el lado de los commodities, el oro es un activo de refugio en cualquier tiempo de incertidumbre, por lo que la expectativa es que continúe subiendo. El precio de este metal se disparó más de un 4% en Londres, después de que los inversionistas incrementaran su compra en medio de la volatilidad de los mercados de valores.
En el caso del petróleo, su precio puede reducirse en medio de la incertidumbre que vive el mercado, pero aun es temprano para señalar algún efecto.
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Devaluación de monedas
Las monedas convulsionaron luego de la decisión de los británicos. La libra esterlina llegó a desplomarse, alcanzando niveles no vistos desde 1985, y al cierre de la sesión, se cambiaba a $1,37 por libra. El euro, por su lado, también se depreció hasta los $1,112.
En medio de la incertidumbre, la búsqueda de una mayor seguridad es lo que incentiva que el mercado se aleje de estas monedas.
La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos indicó que está preparada para monitorear los mercados financieros, en conjunto con otros bancos centrales.
"La Fed está preparada para proveer liquidez del dolar por medio de instrumentos de permuta (swaps) con otros bancos centrales, en caso de ser necesario, para enfrentar las presiones en los mercados globales, los cuales podrían tener implicaciones adversas para la economía de Estados Unidos", explicó en un comunicado de prensa de este 24 de junio.
Al ser estas operaciones entre bancos centrales, se evitarían presiones sobre los mercados de divisas dado que estas entidades pactarían entre ellas el suministro de monedas.
Por su parte, se esperaría que el Banco de Inglaterra mantenga su política monetaria laxa o relajada, para asegurar la liquidez en esta moneda, pero sin garantía de que llegue a tener un valor igual o superior al que tenía antes del referéndum.
Algunos analistas prevén que si continua la devaluación de algunas monedas, otros países podrían seguirlos para evitar perder competitividad y desencadenar una guerra de divisas. Sin embargo, es pronto para ver señales en esa línea.
Tasas de interés
La Fed decidió postergar el alza de tasas de interés en su último reunión en junio de este 2016, y economistas a nivel mundial aseguraban que si el referéndum de los británicos concluía con la permanencia en el bloque comunitario, entonces la subidad de tipos estaría de nuevo sobre la mesa en la próxima reunión.
Con la noticia de separación, la posibilidad de que la Fed eleve sus tasas de interés se va reduciendo, inclusive se abre la posibilidad de que el anuncio llegue hasta diciembre o inclusive, hasta el 2017.
La volatilidad de los mercados, la incertidumbre, el menor crecimiento económico de Europa y la afectación del dinamismo de sus principales socios comerciales, serían parte de las razones que detendrían el alza de tasas de la Fed.
Recesión europea
Existe la incertidumbre de si el "Brexit" se traducirá en una fuerte desaceleración económica en Europa y en Inglaterra. De ahí, que los inversionistas trasladen su dinero de acciones a bonos soberanos como una forma de protegerse.
Por esa razón, el precios de los bonos del Tesoro, por ejemplo, han subido en las últimas horas. Lo mismo ocurrirá con títulos de economías con buenas calificaciones de riesgo.
Se espera que en el corto y mediano plazo, el crecimiento económico sea más bajo, del que hubiese sido sin la separación de Inglaterra, debido, entre otras razones, a que la volatilidad en los mercados financieros afecta negativamente al consumo y las inversiones.
Además, las expectativas de quienes toman decisiones de inversión podrían estar deprimidas.
Efectos en Costa Rica
Por el momento, los impactos en Costa Rica son pocos. Los efectos más visibles los pueden percibir el mercado de los bonos soberanos de Costa Rica, pues al existir nerviosismo, los inversionistas abandonan la posesión de bonos con más riesgo, como los costarricenses, y buscan los que en este momento les dan más seguridad, como los bonos del Tesoro de Estados Unidos.
Lo anterior haría que bajen los precios de los instrumentos costarricenses y convirtiéndolos en activos poco demandados.
De mantenerse el desplome de monedas europeas, el dólar seguiría fortaleciéndose, lo que a su vez afectaría la devaluación del colón. Sin embargo, esto depende del grado de intervención que siga teniendo el Banco Central.
Por otro lado, el menor crecimiento de la zona europea puede reducir la capacidad de consumo de las personas, así como los niveles de inversión de las empresas. Si Europa percibe una desaceleración de su economía, esto afectará la importación que hace la zona de productos y servicios.
Lo anterior entonces afectaría las exportaciones de Costa Rica a Europa u otros países que también vean su economía afectada. De los $9.650 millones que el país exportó en 2015, el Reino Unido representó 1,85%.
Por su lado, la Inversión Extranjera Directa (IED) proveniente del Reino Unido, representó únicamente un 1,4% de los flujos de dinero que recibió Costa Rica, una cifra poco significativa como para pensar en que se puede generar un impacto en esta arista.
En el nicho turístico, es de esperar que el flujo de turistas que viajen desde Inglaterra hacia América Latina se reduzca, por la pérdida del poder adquisitivo de la libra esterlina.
Los turistas provenientes de Inglaterra que ingresan a Costa Rica usualmente no son muchos, por lo que no se espera una mayor afectación. De los 2,7 millones de llegadas internacionales a suelo nacional, solo 47.000 provenían de Inglaterra.
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