Las tasas de interés de los bonos en colones que tiene el país en el mercado son, en su mayoría, fijas y están por encima de la curva de rendimiento soberana del Banco Central de Costa Rica al 29 de setiembre.
En total el país cuenta con 67 emisiones en circulación en la moneda nacional, de los cuales más de la mitad son a tasa fija, es decir que el interés no varía sin importar qué tan alto o bajo pueda ser en el mercado.
De todos los Títulos de Propiedad (TP) vigentes, 30 están por encima de la curva de rendimiento, por lo que podrían considerados bonos ‘caros’. En otras palabras, su relación entre la tasa facial o que recibe el inversionista cada semestre, está relativamente lejos de lo que hoy ofrece el mercado por un plazo similar.
Por ejemplo, el 29 de noviembre del 2018, el Gobierno emitió un título con una tasa facial fija de 12,18%. Este vencerá en noviembre del 2021, pero actualmente paga nueve puntos porcentuales por arriba de la curva de rendimiento en el plazo contado en días que falta por llegar al vencimiento.
Así se desprende de un conteo que realizó EF al tomar las tasas faciales y compararlas con la curva de rendimiento que calcula el Banco Central de Costa Rica.
Algo similar sucede con un bono que salió en el 2014, el monto colocado fue ¢235.800 millones. El plazo pendiente es de 352 días, pero su interés es de 10,50%. Su margen con respecto a la curva de rendimiento está 7,2 puntos porcentuales arriba.
Son 11 emisiones de bonos que tienen una tasa facial bruta de un mínimo de cuatro puntos porcentuales por encima de la curva.
Los rendimientos del Banco Central son solo un parámetro de comparación con información de lo que pondera el mercado en este momento. No obstante, las diferencias pueden ser mayores si usa como comparación otros indicares como la Tasa Básica Pasiva o la inflación en caso de obtener una tasa real.
El propósito actual de Hacienda es bajar el costo financiero para tener la posibilidad de subejecutar los intereses internos de los títulos valores de corto y largo plazo.
En el corto plazo, por ejemplo, hay un bono que vencerá en 380 días, su tasa de interés bruta es una de las más altas con 10,25%, en relación con la curva está 6,86 pp arriba del promedio. Estas son el tipo de emisiones que le generan al estado un alto costo de pago en intereses.
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Conforme se negocien esas tasas elevadas el país tendrá más opciones para reducir el monto que paga por intereses, lo que consecuentemente le permitiría iniciar un proceso de reestructuracion de deuda interna.
Por el momento, la prioridad debería ser mejorar las condiciones de aquellos bonos que su tasa facial supera varios puntos con respecto a las condiciones de mercado. La posibilidad de acceder a recursos del Fondo Monetario Internacional le quitaría presión al Ejecutivo en la labor de emisión de títulos y así renegociar los pasivos más caros.