El reporte negativo mes a mes puede volver muy tentadora la idea de trasladarse de Operadora de Pensiones Complementaria (OPC), especialmente cuando la entidad a la que está afiliado tiene los registros más golpeados que el resto. Sin embargo, solicitar un traslado en el momento equivocado podría salirle muy caro.
¿Cuándo es “el momento equivocado”? Precisamente uno como el que están viviendo todas las operadoras durante este 2022: caídas generalizadas en las rentabilidades a corto plazo causadas por fuerzas externas y coyunturales.
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Actualmente, las seis OPC del país han presentado rentabilidades anuales negativas en lo que se refiere al manejo del fondo del Régimen Obligatorio de Pensión Complementaria (ROP), el más grande con el que cuentan. Este fenómeno no es exclusivo de Costa Rica y, más bien, responde a una caída generalizada de los mercados mundiales ante el aumento de las tasas de interés y el miedo por una recesión económica cada vez más posible.
¿Por qué puede salir muy caro? Porque estas rentabilidades negativas son resultados contables, es decir, responden a que el precio en el que se valoran las inversiones de las OPC ha caído, mas no significa que —al menos todavía— haya habido pérdidas por venta de esos instrumentos.
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Este bajonazo en la valoración de las inversiones sí se materializaría en una pérdida real si el afiliado solicita un traslado de operadora, ya que la entidad debería entonces liquidar la inversión correspondiente —la cual está peor valorada— para transferir los montos a la nueva OPC. En otras palabras: se pasa de una valoración negativa en el papel a una pérdida real.
Simplemente aguantar no suena como una respuesta particularmente satisfactoria, sobre todo cuando se trata de algo tan importante como una pensión, no obstante pareciera ser la solución más prudente, por lo menos así lo consideran la Superintendencia de Pensiones (Supén), las OPC y expertos en la materia, como el exsuperintendente Édgar Robles y el economista Ronulfo Jiménez.
La superintendente de Pensiones, Rocío Aguilar, ha mencionado en reiteradas ocasiones que, una vez pasada esta tormenta, las inversiones se recuperarán, de la misma manera que ha sucedido en el pasado. La última vez que se dio una caída así de profunda fue durante la crisis mundial del 2008 donde, al igual que parece que está sucediendo ahora, un aumento en las tasas de interés y una recesión económica arrastraron a los mercados por los suelos.
Una vez finalizadas estas tormentas donde las rentabilidades caen de manera generalizada, el traslado de operadoras puede volver a considerarse como una opción menos riesgosa ya que, aunque todas los rendimientos de las OPC se mueven más o menos al mismo ritmo —es decir, caen y suben al mismo tiempo— entre cada entidad pueden haber diferencias de hasta un punto porcentual el cual, a futuro, podría traducirse en una mejor pensión.
Aún así, la recomendación es fijarse siempre en las rentabilidades a largo plazo, tomando en cuenta los datos históricos y los de los últimos cinco años.
Todos los afiliados a los regímenes de pensiones complementarias y de capitalización laboral podrán ejercer el derecho a transferirse hacia otra entidad libremente y sin costo alguno, siempre y cuando hayan cumplido con una permanencia mínima de seis meses calendario en una misma entidad.