El movimiento al alza o la volatilidad reciente del tipo de cambio revive la idea de trasladar a colones las deudas denominadas en dólares. Los cambios en el valor de la divisa generan incertidumbre sobre su valor futuro.
Roger Madrigal, director de la división Económica del Banco Central de Costa Rica, explica que desde el BCCR no consideran que la desaceleración del crédito en dólares corresponda a la crisis, sino que es debido a una mayor educación financiera y un mejor conocimiento de los riesgos y costos asociados.
En el mercado tanto las tasas en colones como las de dólares están relativamente bajas, principalmente las de la moneda extranjera. Sin embargo, quienes tienen créditos en esta moneda deben cargar también con el costo del tipo de cambio.
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La incertidumbre generada por la crisis se refleja de manera negativa en el mercado cambiario, de julio a octubre el precio de referencia de venta de la divisa aumentó ¢28, de los cuales ¢14 fueron durante setiembre y octubre, esta volatilidad repercute de manera directa en las mensualidades de los créditos.
El creciente precio de la divisa, la abundante liquidez de colones y las bajas tasas de interés podrían motivar a las personas a colonizar sus pasivos.
Para enero el precio de referencia de venta del dólar era de ¢576,49 se mantuvo relativamente estable hasta abril donde inició su senda al alza en ese mes inició en ¢583,71 pero posteriormente aumentó hasta llegar a su máximo de ¢615,24.
Los especialistas consultados por EF coinciden en que desde agosto han podido observar un fenómeno de colonización de pasivos en dólares que repercute directamente en el mercado cambiario.
Es decir, que las personas no buscan solamente refugiar sus ahorros en una moneda ‘fuerte’ (dólar), sino que intentan colonizar sus deudas, o sea hacer una sustitución del préstamo en dólares por uno en colones, este movimiento genera una fuerte presión en el mercado. Cuando el deudor solicita el préstamo en colones recibirá el dinero que posteriormente tendrá que cambiar a dólares para cancelar la operación crediticia que tenía en dólares.
Esta conversión de divisas se traslada al mercado cambiario como presión compradora que genera un aumento en el precio de dólar.
Sin embargo, el economista Vidal Villalobos asegura que quienes realicen ese movimiento deben tener en cuenta que es probable que conforme regrese la confianza al mercado aumenten las tasas de interés y se estabilice el tipo de cambio.
“Una vez que pasen los eventos de (alta) liquidez que tenemos en este momento, las tasas en colones deberían reconocer el riesgo propio de la moneda por lo que aumentarán, esto implica que las personas podrían ver un incremento en su mensualidad futura”, explicó Villalobos.
EF conversó con varios especialistas para conocer cuáles son los riesgos y desventajas de colonizar los pasivos en épocas de incertidumbre económica, estos fueron algunos de los consejos.
Analistas económicos y el presidente del Banco Central, Rodrigo Cubero, explicaron que la creciente demanda del dólar se debe a factores estacionales, pero a la vez incide la falta de ingreso de divisas por el concepto de turismo, exportaciones e inversión extranjera que son el resultado del golpe a la economía por la emergencia sanitaria.
Datos del Central evidencian la contracción de la cartera de crédito en dólares, para enero del 2020 hay un variación interanual de -2,42% .
Durante este mes la cartera inició con $13.308 millones, pero ocho meses después había disminuido a $13.106 millones.
La desaceleración de los créditos en dólares se mantiene en rangos negativos desde diciembre del 2018. Para setiembre del 2019 empezó a mostrar un leve crecimiento, pero a partir de marzo con la llegada de la COVID-19 al país retoma su descenso.
Tenga un ‘colchón’
Cada vez que se va a adquirir un crédito en dólares el deudor deberá ser consciente de los riesgos cambiarios que esto implica, por lo tanto es recomendable que calcule su cuota con un tipo de cambio de al menos 35% más alto de lo que está en el mercado, solo como un ejercicio hipotético.
Es decir, si actualmente el tipo de cambio de referencia de venta está en ¢615,24 el deudor podría calcular el riesgo cambiario en ¢700, de esta manera podrá tener una idea de los posibles incrementos en su cuota y si aún así conserva la capacidad de pago.
Las tasas de interés fluctúan con el mercado
Actualmente como medida para reactivar la economía el Banco Central de Costa Rica (BCCR) tiene una política monetaria contracíclica y expansiva, la cual se ve reflejada en la tasas de interés.
El Central ha bajado la tasa de política monetaria. A través de este instrumento se envían señales al mercado que repercuten los rangos de la Tasa Básica Pasiva (TBP). En enero la TBP estaba en 5,75%, pero con la llegada de la COVID-19 y sus diferentes consecuencias en la economía al final de octubre se ubicó en 3,35%, es decir en ocho meses muestra una diferencia de 2,4 puntos porcentuales (pp).
Pese que hay un exceso de liquidez, las tasas cambian con los diferentes eventos del mercado, por lo que las personas deberán estimar un posible aumento con el tiempo.
Lo mismo sucede con la tasa efectiva en dólares (TED) la cual abrió el año en 2,47% pero finalizó en octubre con 1,87%.
Leonardo Gamboa, gerente de ventas Coopeservidores explica que se deben analizar las dos tasas de interés, pero se debe considerar hasta qué punto el flujo de caja podrá soportar un aumento en el precio del dólar.
“La población ha empezado a entender que existe riesgo cambiario, el hecho de que una cuota sea más baja en dólares en el corto plazo no significa que se vaya a mantener de esta manera en el largo plazo, el tipo de cambio puede afectar la cuota” explicó el presidente del Banco Central de Costa Rica, Rodrigo Cubero durante una conferencia de prensa el pasado 2 de noviembre.
Cambios en la cuota
María José Acuña, gerente senior de productos de crédito de Scotiabank, aseguró que esto es una decisión que no se puede tomar sin considerar todos los factores involucrados, como el costo de cambio de operación, los factores de riesgo cambiario y la incertidumbre del mercado.
La especialista comentó que la situación es diferente para cada deudor, pero de cara a la colonización de los créditos las personas deben tomar en cuenta que es probable que este cambio implique una alteración en la cuota.
El impacto de un cambio de dólares a colones en un préstamo a corto plazo puede que sea menor, por lo que no es recomendable hacer el cambio.
Mientras que en un pasivo a largo plazo es posible que la persona obtenga mayores beneficios, pues el riesgo cambiario en el tiempo es mayor, lo que implicaría que aunque la cuota aumente la personas siga teniendo más ahorro y menos riesgos.
Todo trámite tiene un costo
Acuña también recomendó que previo a hacer el cambio no solo considere los aspectos de cuotas, sino que realice una lista con todos los costos desde los trámites hasta precios a corto y largo plazo.
Para obtener esta información la persona deberá acercarse a la entidad financiera y solicitar las posibles rutas y precios que implica la colonización de su préstamo. Siempre teniendo en cuenta que el mercado fluctúa con el tiempo y los acontecimientos fiscales.
Vidal Villalobos, explicó también que esta colonización de pasivos junto con los ahorros en dólares han provocado una mayor demanda de la divisa lo que a su vez implica un aumento en el precio.
Ingresos en dólares no le garantiza liquidez
La crisis demostró que pese a que hay personas que percibían la mayor parte de sus ingresos en dólares, esto no necesariamente les garantizaba liquidez. Por ejemplo, el sector turismo que recibía la divisa, pero con la suspensión de los vuelos internacionales el ingreso cayó y las obligaciones se mantenían.
Por otra parte los expertos aseguran que quienes ganen en dólares deberán considerar su capacidad de pago y el costo asociado que tiene un crédito con esta moneda.
Impacto de la pandemia en la cartera de créditos
Desde marzo la cartera de crédito en dólares muestra una contracción, lo que agudiza la tendencia a la baja desde inicios del 2016.
Según Cubero, la reducción de financiamiento en dólares indica que las personas están tomando en cuenta el factor del riesgo cambiario, el cual en años anteriores omitían, comentó también que es un cambio positivo y que implica que cada vez hay más conciencia y educación financiera.
Durante el 2018 la cartera de moneda extranjera tuvo una leve mejoría, pero para noviembre del mismo año continúo desacelerando su paso.
Para finales del 2019 y principios del 2020 se mostró una contracción menor, parecía que la cartera se encaminaba a una recuperación pero tan pronto llegó el impacto de la primera ola de COVID-19 el declive continuó.
Con respecto a los créditos en colones estos parecen tener un ritmo constante durante los últimos tres años, pero de igual manera no crece al compás del 2018 y 2019.