Este martes 30 de enero la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) hizo público por primera vez los resultados de las pruebas de estrés del riesgo de crédito Bottom Up Stress Test (BUST) del 2023. Estas pruebas tienen como objetivo evaluar cuánta resistencia patrimonial tienen las entidades financieras bajo escenarios hipotéticos adversos.
En líneas generales, la jerarca de Sugef, Rocío Aguilar, se mostró satisfecha con los resultados, los cuales derivaron en que todas las entidades que tomaron la prueba, salvo una, mantendrían niveles sanos de suficiencia patrimonial ante fuertes choques.
Para el ejercicio se contó con la participación de 16 entidades, las cuales representan un 91% del total de los activos del sistema financiero supervisado por la Sugef. Entre ellas hay entidades grandes que acaparan individualmente hasta un 20% de los activos, como el Banco Nacional, pero también pequeñas, que solo tienen un 0,9%, como fue el caso del banco Improsa.
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Antes de este año los resultados se publicaban de forma agregada, pero el Consejo Nacional de Supervisión Financiera (Conassif) acordó hacerlo público para promover la disciplina del mercado y que así haya un mejor acceso a información clave para la toma de decisiones de inversión. Las pruebas BUST se hacen desde el 2016.
Resultados positivos
Este examen se hace con dos escenarios, uno base, tomando las proyecciones del Informe de Política Monetaria, además de informes de la evolución de la economía mundial, y otro adverso, el cual utiliza una proyección hipotética de variables macroeconómicas desfavorables.
En el adverso se tomó en cuenta una mayor inflación, caída productiva, poca demanda, deterioro de la actividad económica mayor al proyectado, depreciación acelerada del tipo de cambio, un mercado laboral lastimado y altas tasas de interés.
Bajo ese escenario, 15 entidades lograron salir de la prueba con un Índice de Suficiencia Patrimonial (ISP) superior al 10%, el mínimo que exige la Sugef para que estén dentro de la categoría de “normalidad”.
El ISP es un indicador financiero que provee información sobre la fortaleza del capital de cada entidad supervisada y su capacidad para responder por los riesgos generales de la actividad que realizan. Se trata de una especie de termómetro que sirve para medir la solvencia patrimonial de las entidades financieras. Cuanto más alto es, mejor.
Las categorías son las siguientes:
- Normalidad 1: igual o mayor al 14%.
- Normalidad 2: menor al 14%, pero igual o mayor 12%.
- Normalidad 3: menor al 12%, pero igual o mayor 10%.
- Irregularidad 1: menor al 10%, pero mayor o igual a 9%.
- Irregularidad 2: menor al 9%, pero mayor o igual a 8%.
- Irregularidad 3: menor al 8%.
La única entidad que cedería ante el escenario hipotético sería Coopeservidores, cuyo ISP se colocaría por debajo del 10% en 2024 y 2025, año en el que llegaría a 7,3%. Está calificación lo dejaría en la categoría de irregularidad 3.
“El ejercicio permite determinar la suficiencia para un shock severo y entonces las entidades pueden anticiparse. ¿En qué se anticipan? Básicamente algunas lo harán en una política de dividendos o excedentes más conservadora, en cómo gestionar futuros aportes o incluso en el propio modelo de negocios”, mencionó Aguilar.
Del lado de la Sugef, Aguilar menciona que este examen puede ayudar a los supervisores a intensificar su labor para las entidades que están más expuestas a hipotéticos choques.
La superintendenta agregó que las entidades que han logrado diversificar más su negocio son las que eventualmente estarían mejor preparadas para asumir las adversidades.
“Si yo soy una entidad que solo me oriento a un tipo de negocio, llámese préstamo de consumo o solo a hipotecas y no tengo esa diversificación, lo que suceda si alguna de esas variables impacta mucho a ese modelo, pues obviamente voy a tener mucho mayor nivel de desplazamiento”, dijo Aguilar.
A continuación puede ver los resultados de las pruebas:
Hay entidades como el Popular y Caja de Ande que suelen tener números por encima del promedio por su forma de capitalización, bajo las leyes especiales aplicables, les permite recibir periódicamente aportes de capital relativamente fijos.