Enero de 2023 fue el mes en el que más cayó el tipo de cambio desde que alcanzó su techo histórico de ¢696,76, el 21 de junio de 2022, en el Mercado de Monedas Extranjeras (Monex). Entre la primera y la última sesión del pasado mes el dólar cayó ¢38,7.
Febrero, aunque lleva apenas nueve días y, por ende, la muestra es pequeña, arrancó con una fuerza similar, pero en dirección contraria: el 1.° de febrero la cotización de la divisa empezó ¢557,37 y para el día 9 había subido ¢22,6.
Comportamiento a la baja
Entre la sesión de negociación del lunes 2 de enero y la del martes 31 de enero, el promedio ponderado del precio del dólar en el Monex pasó de ¢596,10 a ¢557,37; lo cual implica una merma de ¢38,73: la caída mensual más alta desde que el tipo de cambio empezó su descenso.
En las 22 sesiones de negociación llevadas a cabo en enero, solo en cuatro (3, 4, 30 y 31 de enero) se observó un incremento en el precio del dólar en comparación con el valor de la divisa alcanzado en la sesión anterior. En los dos casos registrados a inicios de mes, el aumento fue menor a ¢0,5; mientras que en los dos últimos la subida superó levemente ¢1.
Las 18 mermas diarias tuvieron dimensiones que oscilaron entre ¢0,40 y ¢5,93; aunque se pueden percibir como variaciones pequeñas, lo cierto del caso es que, en conjunto, coadyuvaron a que el precio del dólar cayera a niveles que no se observaban desde enero de 2017.
De acuerdo con el Banco Central, la caída en el tipo de cambio responde a la suma de variables como: un superávit del mercado cambiario privado, una mejora en los términos de intercambio ante la reducción del precio de las materias primas importadas, una menor demanda de dólares por parte del Sector Público No Bancario (SPNB) y de las operadoras de pensiones a partir del segundo semestre de 2022, una mejora en el desempeño fiscal y en la percepción de riesgo del país que favorecen en la entrada de capitales al país, y una mayor recepción de flujos de inversión extranjera directa.
Los grupos más afectados por la caída del dólar, en particular los sectores exportadores y turísticos, se han manifestado preocupados por la disminución en el precio de la divisa alegando que le resta competitividad al país.
Dichos grupos organizaron una serie de eventos, foros y conferencias de prensa para compartir sus preocupaciones, también han tratado de abrir conversaciones con el Banco Central de Costa Rica (BCCR) para aliviar la caída. En uno de los foros, llamado “Tipo de cambio y su impacto en la competitividad y la generación de empleo”, Gerardo Corrales, exgerente del BAC, le pidió al BCCR que interviniera en el mercado para evitar los cambios “abruptos” hacia la baja.
Por otro lado, la caída en el tipo de cambio significa un alivio para los costarricenses que reciben sus ingresos en colones pero tienen obligaciones en dólares como, por ejemplo, los deudores que no son generadores de la divisa o los importadores que compran en dólares y venden en colones. Los niveles de inflación también podrían disminuir si esta reducción en el valor del dólar se traslada a los precios finales que pagan los consumidores.
La subida de febrero
Esta caída tomó un giro en U entre el 1.° y el 7 de febrero, días en los que hubo aumentos diarios de hasta ¢6,24. Durante esta subida el Banco Central decidió intervenir con sus tres primeras operaciones de estabilización de ventas los días 2, 3 y 5. Este tipo de intervención tiende a usarse para ralentizar el aumento en el tipo de cambio ya que en ella el Central asume la postura de vendedor en la sesión Monex con el fin de poner un techo al precio de la divisa a través de la modificación de las expectativas. En el caso opuesto, tendría un papel de comprador.
En estas tres operaciones el BCCR vendió $38,64 millones y detuvo por primera vez en el año las compras diarias de dólares que venía haciendo por requerimientos del SPNB. El Banco Central solo puede intervenir en el mercado cambiario para evitar fluctuaciones abruptas, suplir al SPNB y reponer sus reservas.
En los días posteriores a dichas intervenciones el precio del dólar suavizó su subida y los días 8 y 9 de febrero cayó en ¢1,91 y ¢3,96, respectivamente. Estas últimas operaciones no fueron particularmente grandes, sin embargo cuando el Central inyecta grandes cantidades de dólares —por lo menos $100 millones en un periodo de cuatro semanas o menos— suele coincidir con una eventual desaceleración en el alza del dólar.
Más acontecimientos cambiarios
En enero, el Banco Central siguió aprovechando el bajo precio del dólar para comprar y aumentar sus reservas. Solo el jueves 26 de enero de 2023, la autoridad monetaria ejecutó la mayor compra de este mes, pues adquirió $79,2 millones de los $96.548.000 negociados; de acuerdo con las operaciones de estabilización por requerimientos del SPNB.
Desde que en el país se implementó el régimen de flotación administrada, en 2015, el monto total negociado en esta sesión es el más alto que se ha contabilizado. Incluso, según se observa en el apartado de intervención cambiaria disponible en el sitio web del Banco Central, es la segunda cifra más alta desde 2007, la única que la supera es la negociada el 5 de diciembre de 2012: $138.405.000.
Durante las primeras cinco sesiones de febrero el Central detuvo sus compras en el Monex, sin embargo los días 8 y 9, fechas en las que bajó el valor del dólar, sí realizó adquisiciones por $18,76 millones y $47,95 millones, respectivamente.
En febrero también se reversó otra tendencia que venía acompañando la caída del dólar que era el superávit en ventanillas privadas. De los ocho días que lleva el mes en cuatro de ellos los intermediarios cambiarios vendieron más divisas de las que compraron, esto no sucedía, en días consecutivos, desde el 26, 27 y 28 de diciembre. Fue precisamente esa semana decembrina la última vez que el tipo de cambio cerró un viernes con un precio mayor al que tuvo el lunes que lo antecedió.