La implementación de los servicios en Internet de la banca ocasionan el riesgo de excluir a la población de más edad, específicamente quienes no están tan familiarizados con el ambiente web.
Para José Luis Iparraguirre, economista jefe de la Age UK, el sistema financiero puede ser excluyente para ciertos grupos, debido –entre otras razones– a la tendencia de disminución en el número de sucursales bancarias, la reducción en el uso de efectivo y de cheques, así como el aumento de transacciones por Internet. Age UK es una entidad no gubernantes del Reino Unido dedicada a brindar ayuda en el Reino Unido.
Iparraguirre explicó que la experiencia en el Reino Unido (Inglaterra, Gales, Irlanda del Norte y Escocia) ha afectado a las personas que no están acostumbradas a trabajar con el ambiente proporcionado por las computadoras.
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Otras de las exclusiones de las personas mayores se origina por el nivel educativo y de ingreso, por el origen étnico o si se trata de migrantes. "También afecta el nivel de desarrollo o estado cognitivo, pues este merma con la edad. Después existe el hecho de haber sufrido algún tipo de perjuico como un delito de estafa" añadió el economista.
Además, la limitación de movilidad de quienes no pueden acudir a una oficina bancaria, que aunque se puede resolver con el acceso virtual, se trata de personas que están acostumbradas a la utilización del dinero en efectivo.
Iparraguirre explicó que este efecto puede ser algo que denomina "corte", pues se trata de un cambio abrupto en donde las personas mayores se tuvieron que enfrentar a Internet sin ningún tipo de preparación. "Cuando nosotros lleguemos a edad avanzada quizás tengamos ya 30 o 40 años acumulados en el uso de Internet, estaríamos mucho más familiarizados, pero estamos hablando de quienes no tuvieron esos años y ahora de repente tienen que empezar a utilizarla", dijo.
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En Costa Rica para el 2015 la población estimada en más de 65 años era de 586.382 habitantes y representaban el 12% del total según la proyección elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Según Iparraguirre si el proceso de cambio en la banca hacia los servicios de Internet se hace de manera gradual y considerando las necesidades y los problemas que implican este tipo de cambios en los adultos mayores, es posible que en más adelante la nueva población no afronte ese riesgo de quedar excluida de la bancarización.