Durante una conferencia de prensa este martes 25 de agosto, el Banco Central anunció que aplicaría un financiamiento de emergencia para ayudar al Gobierno a pagar sus obligaciones durante los últimos meses de este año.
El financiamiento se da bajo la figura de letras del tesoro, un tipo de financiamiento que no se utiliza en el país desde 1994, cuando el Ministerio de Hacienda se encontraba en una situación riesgosa y no se sabía con certeza si podría cumplir con los pagos que le correspondían.
Las letras del tesoro son una emisión monetaria que hace el Banco Central para financiar a Hacienda en casos de extrema urgencia.
Aunque la ley del Banco Central establece que es prohibido que el Central financie el Gobierno, también establece una excepción a la que recurre en casos de urgencia cuando el Gobierno no tiene recursos.
Según el artículo 52 de la Ley Orgánica del Banco Central, la autoridad monetaria puede comprar letras del tesoro, emitidas de acuerdo con la ley, siempre que no se compren para pagar otras letras del tesoro en poder del Banco Central de Costa Rica.
“El Banco Central no podrá llegar a tener colocado en cartera más de un veinteavo del total de gastos del Presupuesto General Ordinario de la República y sus modificaciones”, cita la regulación, o lo que es lo mismo, un mes del presupuesto.
Según la ley, la tasa de interés de las letras del tesoro no podrá ser inferior a la Tasa Básica Pasiva calculada por el Banco central, que a este día es de 5,75%. La tasa estipulada para esta emisión es exactamente la Tasa Básica Pasiva del día de hoy.
“La Junta Directiva aprobó con unanimidad comprar letras del tesoro de Hacienda, esta es una medida extraordinaria de naturaleza temporal”, afirmó Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central.
En este caso, el acuerdo es de ¢498.000 millones en letras, lo que es igual a 5% del presupuesto nacional para el 2018.
La principal particularidad de este tipo de financiamiento es que tiene que ser pagado en el período vigente del presupuesto, es decir, antes del 31 de diciembre de este año.
La diferencia entre este tipo de emisiones y las emisiones tradicionales que hace el Ministerio de Hacienda es que, por un lado, se hace de manera especial y se negocia solo con el Banco Central.
Además, las letras no pueden ser negociadas en el mercado secundario, como si pueden hacerlo los bonos de Gobierno.
“Las letras son simplemente una documentación para respaldar el préstamo que hace el BCCR a Hacienda”, explicó el economista José Luis Arce.
La compra de las letras se hace con emisión monetaria en operaciones de mercado abierto, conocido como una inyección de liquidez.
¿De dónde sale ese dinero?
El dinero de la emisión sale directamente de las arcas del Banco Central, es decir, es una emisión monetaria que se hace particularmente para esto.
En el balance del Central, la entidad adquiere un activo de Hacienda y lo financia con emisión de dinero.
“El Central está endeudándose con nosotros para darle dinero a Hacienda”, afirmó Arce, al ser consultado sobre el tema.
Cualquier monto que salga del Central, aumenta la oferta de dinero disponible en el mercado, un hecho que podría influir en el comportamiento de la inflación, que por el momento se encuentra por abajo de la meta establecida por la autoridad monetaria, la cual es de 3% anual con un rango de un punto porcentual hacia arriba y un punto porcentual hacia abajo.
Sin embargo, según explicó Cubero, la medida no tendrá efectos inflacionarios.
El jerarca explicó que el Central estará pendiente de cualquier movimiento abrupto en el mercado, para que, en el caso de que sea necesario, contener los efectos para mantener la inflación dentro del rango meta.
Para Arce, la principal implicación de este procedimiento es que aumenta la cantidad de dinero en circulación, sin embargo, en la coyuntura actual, eso es lo menos importante.
“Lo preocupante es la señal fiscal que lanza el Banco Central”, admitió Arce.
¿Para qué le pide el Gobierno dinero al Banco Central?
Básicamente el dinero es para pagar obligaciones corrientes y una importante cantidad de deuda que vence a finales de año.
Según explicó Arce, para final de año hay una gran cantidad de deuda que vence, pagarés de la Tesorería Nacional a muy corto plazo y por tanto, la presión será intensa.
El monto, que deberá ser pagado antes de que termine el año, probablemente sea cancelado con emisiones de deuda, a pesar que la captación en lo que va del segundo semestre del año es relativamente poca.
Arce explicó que la medida se conoce como una operación expansiva de liquidez.
“Se toma la decisión con el compromiso firme y claro de Hacienda sobre el repago de esta emisión que se se fundamenta en operaciones financieras que ya se están gestionando, como contratos de colocación y fundamenta y salvaguarda en el compromiso del Gobierno sobre la necesidad de hacer una reforma fiscal integral”, explicó Cubero.
La ministra de Hacienda, Rocío Aguilar, explicó que existen varios mecanismos para pagar esta colocación. Aunque no detalló cual, una de las posibilidades es hacer el pago con los ingresos que provengan de contratos de colocación o, en el caso de que sea necesario, con mas deuda.
“No hay una sola fuente de repago. Sería lo ideal poder usar los contratos de colocación y algunas otras opciones. Efectivamente, no tenemos la posibilidad de emitir, como si lo tiene el Banco Central, lo sustituimos con otras colocaciones”, explicó Aguilar.