El Banco Central anunció el pasado 31 de enero que había culminado con el proceso de metas explícitas de inflación y que pasará formalmente a manejar el esquema flexible de metas de inflación para tener a largo plazo, una inflación mas estable.
En el informe, explicó que en el 2017 la economía costarricense tuvo inflaciones similares a las de sus socios comerciales, y que, a través de la adopción del nuevo esquema, se podrá lograr un proceso de convergencia de largo plazo.
A pesar de que el anuncio se dio esta misma semana, los analistas coinciden en que el esquema se ha venido ejecutando desde hace unos años, sin que se haya hecho público.
EF responde a cuatro preguntas que le servirán a entender de qué se trata y cómo afectará el resto de macroprecios.
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¿De dónde sale el esquema?
El principal objetivo de los bancos centrales del mundo, más allá de las tasas o el tipo de cambio, es tener inflaciones bajas, y, para eso, el esquema de metas de inflación lo que hace es definir un nivel en el que se quiere que esté la inflación y dirige todas sus políticas monetarias y cambiarias para conseguir ese objetivo particular.
El economista William Calvo explicó que en el Banco Central se empezó a hablar de metas de inflación cerca del año 1995, cuando otros países como Nueva Zelanda, Canadá, Chile y España comenzaron a adoptarlo, pero no fue traído a nuestra economía sino hasta el 2005 y fue en el 2008 cuando el Banco Central comunicó por primera vez un valor central para la meta de inflación, que fue del 8%, con un rango de tolerancia de un punto porcentual.
¿Cómo se logra?
Para llevar la inflación cada vez más cerca del rango meta, el Banco Central hace modificaciones a la Tasa de Política Monetaria para que a su vez las entidades financieras también modifiquen sus tasas de interés, como lo hizo reiteradas veces durante el 2017, elevando la tasa de interés de referencia.
En el caso de Costa Rica, más recientemente, el Banco Central definió en 3% su meta de inflación, por tanto, los movimientos que tengan las tasas o el tipo de cambio van guiados hacia el objetivo de que la inflación no sea más baja de dos ni más alta de cuatro.
La economía costarricense terminó una migración de once años hasta este esquema y ahora comienza un esquema más flexible.
¿Para qué se hace?
Según explicó el economista Luis Mesalles, el objetivo de las metas de inflación es buscar la estabilidad de precios, mantener inflaciones bajas y controlar el costo de la vida, es decir, que los precios de los productos no crezcan tan rápido y que se puedan mantener cerca de los objetivos, para que las decisiones económicas sean mejores frente a una inflación baja y estable.
“Cuando tenemos un sistema flexible, el nivel de la inflación puede mantenerse fuera del rango meta ante shocks externos a la economía, o cuando se necesita mantener el nivel en otro de los macroprecios, por ejemplo”, afirmó Mesalles.
Mediante el nuevo régimen se puede cambiar de rumbo temporalmente de la inflación para buscar el equilibrio en otros precios de la economía, si fuera necesario.
Sin embargo, los desvíos no pueden ser muy frecuentes ni por mucho tiempo, porque estaría migrando a otro tipo de régimen.
Además, Mesalles admite que con un déficit fiscal y una deuda pública alta, como es el caso de Costa Rica, la labor de mantener una meta de inflación se vuelve difícil; otra de las razones por las que el ente monetario puede estar recurriendo al recurso desde hace un par de años.
¿Qué pasará con el tipo de cambio y las tasas?
El anuncio confirma que por el momento las tasas se mantendrán al alza, sobre todo porque además del cambio en el régimen se anunció el aumento de la Tasa de Política Monetaria al 5%.
Para el tipo de cambio se prevén mayores fluctuaciones ya que el esquema no debería tener como objetivo un tipo de cambio más rígido como se ha mantenido anteriormente. Se trata de más flexibilidad en el precio del dólar, mas no una alta volatilidad que puede generar nerviosismo entre personas y empresas.
Sin embargo, otros analistas afirman que el tipo de cambio mantendrá relativa estabilidad, al menos durante los meses que le quedan a la actual administración, que saldrá del Banco en el mes de mayo.