Washington. La economía de Estados Unidos aceleró su crecimiento en 2018 tras las rebajas de impuestos pero en los meses finales surgieron señales de que su empuje se está atenuando, según datos oficiales divulgados el jueves.
El PIB de la mayor economía del mundo aumentó 2,9% el año pasado contra 2,2% de 2017 y se acercó a la tasa de 3% que prometió el presidente Donald Trump. La tasa de 2018 iguala a la de 2015 que, a su vez, fue la más alta desde 2005.
Empero en el período octubre-diciembre, el crecimiento fue de 2,4%; lo cual implica una drástica caída respecto al 3,4% del tercer trimestre y al 4,2% del segundo.
Pese a ser más lenta, la expansión del cuarto trimestre resultó no obstante mejor de lo esperado por cuanto economistas auguraron débiles ventas en la temporada de vacaciones de fin de año que, estimaban, lastrarían aún más el crecimiento.
Los sólidos datos podrían simultáneamente apoyar tanto a Trump como a sus críticos pues muestran logros económicos pero también señales de que puede ser un empuje temporal por cuando están fomentados con un elevado gasto del gobierno que acrecienta su déficit.
La Oficina de Presupuesto del Congreso, un cuerpo no partidario, predijo el mes pasado que la economía de Estados Unidos parece estar en un estado respetable pero se encamina a un crecimiento de 2,3% en 2019 al desvanecerse los efectos de los recortes de impuestos y estímulos fiscales aplicados en 2017 y 2018.
Empero Larry Kudlow, principal asesor económico de la Casa Blanca, dijo que 2019 tuvo un gran comienzo. Mencionó la fuerte creación de empleos en enero, la recuperación de la confianza de los consumidores y la perspectiva de un acuerdo comercial con China que, dijo, probablemente darán un empujón a la economía-
"Las políticas están funcionando", dijo Kudlow a la cadena CNBC tras conocerse los datos del PIB.
"Soy muy optimista", afirmó. Indicó que "están funcionando bien" las menores tasas impositivas, las reformas del comercio y la energía y la eliminación de reglamentaciones.
Wall Street no se conmovió demasiado. Las acciones estaban en leve baja al promediar la jornada debido a datos negativos sobre el sector manufacturero de China.
La guerra comercial de Trump, empero, se llevó una tajada del crecimiento del tercer trimestre cuando Washington y Pekín se impusieron recíprocamente aranceles a bienes por más $360.000 millones en una disputa que ahora parecen estar cerca de resolver.
La declinación del comercio internacional restó 2% a toda la economía en el tercer trimestre del año pasado.
Y en el último trimestre, sectores que estaban beneficiándose de estímulos fiscales empezaron a disminuir su expansión: las inversiones en construcción de fábricas llegaron a su menor nivel del año y el gasto gubernamental no vinculado a defensa se contrajo 5,6%; su mayor caída en cinco años
El débil sector inmobiliario, que sufre por menores ventas y construcciones de viviendas, también bajó 3,5% en su tercera contracción consecutiva.
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El cierre parcial de cinco semanas del gobierno federal, que especialmente abarcó enero, tuvo probablemente poco impacto en los datos del PIB. Funcionarios estiman que rebajará apenas en 0,02% el crecimiento del primer trimestre de 2019.