Demócratas y republicanos llegaron a un acuerdo este domingo 20 de diciembre en el Congreso de Estados Unidos para votar por un nuevo plan de apoyo económico, el cual se negociaba desde el junio de este año.
Según el diario The Wall Street Journal el jefe republicano del Senado, Mitch McConnell confirmó este 20 de diciembre que los legisladores llegaron a un compromiso sobre el rol que cumplirá la Reserva Federal (Fed) para apoyar a la principal economía del mundo en la crisis causada por la pandemia de COVID-19: mantendría su capacidad para establecer programas de préstamos de emergencia sin la aprobación del Congreso
“Hemos acordado un paquete de casi $900.000 millones. Consta de políticas dirigidas a ayudar a los estadounidenses que están sufriendo y que ya han esperado demasiado”, dijo McConnell en un comunicado.
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“Los cuatro líderes del Senado y la Cámara de Representantes llegaron a un acuerdo”, aseguró. “Mientras nuestros ciudadanos siguen luchando contra el coronavirus en esta temporada festiva, no lo harán solos”, agregó, lamentando que el pacto no hubiese podido ser alcanzado “hace meses”.
Con millones de estadounidenses que han perdido su empleo y otros que continúan haciéndolo, “este programa renovará y prolongará un cierto número de importantes prestaciones federales por desempleo que han ayudado a las familias a mantenerse a flote”, comentó McConnell.
Detalló, además que finalmente que el texto debe ahora ser terminado evitando “cualquier obstáculo de último minuto” y en medio de una cooperación que permita “que esta legislación sea aprobada en las dos cámaras”.
La votación podría tener lugar este lunes.
Tras superar las difernecias entre demócratas y republicanos, el Congreso de Estados Unidos se este domingo a dar luz verde a un nuevo plan de ayuda económica por $900.000 millones para enfrentar los impactos de la pandemia.
El tiempo se agota al acercase el límite que se fijaron los legisladores -medianoche del domingo- para llegar a un consenso sobre dos temas cruciales: las medidas de ayuda económica para hogares y empresas; y el presupuesto de 2021 para evitar el cierre del gobierno.
“Creo que habrá un acuerdo”, dijo el senador republicano Mitt Romney a la cadena CNN.
“Todavía hay algunos puntos conflictivos, pero lo principal se resolvió anoche”, añadió, refiriéndose a las diferencias sobre el papel de la Reserva Federal o banco central de esa nación.
La institución necesitaría la aprobación de los legisladores para reiniciar los programas existentes bajo la Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica por Coronavirus (CARES, por sus siglas en inglés) promulgada en marzo, una vez que expiren a fin de año.
“No pensamos que atar las manos de la Reserva Federal o del Tesoro fuera pertinente”, dijo el senador demócrata Mark Warner, refiriéndose al compromiso alcanzado entre el senador republicano Pat Tomey y el líder de la minoría demócrata del Senado, Chuck Schumer.
Conflictos
La otra manzana de la discordia era el monto del cheque que se entregará a los estadounidenses con más dificultades. “Será de $600”, dijo Romney.
Los demócratas exigían el doble, es decir, la cifra que se otorgó en la primavera boreal a millones de estadounidenses.
“Estaría bien si (el monto) fuera superior, pero los que trabajan en la elaboración del plan reconocen que la prioridad es ayudar a las pequeñas empresas” a mantener el empleo, dijo.
Numerosas tiendas y restaurantes en Estados Unidos, el país el más afectado por la pandemia en términos absolutos, están cerrando por las nuevas restricciones ante la ola de contagios.
Ayudar a las pequeñas empresas es “primordial”, insistió el senador republicano.
“Tras haber resuelto esta disputa ahora podemos votar la ayuda a los estadounidenses, extender el seguro de desempleo, enviar cheques”, tuiteó por su parte Schumer.
Se espera que el nuevo plan también incluya medidas para la distribución de las vacunas contra el coronavirus, así como subvenciones de desempleo adicionales de 300 dólares por semana.
Desde hace meses, los economistas reclaman al Congreso la adopción de nuevas medidas para impulsar la recuperación de la economía. Y en las últimas dos semanas, el resurgimiento de la pandemia produjo un aumento de las solicitudes de subvenciones por desempleo.
Millones de estadounidenses verán un recrudecimiento de su situación tras las fiestas navideñas, ya que la moratoria sobre los desalojos de viviendas y los pagos de préstamos estudiantiles expira a fines de diciembre.
El presidente electo, el demócrata Joe Biden, no ha cesado de pedir al Congreso un voto “sin demora”.
El sábado por la noche, el presidente en funciones, el republicano Donald Trump, coincidió: “¿Por qué el Congreso no le da a nuestro pueblo un paquete de estímulo? Háganlo y denles más dinero en pagos directos”, escribió en Twitter.
De su lado, el senador republicano John Barrasso insistió en que la aprobación debía darse este domingo.
“Debimos hacerlo hace meses”, se lamentó en entrevista con la cadena Fox News.
El miércoles, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, señaló que muchas pequeñas empresas estaban a punto de cerrar sin el apoyo del Estado.
Según estimaciones de la Fed, la tasa de desempleo subirá a 6,7% este año, y el año que viene se ubicará en 5%. En febrero, antes del impacto de la pandemia, el desdempleo en Estados Unidos se ubicaba en 3,5%.
Primer plan de ayuda
El primer plan de ayuda Cares (por sus siglas en inglés) fue aprobado en marzo del 2020 este proyecto que tuvo un respaldo casi unánime en las dos cámaras del Congreso por un monto de $2,2 billones para contener el golpe económico provocado por la propagación del coronarivus.
Este sería el plan de ayuda el mayor paquete de ayuda en su historia.
Desde entonces tanto la Reserva Federal como algunas autoridades políticas expresaron la necesidad de votar en el Congreso por un segundo plan de ayuda pero múltiples desacuerdos se cruzaron en el desarrollo del mismo.
El día que los medios de comunicación declararon a Joe Biden ganador de las elecciones en EE. UU. este informó en su discurso de victoria que formaría un equipo de especialistas para combatir la COVID-19.