La actividad económica del país ha pasado por un largo período de desaceleración que, sin el comportamiento al alza de la construcción, seguiríamos teniendo una tendencia a la baja.
Desde noviembre del 2016, cuando el Índice Mensual de Actividad Económica calculado por el Banco Central se ubicó en 4,1%, el indicador cayó hasta llegar a su nivel más bajo, de 2,6% en agosto del 2017.
Este año, la tendencia fue interrumpida gracias a la construcción, una de las pocas actividades que registra crecimiento.
Mientras los organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial revisan la perspectiva de crecimiento de las economías mundiales a la baja, el Gobierno se prepara con un plan de reactivación económica a corto, mediano y largo plazo para combatir estos efectos.
Sin embargo, hay factores internos y externos que podrían jugar en contra.
EF conversó con Edna Camacho hace unas semanas, ministra coordinadora del Equipo Económico del Gobierno, para hablar sobre el plan de reactivación y lo posibles factores que podrían retrasarlo.
¿De no aprobarse la reforma fiscal, se esperaría que los síntomas de desaceleración económica se agudicen?
Nosotras somos optimistas de que sí tendremos la reforma. Cuesta trabajo pensar que no sea así, aunque ciertamente hay un proceso que no está concluido. Si así fuera, la incertidumbre que existe hoy y la falta de confianza para invertir en el Gobierno se profundizarían y eso provocaría que Hacienda no tengan más remedio que presionar las tasas.
Eso es algo que no solo afecta a Hacienda, sino que afecta a todo el país. Siendo Hacienda un actor tan importante en el mercado, su peso repercutiría también en las empresas y las personas, en los créditos de vivienda o consumo, entre otros. Y, es evidente, que con tasas más altas se desincentivará la inversión, afectando el crecimiento económico.
Sin reforma, sin duda es difícil pensar que se reactive la economía. No solo necesitamos la reforma por el tema fiscal sino porque nos da certidumbre, confianza y podríamos reducir las presione en el mercado.
En el otro extremo, si se aprueba la reforma fiscal, ¿Cuál es el siguiente paso para la reactivación económica?
Los pasos para la reactivación ya se han venido dando y están planteados desde diferentes áreas porque esto requiere de muchos instrumentos. Los más importantes son parte de la inversión en infraestructura vial, donde hay una agenda de proyectos muy amplia que presentamos hace un mes.
Estos proyectos que tienen la ventaja de que pueden avanzar rápido porque están aprobados montos importantes en créditos externos que se pueden ejecutar de una vez, además de fondos del Conavi.
Lo segundo es algo que va a llevar más tiempo, pero que ya se está trabajando y es todo el tema de mejorar y simplificar los trámites. Sabemos que, en la construcción, que es un sector que tiene un impacto multiplicador en la economía, este es un tema prioritario, especialmente en Setena, estamos revisando el reglamento y sacando expedientes que no estaban resueltos. A la fecha se han revisado 900 expedientes que estaban pendientes.
En construcción hemos apoyado como Gobierno la plataforma del Colegio de Ingenieros y Arquitectos para que todas las instituciones que intervienen en el otorgamiento de permisos de construcción estén conectadas a esa plataforma. Esto comenzará en enero, con vivienda.
En el área de tramites otro factor importante es facilitar el nacimiento de nuevas empresas. Esto se está trabajando con la ventanilla única de inversión de Procomer, aunque va a llevar más tiempo y estará lista con algunos módulos a mediados del año entrante.
La otra área donde hay una serie de acciones es en el mejoramiento de la competitividad de las Pymes con más opciones de financiamiento. En eso hay un proyecto que se llama Pymes Express que es un servicio para pequeñas empresas que vende de forma electrónica y que necesitan una red de distribución que ofrece Correos de Costa Rica
En Pymes, un tema que viene con la reforma es un tratamiento ventajoso para empiecen a declarar el impuesto a la renta. A estas se le permitiría que en los primeros tres años puedan pagar un monto parcial del impuesto. La idea es que puedan contar con un monto más ventajoso en el pago de la renta sobre todo al inicio, que es cuando las empresas tienen más gastos.
¿Tienen algún plan que implique la simplificación de los procesos del crédito como parte de la reactivación?
Lamentablemente el crédito al sector privado ha crecido a un ritmo muy lento y ese crecimiento es un reflejo de la desaceleración.
Sin embargo, lo que se percibe es que hay poca demanda y no tanto que los bancos no quieran prestar. La idea es que, de lograrse la reactivación económica, el crédito crezca a un ritmo mayor.
Uno quisiera que las cosas surtieran efecto muy rápido pero los efectos se dan en el tiempo. Por una parte, aun cuando estén implementadas, toman tiempo.
Esta reactivación acompaña el proceso de reforma y que a que veamos los efectos de esto en una mejor recaudación, un mejor crecimiento del crédito al sector privado y una mayor contratación de personas que es al final lo que más interesa.
¿Cuál es el ideal de crecimiento que esperan?
Esto es algo que tenemos pendiente por anunciar. Lo haremos en las próximas semanas cuando se anuncien las metas de desarrollo.
¿Tienen algún plan desarrollado para reactivar la economía?
La reactivación tiene como propósito potenciar las oportunidades de empleo, entonces una de las cosas adicionales a las que estamos trabajando es en cómo mejorar el perfil del recurso humano.
Hemos enfatizado en corto plazo las acciones para dotar de competencias bilingües a las personas y otras iniciativas del INA para apoyar a los docentes y para conocer el nivel de inglés de los alumnos con pruebas y así determinar cuál es la brecha real que hay.
Nos interesa que el estudiante aumente su experiencia durante la formación, de manera que cuando termine el programa de formación técnica o universitaria, pueda acceder a formación práctica en empresas y tenga posibilidades de ser contratado. Para esto estamos actuando en programas pilotos con el INA y el MEP con mecanismos de formación dual.
Hay un programa piloto que se va a hacer entre el INA, la Cámara de Industrias y la Fundación Konrad Adenauer para capacitar las empresas sobre cómo funciona la formación dual para que sirva con prácticas.
¿Cuáles son los riesgos internos y externos que podrían afectar el ritmo de la reactivación?
Los riesgos externos son fundamentalmente el crecimiento de la economía mundial, sobre todo el crecimiento de Estados Unidos y el aumento de los precios del petróleo. Esto ya ha pasado y ojalá que no siga, porque el aumento en el precio del petróleo lo que hace es reducir el dinero en el bolsillo de los costarricenses.
Esos son factores externos que afectan el consumo y por tanto el potencial de crecimiento.
Internamente me parece que el mayor riesgo se daría si no se aprobara la reforma. Eso sería muy grave no solo para las finanzas públicas sino para el crecimiento y generación de empleo. Todo eso tiene una consecuencia que es menor inversión y crecimiento.
¿En cuales industrias ve más posible la reactivación en el mediano plazo y en cuáles cree que será más lento el proceso?
Usualmente cuando hay reactivación casi todos los sectores tienden a mejorar, pero ciertamente dos de los sectores que reaccionan más rápido son construcción y comercio, aunque uno esperaría que fuera en forma pareja.
En el caso de agricultura que depende fundamentalmente de variables externas –porque hay un componente importante de exportación–, si podrían tener un complemento vinculado a la economía mundial porque el comercio es muy sensible a los primeros síntomas de crecimiento.
¿Puede haber un efecto negativo al juntar la reactivación económica y la reforma fiscal?
El ajuste fiscal tiene un efecto ligeramente contractivo porque la gente tiene menos plata, pero ciertamente se da otro efecto que actúa en la dirección contraria y es que ya los agentes económicos saben que se aprobó la reforma, conocen las reglas bajo las que se estaría funcionando y eso les permite tomar decisiones.
La incertidumbre produce un freno en las decisiones de consumo e inversión, esperamos que la reforma dé confianza y algunas decisiones que se han paralizado se reactiven.
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