En los últimos diez meses el Banco Central de Costa Rica (BCCR) ha bajado en siete ocasiones su Tasa de Política Monetaria (TPM). Estos ajustes —de 9% a 5,75%— deberían traducirse en una reducción en las tasas de interés del sistema financiero.
Sin embargo, casi un año después pareciera que la transmisión ha sido particularmente más lenta en las tasas que los intermediarios le cobran a sus usuarios (las activas) en comparación con la que les pagan a sus ahorrantes (las pasivas).
Comportamiento asimétrico
Desde que el BCCR redujo por primera vez su TPM en marzo del 2022, la Tasa Pasiva Negociada en colones (TPN, un promedio de lo que los intermediarios le pagan a sus ahorrantes a plazo) disminuyó de 8,54% a 4,96%, con datos a diciembre del 2023. Es decir, los intereses que las entidades financieras le remuneraban a sus clientes se redujeron en un 40%.
En ese mismo periodo su contraparte, la Tasa Activa Negociada (TAN, promedio de las tasas de préstamos) solo se redujo de 13,19% a 12,13%. Lo curioso es que esa reducción a diferencia de la TPN, no ha sido constante, sino que ha estado marcada por ligeros subibajas.
Además las tasas se han mantenido elevadas a pesar de que la Tasa Básica Pasiva (TBP) también ha presentado un importante comportamiento a la baja en el último año. La TBP es la principal referencia que utilizan los bancos y demás intermediarios financieros para atar préstamos con cobro variable.
Desde su pico más reciente de 6,73% (mayo del 2022), esta tasa se ha reducido con relativa constancia hasta llegar a 5,27%, nivel correspondiente al 23 de enero del presente año.
En junio del 2023 habían 698.663 operaciones atadas a la TBP, según datos de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).
Rezago en las tasas de interés
La transmisión de la TPM hacia el resto de tasas —tanto hacia el alza como hacia la baja— en la economía costarricense no es un proceso inmediato. Según el documento Traspaso de la tasa de política monetaria en Costa Rica, de 2000 a 2018, disponible en el repositorio del BCCR, los ajustes se completaban en promedio en 12 meses. Entre las conclusiones de dicho documento se menciona que sí suele existir un proceso de ajuste más lento en las tasas activas en comparación con las pasivas.
“Siempre se rezaga un poco. Las tasas activas negociadas y las tasas promedio de los saldos de crédito tienen reglas de ajuste no inmediatas, generalmente se ajustan cada tres meses o cada seis meses, son muy pocas las operaciones que son inmediatas, o también puede ser que están ligadas a una referencia (como la TBP) que en algunos casos tiene un rezago por la estructura de los depósitos”, explica José Luis Arce, director de FCS Capital.
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Arce también agrega que hay razones comerciales que podrían explicar esa diferencia en velocidades. Cuando las tasas pasivas empiezan a subir, el margen entre ganancias por créditos y gastos por depósitos se reduce, entonces cuando las tasas pasivas bajan los intermediarios aprovechan para recuperar el margen financiero que perdieron con los primeros ajustes hacia el alza.
“Es importante recordar que, durante el 2023, la Tasa Activa Negociada creció mucho menos que la tasa Pasiva Negociada, por lo que, tiene sentido que ahora, el ajuste a la baja sea más fuerte en las tasas pasivas que en las tasas activas”, agrega Erick Chaves Jiménez, director Corporativo de Finanzas del Banco Nacional.
Cuando la TPM pasó de 0,75% a un 9%, entre noviembre de 2021 y febrero 2023, la TAN solo creció poco menos de 4 puntos porcentuales (p. p.), mientras que la TPN lo hizo en poco más de 6 p. p.
Pese a ser conocido ese rezago, Rodrigo Cubero, expresidente del Banco Central, sí considera que la transmisión hacia las tasas activas en esta ocasión ha sido más larga de la que esperaba.
“En este caso sorprende que no ha habido ningún movimiento de las tasas activas hacia abajo, lo que ha ocurrido es que se ha ampliado el margen de intermediación financiera (diferencia entre lo que gana por préstamos y lo que paga por depósitos)”, explica Cubero.
Carlos Fernández, exgerente del Banco de Costa Rica, menciona que el hecho de que el encaje mínimo legal (EML) esté en los máximos (15%) también podría estar jugando un papel en que las tasas se mantengan altas por más tiempo pese a la reducción de la TPM.
El EML es una reserva líquida de los pasivos en colones y dólares que los intermediarios financieros deben trasladar a cuentas no remuneradas del Banco Central. Esta es otra de las herramientas que utiliza el BCCR para controlar la liquidez del mercado y suele elevarse, al igual que la TPM, en momentos de alta inflación. En junio del 2022 el Banco Central elevó el encaje del 12% al máximo de 15%, nivel en el que se mantiene en la actualidad.
Cubero también agrega que este comportamiento en las tasas es particular en un contexto donde la demanda por crédito ha sido relativamente tímida, en especial la de colones, la cual ha perdido peso relativo en la composición de la cartera total de los intermediarios financieros en comparación con los dólares.
“Uno pensaría que lo que se está dando más bien es que los bancos no están en este momento demasiado interesados en colocar crédito y por eso mantienen las tasas relativamente altas, posiblemente porque no están viendo proyectos suficientemente rentables o interesantes para prestar”, menciona el expresidente del BCCR.
Amedeo Gaggion, director regional de Tesorería de Scotiabank, considera que el hecho de que un sector importante de préstamos tenga periodos de tasas fijas hace que en el promedio tarden más en reflejarse los cambios de la política monetaria.
¿Qué esperar por el resto del año?
Aún cuando pareciera que la transmisión ha sido lenta, Cubero considera que no es sostenible que el margen se mantenga tan amplio y espera que eventualmente la transmisión de la política monetaria llegue hasta las tasas de los préstamos.
Arce, apunta a un camino parecido: “este año debería ser de bajas en las tasas activas y yo creo que de muy poco espacio de bajas en las tasas pasivas. Creo que las tasas pasivas en colones ya están casi que en el piso, en lo máximo que pueden bajar responsablemente”, menciona.