El cierre del primer semestre del año dejó como resultado un consumidor pesimista sobre las condiciones de empleo y negocios, aún más que el año pasado.
Un panorama económico liderado por un bajo dinamismo económico es el principal causante de esa valoración negativa.
Además, el hecho de que no haya señales de mejora genera desconfianza sobre las oportunidades laborales que el mercado pueda crear en los próximos 12 meses.
Aunque el comprador considera que las finanzas de su familia están mejor o igual que el año pasado, la mayoría percibe que la situación económica nacional es peor.
Ese ambiente, influye en el pesimismo del consumidor, el cual alcanzó su nivel más bajo en los últimos cinco años.
Estas conclusiones se derivan de la más reciente entrega del Índice de Confianza del Consumidor (ICC), con datos al cierre de junio pasado.
El estudio, elaborado por Unimer para EF, muestra cómo percibe el comprador la situación económica del país y sus finanzas familiares. Además, muestra sus expectativas en el corto y mediano plazo.
En junio pasado, el ICC cerró en 3,6 puntos, el nivel más bajo en lo que va del 2015.
Un nivel de 4,7 puntos fue el que reportó el índice en el mismo mes del 2014.
En esta ocasión, destacó la valoración negativa del consumidor sobre el mercado laboral.
El ICC arrojó que el 77,8% de los consumidores considera que las condiciones de trabajo y negocios en Costa Rica están peores que el año anterior.
Mientras tanto, el 61,3% tiene expectativas negativas sobre las condiciones de empleo para los próximos 12 meses, 20 puntos porcentuales más alto que en junio del año pasado.
La metodología del índice es una encuesta telefónica a 400 jefes de hogar, a los que se les realiza cinco preguntas sobre la economía familiar y nacional.
El trabajo de campo fue realizado entre el 1 y el 20 de junio pasado.
¿Por qué hay desconfianza?
La valoración negativa sobre las oportunidades laborales está alineada con los resultados de baja producción y desaceleración, que tienen un efecto dominó en el desempleo.
Debido a la desaceleración en el crecimiento de la producción, no se están generando nuevas oportunidades de empleo, explicó el economista Ronulfo Jiménez.
El Producto Interno Bruto (PIB) arrojó un crecimiento interanual de 2,68% en términos reales al primer trimestre de este año. Una cifra así de baja no se percibía desde el 2009, según datos del Banco Central de Costa Rica (BCCR).
Por su lado, el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) cumplió en abril pasado 12 meses de desaceleración.
Ambos factores influyen en que si bien el desempleo no aumenta, tampoco disminuye.
En el primer trimestre del año, el desempleo en el país se mantuvieron en 10%, prácticamente el mismo porcentaje que se registró en el mismo periodo del 2014, según la Encuesta Continua de Empleo (ECE), del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).
Esa cifra se traduce en 232.000 personas sin trabajo, en medio de un leve dinamismo económico.
“A estas preocupaciones, se suma una escasa confianza del sector comercial en el compromiso del Gobierno de abordar una reforma fiscal que no solo descanse en la imposición de nuevos tributos, sino que también aborde los temas de reforma del Estado, que signifiquen una reducción del gasto público”, explicó Alonso Elizondo, director ejecutivo de la Cámara de Comercio.
En conjunto, el ambiente crea un sentimiento de incertidumbre en los consumidores, aumentando su pesimismo.
Lo anterior se ve reflejando en el ICC, que arrojó el resultado más bajo en lo que va del año. Cabe destacar que entre junio y setiembre de cada año, este indicador tiene una estacionalidad baja, explicó Cristina Moreno, directora de proyectos de Unimer.
Aún así, llama la atención que el nivel que presentó el mes pasado no se había percibido desde diciembre de 2008, aunque en julio de 2013 se acercó pero llegó hasta un mínimo de 3,7 puntos.
El índice utiliza una escala de 1 a 10, en donde una cifra mayor a 5 puntos se traduce en más opiniones favorables que negativas, considerado como un escenario optimista.
El país lleva cuatro años de no alcanzar los 5 puntos.
En la actualidad, el pesimismo es motivado por la valoración que hace el consumidor sobre la economía nacional.
Casi la mitad de los encuestados considera que la situación económica actual es peor que la del año pasado.
“La ausencia de definiciones en las políticas económica y sociales está llevando a este pesimismo sobre la situación económica del país”, dijo Jiménez.