El déficit comercial de Estados Unidos aumentó en febrero por sexto mes consecutivo, alcanzando su nivel más alto desde octubre de 2008 y poniendo a prueba los esfuerzos del presidente Donald Trump por equilibrar la balanza comercial con el resto del mundo.
El Departamento de Comercio informó el jueves 5 de abril que el déficit comercial (la diferencia entre lo que Estados Unidos vende y compra en los mercados extranjeros) se incrementó en febrero a $57.600 millones respecto a los $56.700 millones que se registraron en enero.
Las exportaciones de productos y servicios alcanzaron un récord de $204.400 millones; las importaciones también impusieron una marca de $262.000 millones.
La noticia se da a conocer en medio de una disputa comercial entre Estados Unidos y China que ha sacudido los mercados financieros a nivel mundial e incrementó los temores entre los agricultores y empresas estadounidenses que dependen de los accesos al mercado chino.
El déficit comercial de productos con China se redujo en febrero a $29.300 millones respecto a los $36.000 millones que se registraron en enero.
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En febrero, Estados Unidos presentó un déficit comercial de productos por $77.000 millones, el nivel más alto desde julio de 2008. Dichas pérdidas se compensaron parcialmente por el superávit de $19.400 millones en servicios como educación y banca, el más bajo desde diciembre de 2012.
El superávit de servicios bajó $1.000 millones por los derechos de transmisión de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang, que cuentan como una importación de servicios.
La exportación de vehículos y autopartes registró grandes incrementos en febrero, al igual que la importación de productos farmacéuticos, crudo y aviación civil.
Trump prometió durante su campaña tomar medidas agresivas para reducir los enormes déficits comerciales de Estados Unidos. En marzo, anunció aranceles a las importaciones de acero y aluminio, pero otorgó excepciones a la mayoría de los países salvo a China y Japón. China respondió esta semana con aranceles a productos estadounidenses con un valor de $3.000 millones.