La preferencia por ahorrar en dólares se mantiene pese a que las tasas de interés que se pagan en esta moneda se han reducido a lo largo del año.
¿Por qué se da esto? Los inversionistas buscan una moneda más segura en momentos de incertidumbre y este ha sido el principal incentivo, dada la coyuntura de desconfianza y de desaceleración económica que ha embargado a Costa Rica en el 2019.
Ese mayor atractivo por ahorrar o invertir en dólares podría disiparse cuando la situación fiscal mejore y se reactive la economía.
Sin embargo, tenga presente que el punto de partida en la decisión de ahorrar o invertir siempre será definir cuál es el objetivo que quiere alcanzar con ese dinero, y la moneda que elegirá está directamente relacionada a esa meta de ahorro.
Es decir, más allá de la coyuntura de la economía costarricense, el ahorro en dólares será una buena opción cuando el objetivo que quiera alcanzar implique un gasto en esa moneda. Por ejemplo, un viaje al extranjero o una prima para un carro o casa.
Conforme acumule más experiencia en el mercado, y quiera tener un ahorro a más plazo, tendrá más capacidad para evaluar si es momento de trasladar sus ahorros de colones a dólares.
Es decir, podrá ir calibrando si es un buen momento para aprovechar los rendimientos al alza en dólares o un bajo precio de esta moneda, de forma que pueda ensanchar su ahorro en ventanas de oportunidad.
Una buena parte de los inversionistas ha decidido dar ese paso a lo largo del año, por las condiciones de la economía local antes descritas y más allá de los rendimientos, para buscar una moneda más segura.
El saldo de los depósitos a plazo en dólares crece al ritmo del 4,4% a noviembre, mientras en colones 3,9%.
El dinamismo en colones era mucho menor tan solo dos meses atrás, inclusive mostraba un -0,04% a setiembre (en ese momento los depósitos en dólares crecían 5,2%). La inversión en colones mejora conforme se tiene más confianza en la economía.
Ahorrante primerizo o sofisticado
Lo primero por definir es el objetivo, para así elegir la moneda y el plazo (cuándo necesita el ahorro).
Si lo que quiere es ahorrar para una emergencia, puede hacerlo en una cuenta de ahorro o corriente, según la moneda en la que reciba sus ingresos cada mes.
Por su lado, los planes de ahorro programados que ofrece el sistema financiero (mediante los que le rebajan un monto pactado de su cuenta) son especiales para personas que quieran introducirse en la cultura del ahorro y alcanzar objetivos como el marchamo o el pago de la póliza semestral del vehículo, por dar algunos ejemplos.
Cuando logre acumular un ahorro de unos $500 o ¢100.000 puede optar por un certificado de depósito a plazo (CDP). Estos suelen ser los montos mínimos para usar este producto, pero algunas entidades piden menos en colones.
Puede aprovechar los recursos del aguinaldo, los excedentes de la asociación solidarista y bonos de la época de fin de año para abrir un CDP, y así empezar a acumular los recursos que necesita para algún objetivo del próximo año.
Un certificado de ahorro le dará su dinero de vuelta y los intereses ganados cuando se venza el plazo pactado. Puede hacer retiros anticipados pero con un castigo.
Si gana en colones, ahorre en esta moneda, pero si su objetivo es en dólares puede plantearse si comprar dólares de una vez o si abrir el CDP en colones y esperarse a dentro de unos meses para comprar divisas.
Por ahora, el tipo de cambio se encuentra a la baja y los dólares están a buen precio para ser adquiridos en comparación con meses anteriores.
A un plazo de uno o seis meses, la banca privada le ofrece las tasas más altas en dólares, en promedio. Mientras, las cooperativas le pagan una mayor tasa por ahorros a un plazo de uno o dos años.
En dólares, una mutual le paga 1,94% a un año plazo y una cooperativa 4,03%.
Un producto que compite con los CDP es un fondo de inversión de corto plazo.
Los fondos de mercado de dinero permiten retirar el dinero rápido y son el primer paso en ese tipo de productos. (Al final de la nota encontrará una lista de estos fondos).
Además, ese cliente primerizo “dependiendo del monto, también podría tener una ‘canasta’ de fondos por medio de la cual diversificar e incrementar la rentabilidad a recibir, todo dependerá del tipo de cliente y sus metas de ahorro”, dijo Arnoldo Maroto, gerente de INS Inversiones.
La asesoría siempre es clave, y las posibilidades de ahorro se ajustan a cada persona según su perfil, ingreso, obligaciones y liquidez (es decir, cuánto dinero puede ahorrar al mes).
¿En qué moneda invertir? Si quiere ahorrar para atender pagos de una deuda en colones y recibe su salario en colones, lo mejor es que ahorre en esa moneda.
Le puede salir más caro el cambio de moneda que los intereses, apuntó Víctor Chacón, director de Cámara de Fondos de Inversión (Cafi).
En cambio, si recibe su salario en dólares y debe pagar deudas en el corto plazo en esa moneda, puede optar por un fondo en dólares de mercado de dinero.
“Son fondos de alta liquidez, mejor rendimiento que las cuentas bancarias, y normalmente mejor que los CDP de uno a tres meses”, dijo Chacón.
Si la persona cuenta con un objetivo de corto plazo, pero también uno de mediano o largo plazo (entre 3 y 5 años), la mejor opción es un fondo de ingreso o de crecimiento.
Un fondo de ingreso distribuye ganancias periódicamente, cada mes o trimestre. El dinero que reciba, puede reinvertirlo o utilizarlo.
“Es mejor aun si la persona se compromete a un aporte quincenal o mensual, que se rebaje de forma automática de su cuenta bancaria o de su fondo mercado dinero y se deposite en el fondo ingreso o crecimiento”, apuntó Chacón.
Si el horizonte de inversión es de largo plazo, un fondo de crecimiento es la mejor opción porque no distribuye ganancias, sino que las reinvierte de forma automática en el mismo fondo.
La recomendación es tener un portafolio de inversión (diversificar entre varios fondos).
Según su perfil, puede dividir el ahorro en 50% a plazo y la otra mitad a la vista.
Por ejemplo, si un inversionista cuenta con $2.000, puede optar por un fondo de ingreso con $1.000 y dos fondos a la vista con $700 y otro $300, explicó Pablo Montes de Oca, gerente de BN Fondos.
Conforme el inversionista sea más sofisticado, puede optar por fondos de inversión de más plazo.
Para un inversionista más sofisticado la mezcla se puede ajustar aumentando la proporción de ahorro a plazo a un 70-80% y disminuyendo el ahorro a la vista a 30-20%, explicó Montes de Oca.
En objetivos a más de cinco años, este perfil de inversionista puede elegir fondos inmobiliarios y accionarios.
Los inmobiliarios están compuestos de bienes inmuebles que la administradora de fondos compra y alquila. De esos alquileres nacen las ganancias del producto.
Mientras, los accionarios invierten en acciones de empresas, las cuales también están sujetas al comportamiento de la compañía y la industria en la que se desempeña.
Antes de cualquier inversión, la entidad financiera debe hacer un perfil del cliente y de este modo darle una recomendación que se ajuste a sus necesidades y posibilidades.