Prival dejará de ser un banco. Aunque la entidad de origen panameño envió a los reguladores una solicitud de cese voluntario el pasado 27 de febrero, sus números evidencian una reducción en sus operaciones que data de por lo menos tres años. Revisamos cómo se han comportado los principales indicadores del banco y cuál era su peso en el sistema financiero.

Un participante pequeño
Prival es el banco más pequeño de Costa Rica por casi cualquier métrica que se le mire. De hecho, es tan pequeño que si graficamos sus activos en un pastel sería casi imperceptible al ojo: representan apenas un 0,11% de todos los activos bancarios, según datos de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) al cierre del 2024.
Sin embargo, no en todo momento fue así. Si bien siempre fue un banco relativamente pequeño, sus números actuales son apenas una fracción de lo que una vez fue. En enero del 2017, sus activos y carteras de crédito alcanzaron un valor de ¢158.687 millones y ¢117.404 millones, respectivamente, pero ocho años después, a enero de este año, cayeron a ¢35.963 millones y ¢9.638 millones.
La disminución más fuerte inició a partir del 2021, año en que sus activos empezaron a bajar en caída libre.
LEA MÁS: ¿A quién le prestan los bancos? Le contamos cómo se reparte la cartera crediticia en Costa Rica
La reducción en el tamaño de su cartera crediticia fue tan fuerte que ya ni siquiera es su activo de mayor tamaño: ese puesto lo tienen sus inversiones en títulos valores, con un 29%, según datos del balance de situación del banco.
La misma historia ocurrió con sus pasivos. Desde el 2017 sus obligaciones con el público han disminuido en un 90,51%. No obstante, las obligaciones a la vista se han mantenido en niveles menores, pero relativamente similares en la última década.
Resultados mixtos
Desde el 2015 Prival ha registrado utilidades cada año con excepción de uno: en 2023. En dicho periodo el banco acumuló pérdidas por ¢1.583 millones. Para poner ese número en contexto vale la pena resaltar que el año de mayores ganancias, el 2018, fue de ¢1.753 millones. Es decir, la caída en el 2023 fue casi tan grande como su mejor año.
En cuanto a morosidad, Prival ha mantenido números históricamente bajos, casi siempre alrededor del 1% (mora a 90 días y en cobro judicial). Sin embargo, a partir del 2023 el indicador empezó a subir: pasó de 1,79% y 4,39% entre enero del 2023 y enero de este año.
Hay que tomar en cuenta que, al tratarse de una cartera tan pequeña, el indicador de mora puede alterarse más fácilmente cuando algún deudor deja de pagar.
En suficiencia patrimonial el banco ha obtenido resultados holgados: se trata de la entidad con un Índice de Suficiencia Patrimonial (ISP) más alto del país con un 61,83% a enero de este año.
El ISP mide la capacidad de los bancos de hacerle frente a los riesgos de su negocio. Cuando está por encima del 10% se dice que está en una situación de “normalidad”.
Cese de operaciones
Según un hecho relevante publicado por Prival, el grupo panameño abandonará la intermediación financiera para concentrarse en sus negocios de administración de fondos de inversión y de intermediación bursátil. La decisión se acordó en la Asamblea General Ordinaria y Extraordinaria de Accionistas, el pasado 30 de enero.
Un abandono de la intermediación financiera quiere decir que Prival dejará de operar como un banco. No obstante, mantendrá su puesto de bolsa y su sociedad administradora de fondos de inversión.
“Grupo Prival Costa Rica, S.A. ha tomado la decisión de centrar sus esfuerzos económicos, de capital, logísticos y operativos del grupo en nuestro país, en las actividades de intermediación de valores y de administración de fondos de inversión. El Grupo venía disminuyendo desde hace algún tiempo las operaciones propias del giro comercial bancario y ahora ha tomado la decisión definitiva de centralizar sus operaciones de esta naturaleza bancaria, en Casa Matriz (Panamá)”, se lee en el hecho relevante.