La adquisición de las operaciones de Scotiabank por parte de Davivienda hará que el banco comprador duplique su tamaño y diversifique su cartera de crédito. Le contamos cuáles son los dos números de estos bancos y cómo quedarían juntos en comparación con el resto del sistema.
El quinto que más presta, pero de lejos
Con esta compra Davivienda no subiría hoy de escalones en la lista de quienes más prestan, ya que seguiría en el quinto lugar, detrás de los cuatro grandes bancos sistémicos del país: el Banco Nacional, el BAC, el Banco de Costa Rica (BCR) y el Banco Popular. No obstante, eso no hace que el salto sea pequeño, de hecho lo acerca a codearse con esas entidades.
Según los datos a noviembre del 2024 de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), Scotiabank es el sexto banco que más presta en Costa Rica, con una cartera crediticia de ₡1,35 billones. Esto equivale a un 6,68% del total de la cartera bancaria del país y lo coloca como el tercer banco privado más grande.
Curiosamente, Scotiabank está justo detrás de Davivienda —el segundo privado más grande—, quien presta apenas ₡1.394 millones más y que también se deja un 6,68% del mercado. Es decir, son dos jugadores que tienen básicamente el mismo tamaño, así que la incorporación viene a duplicar su participación.
Juntos, tendrían una cartera de casi ₡2,7 billones, un 13,36% de todos los créditos bancarios, apenas por detrás de los números del Banco Popular, la cuarta entidad más grande del país en este apartado (16,64%).
Este salto no solo lo acerca a conversar con los grandes, sino que también lo aleja del resto de bancos privados, ya que triplicaría la cartera de su competidor (por tamaño, no necesariamente por nicho) más cercano, Promérica, el cual tiene un 4,37% de la cartera bancaria.
En activos la historia no cambia mucho: si sumamos los números de Davivienda con los de Scotiabank (ambos alrededor de ₡1,95 billones) se obtiene como resultado un 11,85% de todos los activos del sistema bancario, todavía por debajo del Popular (14%), pero muy por encima de Promérica (4%).
Diferencias de cartera
Pese a tener tamaños similares, hay algunas diferencias en cómo está repartida esa cartera. Por ejemplo, Scotiabank se dedica más a créditos para personas físicas. Según los datos de Sugef, un 66% de sus créditos vigentes están colocados en este tipo de clientes, mientras que en su comprador representan un menor porcentaje: un poco menos de un 40%.
Esta colocación en personas físicas está principalmente concentrada en los créditos de vivienda, los cuales ocupan un 43% de los préstamos vigentes del banco. En Davivienda también pesan estas operaciones, pero en menor medida: un 21%.
Entre los otros servicios que da a las personas físicas están las tarjetas, con un casi 10% de sus préstamos, y los créditos de vehículos (8%).
Davivienda se enfoca más en el sector corporativo y empresarial, donde está casi el 52% de su cartera. Scotiabank no es ajeno a este mercado, pero en menor medida: dedica un 29% de su cartera vigente, en cambio.
A continuación puede ver cuáles son los cinco tipos de créditos donde más se enfocan estos bancos:
Bernardo Alfaro, exsuperintendente de Sugef y exgerente del Banco Nacional, dice que esta unión entre carteras probablemente haga de Davivienda un banco todavía más generalista, al combinar su fuerte presencia en el sector corporativo con el negocio consolidado en personas físicas que tiene Scotiabank.
“Te da todo un abanico de oportunidades porque podés ofrecer una gran cantidad de productos. Si Davivienda es agresivo, que yo sé que lo son (de su experiencia en el Banco Nacional), creo que le pueden sacar mucho provecho”, dice Alfaro.
Morosidad y suficiencia
Los indicadores de morosidad y suficiencia patrimonial también pueden ser positivos para Davivienda, ya que el banco que adquirió no tenía problemas en estos apartados.
A noviembre, Scotiabank contaba con la cuarta morosidad más baja entre los bancos, con un indicador de mora mayor a 90 y en cobro judicial del 1,35% como porcentaje de su cartera directa.
Esto es una morosidad más baja que, por ejemplo, el Banco Nacional (2,45%), el Banco de Costa Rica (2,58%) y el Banco Popular (2,60%), las tres entidades públicas del sistema. También tiene una menor mora en su cartera que Davivienda (1,80%).
En cuanto al Índice de Suficiencia Patrimonial (ISP), Scotiabank registró un 19,41% a setiembre, último dato disponible. El ISP es un indicador financiero que provee información sobre la fortaleza del capital de cada entidad supervisada y su capacidad para responder por los riesgos generales de la actividad que realizan. Cuanto más alto es, mejor.
Ese 19,41% le basta a Scotiabank para estar en la categoría de normalidad 1, la más alta en la calificación de la Superintendencia. Davivienda tiene un 15,86%.
Carlos Fernández, exgerente del BCR, considera que esa solidez de ISP de Scotiabank le beneficiará a Davivienda para continuar siendo agresivo en la colocación de créditos. “Pueden prestar más porque ahora tienen más músculo patrimonial”, dice.
Más depósitos
La adquisición de Scotiabank también le da un impulso fuerte a Davivienda en depósitos mantenidos, incluso superaría al Banco Popular en este apartado. Si sumamos los números de las dos entidades da como resultado un total de ₡2,79 billones en obligaciones con el público (esto incluye captaciones a la vista y a plazo, entre otros pasivos), un 11,25% de todas las obligaciones bancarias; actualmente el Popular tiene un 10,83%.
De mantenerse esos depósitos, sería el tercer banco más grande detrás del Nacional (28%), el BCR (20%) y el BAC (19%). Davivienda ahora tendrá el reto de retener esos nuevos depositantes cuando se concrete la transferencia hacia el nuevo banco.
Sobre la adquisición
Los dos bancos confirmaron el 6 de enero que Davivienda integrará las operaciones de Scotiabank de Costa Rica, Colombia y Panamá. Como parte de la integración Scotiabank pasará a ser accionista de Davivienda con un 20% del total de las operaciones y participación en la junta directiva.
Scotiabank explicó que integración puede durar hasta 12 meses, mientras tanto cada entidad continuará operando de manera independiente y las condiciones y servicios de los productos que ofrecen ambos bancos no se verán afectadas.