Una serie de malas señales evidencian que el Gobierno corre para buscar dinero que le permita cerrar el 2020, un año adverso marcado por la contracción económica, la caída en la recaudación de impuestos y la pandemia.
La situación no es fácil y se agrava por complicaciones políticas que son secuelas de la compleja negociación del Presupuesto Nacional 2021 en la Asamblea Legislativa.
Producto de esa tensa relación entre el Ejecutivo y los diputados, este miércoles 4 de noviembre la Comisión de Asuntos Hacendarios rechazó y sepultó uno de los seis préstamos internacionales que hacían fila en el Congreso para dar oxígeno a las finanzas públicas.
Se trata del empréstito por $265 millones con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), un crédito que los diferentes jerarcas del Gobierno trataron de defender, pero sobre cual nunca hubo claridad sobre cómo se utilizarían esos recursos.
Esta semana, mientras el tipo de cambio sube y el Banco Central de Costa Rica (BCCR) interviene para tratar de contener la tendencia alcista; también Hacienda declaró desierta una subasta inversa en dólares porque las condiciones de precio exigidas por el mercado no fueron satisfactorias para la institución.
Así las cosas, EF detalla punto por punto, cómo se vislumbra el panorama fiscal para el cierre del año.
Fracaso con préstamo
Por la Comisión de Hacendarios pasaron Elian Villegas, ministro de Hacienda y Geannina Dinarte, ministra de Trabajo; quienes trataron de defender el crédito internacional con el BID por $265 millones. Inicialmente este préstamo se podría utiliza únicamente para financiar los bonos Proteger.
Sin embargo, el contrato negociado con el ente multilateral permitía dirigir $159 millones para ese plan de subsidios frente a la pandemia, pero sólo entre el 16 de marzo y el 15 de junio, periodo que a todas luces ya venció.
La otra alternativa que trató de defender el Gobierno era destinar los recursos a la Caja Única del Estado para crear un programa de ayudas económicas dirigidas al turismo. Al final los ministros aceptaron que ese dinero incluso de podría utilizar en gastos como salarios y aguinaldos, e incluso en la compra de vacunas contra el coronavirus.
El variopinto panorama que presentó el Ejecutivo no convenció a los congresistas, quienes este miércoles 4 de noviembre, votaron de forma unánime para rechazar el avance del préstamo. De esta manera quedó sepultado.
Hacienda presentó para 2020 un plan de nueve créditos multilaterales de los cuales ya obtuvo la aprobación de tres, y tras el fracaso del empréstito con el BID, está a la espera del camino legislativo de los otros cinco.
Rodrigo Cubero, presidente del BCCR, recordó en una videoconferencia de prensa el lunes 2 de noviembre, que el acceso a los préstamos internacionales es fundamental para que el Gobierno no tenga que salir a buscar recursos en el mercado interno lo que generaría presiones en las tasas de interés.
El jerarca del Central destacó que producto de las necesidades de financiamiento del Ejecutivo y de la adversa situación fiscal del país, ya se observan presiones en el mercado financiero y en el cambiario.
Dificultades para Hacienda
El Ministerio de Hacienda anunció, este jueves 5 de noviembre, que optó por declarar desierta la subasta inversa de bonos estandarizados del 4 de noviembre porque las condiciones de precio que pedían los inversionistas “no fueron satisfactorias para la institución”.
De forma sencilla, Hacienda ofrece recomprar bonos antes de que venzan (el 18 de noviembre), para esas operaciones el precio es fijado por los tenedores de deuda. La entidad rechazó las ofertas de los bonistas porque no se apegaron a la situación del mercado.
Hacienda pretendía pagar de forma anticipada la emisión de deuda interna por un monto de $223 millones y con ese dinero proveer liquidez en dólares al mercado doméstico.
LEA MÁS: El dólar subió ¢8 en un mes y cierra la semana con el precio más alto del año
Al declarar desierta la subasta inversa, seguirán haciendo falta dólares en el mercado y esto obligará al Central a continuar con sus intervenciones para frenar el alza en el tipo de cambio.
Desde el Ministerio de Hacienda reiteraron que cuentan con los recursos para enfrentar los vencimientos y gastos regulares de noviembre. Sin embargo las necesidades para diciembre son altas y se suman los ¢210.000 millones que requieren para el pago de aguinaldos.
Hasta este jueves el BCCR lleva 12 días consecutivos de intervenir para controlar el alza del dólar, la operación más importante se efectuó el pasado martes 27 de octubre cuando vendió $42 millones.
Además, el lunes 26 de noviembre, el Central compró bonos del Gobierno en el mercado secundario de valores para frenar presiones en los precios que podrían afectar a otros instrumentos del mercado interno.
Sin embargo, las señales son confusas. Los bonos de deuda externa costarricenses se deprecian al tiempo que los inversionistas exigen rendimientos mucho más altos para financiar al país; mientras que en el mercado doméstico la recompra de títulos inyectó liquidez para estabilización y evitó la volatilidad en los precios de otros activos.
Pero el mensaje es de incertidumbre y los mercados todavía resienten el retiro de la propuesta para negociar con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la falta de claridad sobre el diálogo nacional y el desgaste político con la oposición para concretar un presupuesto viable de cara al 2021.
Diálogo difuso
El diálogo multisectorial avanzó con una sesión de trabajo esta semana en la que de discutieron temas relacionados con la ansiada reactivación económica.
La comunicación sobre los acuerdos conseguidos es difusa y muchas veces se confunde con la dinámica paralela que se desarrolla bajo la sombrilla de la Junta de Trabajadores del Banco Popular.
Mientras esto ocurre, el Ejecutivo espera cerrar el año con un déficit fiscal del 9,3% del Producto Interno Bruto (PIB), aunque según el presidente del BCCR, si se logran aprobar los créditos internacionales en el Congreso, bajaría a un 9,2% de la producción nacional.
En cualquiera de los dos escenarios, la cifra sería el mayor déficit financiero en la historia del país en las últimas cinco décadas.
La deuda pública llegó al 68,5% a setiembre de este año, de acuerdo con datos de la Contraloría General de la República (CGR). Cifra que es tres veces mayor a los ¢710.600 millones que el Ejecutivo pretende obtener con lo empréstitos multilaterales.
El presidente de la República, Carlos Alvarado, acepta que se cometieron errores de manejo político con los diputados en la negociación del Presupuesto Nacional 2021 y espera que se puedan reconstruir los puentes para retomar la ruta de los créditos internacionales. Así lo apuntó en una entrevista con La Nación esta semana.
#CrisisFiscalCR es un espacio semanal en el que EF le ofrecerá los últimos detalles sobre los principales hechos o acuerdos en torno a las reformas necesarias para enfrentar la crisis fiscal u obtener el financiamiento con el FMI.