La aprobación de la Ley Marco de Empleo Público despeja el camino al Banco Central de Costa Rica (BCCR) para que refuerce sus reservas internacionales netas (RIN) en un momento crucial, en especial porque se encuentran en un punto bajo luego de dos años de pandemia.
La nueva ley abre la vía para que ingresen próximamente $850 millones en créditos externos, incluyendo los fondos que otorga el Fondo Monetario Internacional.
Las reservas internacionales del BCCR alcanzaron una cúspide el 28 de noviembre de 2019 ($9.268,4 millones) y después de ahí las RIN empezaron a mermar a tal punto que el pasado martes 8 de marzo estuvieron compuestas por $6.407,2 millones. Esta última cifra es la menos cuantiosa que ha tenido el Central en sus reservas desde el 20 de noviembre de 2012, cuando tenía bajo su administración $5.389,5 millones.
Para el presidente del Banco Central, Rodrigo Cubero, estos hechos recientes “mejoran significamente la perspectiva para las RIN hacia adelante” y asegura que se hacen realidad los supuestos que se habían expuesto anteriormente respecto a la evolución de los créditos que el país está por recibir.
El saldo de las RIN se ha reducido en los últimos dos años como consecuencia, según el BCCR, de una serie de factores, entre ellos el incremento significativo de la demanda de divisas de parte del sector público no bancario (SPNB) y de inversionistas institucionales.
La importancia de las reservas internacionales radica en que estas cumplen una función estabilizadora, lo cual le brinda a la autoridad monetaria margen de maniobra para utilizarlas en momentos en que la coyuntura lo demande; normalmente, es en períodos de volatilidad y de estrés.
Además, según Adriana Rodríguez, economista y gerente de puesto de bolsa de Grupo Financiero Acobo, el tener reservas monetarias hace que haya un piso de confianza que a la vez mitiga “un poco” esa misma volatilidad y coyuntura que se está presentando.
“Entonces cumplen con ese papel de brindar apoyo para estabilización en momentos en que la coyuntura lo demande, pero también tiene un papel muy importante que es que brinda confianza al inversionista y al agente económico. ¿En qué sentido? En que si yo sé que mi país cuenta con reservas monetarias fuertes, robustas y ojalá crecientes, eso le da apoyo también al valor de la moneda (...)”, resumió Rodríguez.
Desembolsos fortalecerán reservas
Las reservas internacionales netas del Banco Central se verán fortalecidas con el desembolso de tres créditos externos, uno de ellos será el de $250 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
De acuerdo con una noticia publicada por La Nación, el pasado 9 de marzo, el ministro de Hacienda, Elian Villegas, explicó que este crédito estaba aprobado mediante la Ley 10.105; empero no se había podido desembolsar porque tenía como requisito la aprobación de Empleo Público.
“Ya estamos cumpliendo los trámites para desembolsarlo, y esperamos que nos confirme el BID qué día lo podrían estar desembolsando”, dijo Villegas.
Un segundo crédito externo que “inyectaría” las RIN del Banco Central sería el del Banco Mundial, por $300 millones, el cual fue dictaminado el pasado martes 8 de marzo en la Comisión de Asuntos Hacendarios.
El ministro de Hacienda mencionó a La Nación que este crédito también tenía como requisito la aprobación de la Ley Marco de Empleo Público, por lo que cuando sea aprobado en el Plenario Legislativo podría ser desembolsado.
También el 8 de marzo, Costa Rica consiguió la aprobación por parte del equipo técnico del Fondo Monetario Internacional (FMI) para recibir un nuevo desembolso de su programa de financiamiento con el organismo internacional. Si el Directorio Ejecutivo de la institución autoriza la decisión de su equipo técnico, entonces el país podrá acceder a $300 millones.
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Ante esto, Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central de Costa Rica, manifestó que con la aprobación de la Ley Marco de Empleo Público y la decisión del FMI de proceder con las primeras y segundas revisiones del acuerdo del Servicio Ampliado (SAF) sí se mejora significativamente las perspectivas de las RIN hacia adelante, en línea con las programaciones que tiene el BCCR.
“Justamente, (las programaciones) incorporan estas aprobaciones y los créditos externos que esas aprobaciones desencadenan, particularmente créditos del Banco Interamericano de Desarrollo, del Banco Mundial y otros créditos que también están programados, que se darían a lo largo de este año y que permitirían fortalecer significativamente la posición de las reservas”, explicó Cubero.
De tal forma que se proyecta que los desembolsos externos ocurran en los próximos meses y que se restituya la posición de RIN.
No obstante, si el atraso en la aprobación persiste por mucho tiempo, o del todo se pierde el acceso a esos créditos, el resultado sería una mayor presión sobre el tipo de cambio, que ya de por sí es alto.
El promedio ponderado del precio del dólar pasó de ¢644,95 el 28 de febrero de 2022 a ¢653,50 el 9 de marzo de 2022, en el Mercado de Monedas Extranjeras (Monex); un aumento de ¢8,55.
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Punto bajo
Si se comparan las reservas del 8 de marzo de 2019, con la misma fecha de 2022, estas mermaron 16,34%, es decir, que actualmente las RIN tienen $1.251,7 millones menos.
Por otro lado, respecto al 8 de marzo de 2020, que fue el nivel más alto de esa misma fecha desde el 2010, la caída registrada fue de 21%, lo cual equivale a una reducción de $1.702 millones en las reservas actuales.
En lo que va del 2022, las RIN pasaron de $6.918,1 millones el 1.°de enero a $6.407,2 millones el 8 de marzo. Asimismo, el día del presente año que ha registrado el mayor nivel de reservas internacionales netas fue el 16 de enero de 2022 con $6.949,4 millones, mientras que la menor cifra se alcanzó el 8 de marzo.
Sin embargo, aunque las reservas bajen, la Junta Directiva del BCCR definió un rango de 11% a 15% del Producto Interno Bruto (PIB) como parámetro indicativo del nivel en que el Banco Central desea que se ubiquen las RIN hacia el mediano plazo.
No obstante, Cubero indicó que ese parámetro indicativo no impide que, en el corto plazo, las reservas puedan y deban ubicarse por debajo o por encima de ese rango como consecuencia de su utilización para cumplir con su razón de ser, que consiste en amortiguar choques externos.
Aunque para el mediano plazo, según las proyecciones actuales del BCCR, las reservas internacionales netas se ubicarían dentro de ese objetivo deseado.
Por su parte, y pese a la caída en el saldo de las reservas, estas actualmente se encuentran por encima de otras métricas de suficiencia, como cobertura de la base monetaria amplia, cobertura de importaciones y cobertura de deuda externa de corto plazo; comentó el jerarca del Banco Central.
Razones de la caída
De acuerdo con William Calvo, economista y exdirector de la división económica del BCCR, las reservas han venido disminuyendo, básicamente, por la situación que atraviesa el país, pero considera que uno de los elementos “importantísimos” generadores de divisas que ha caído “bastante fuerte” es el turismo, lo cual ha ocasionado una abrupta merma en la oferta de divisas. Este criterio también lo comparte la economista Rodríguez.
Datos del Instituto Costarricense de Turismo (ICT) exponen que las llegadas de turistas internacionales, por todas las vías (aérea, marítima y terrestre), pasaron de 3.139.008 en 2019 a 1.347.055 en 2021; lo cual implica una caída de 57,08%.
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Además, durante los dos años de la pandemia de la COVID-19 ha aumentado “significativamente” la demanda de divisas de parte del Sector Público No Bancario (SPNB) y de inversionistas institucionales. En el caso del SPNB destacan las fuertes demandas por parte del Gobierno Central, que ha enfrentado vencimientos de deuda en dólares por montos muy altos en estos dos años y que no ha recibido recursos en dólares en la misma magnitud.
“Esto ha ocurrido porque algunos de los créditos en dólares que el Gobierno esperaba recibir en el bienio 2020-2021 se atrasaron o no se dieron del todo, pues no contaron con la oportuna aprobación legislativa. El atraso en la conclusión de la revisión con el FMI también ha implicado demoras en desembolsos por parte de ese y de otros organismos internacionales. Eso ha obligado al Gobierno a comprarle al Banco Central los dólares para atender sus deudas”, expuso el presidente del BCCR.
Otras instituciones del SPNB han estado colonizando sus deudas, y eso ha resultado en un aumento en la demanda de divisas para la cancelación de sus deudas en dólares. Destacan también los mayores requerimientos de divisas por parte de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), como consecuencia del incremento en la factura petrolera.
También se incrementó la demanda de divisas por parte de las operadoras de pensiones, como resultado de un proceso de diversificación de sus carteras hacia activos externos. La fuerte demanda de dólares por parte de este sector ha reducido el espacio del Banco Central para reponer en el mercado cambiario todas las divisas que le ha vendido al SPNB.
De manera tal que estas situaciones han ocasionado que el Banco Central experimente una presión sostenida sobre el tipo de cambio y una reducción en el saldo de las RIN.
“En este contexto, y para mitigar parcialmente el impacto sobre el tipo de cambio sin alterar su tendencia, el Banco Central ha creado una especie de puente temporal mediante el uso de las reservas. Es decir, los requerimientos de dólares del SPNB, y particularmente del Gobierno, en lugar de cubrirse con créditos externos, como se esperaba, se han cubierto temporalmente con reservas en un contexto en que los espacios en el mercado cambiario se han estrechado”, expuso Cubero.
“De no haberse utilizado las reservas para tender ese puente temporal, se hubieran dado movimientos muy fuertes en el tipo de cambio, primero hacia el alza y luego hacia la baja. En un país con un nivel aún muy alto de dolarización financiera, esas fluctuaciones hubieran podido poner en riesgo la estabilidad del sistema financiero”, manifestó el presidente del Banco Central.