El shock de oferta y demanda generado por el apagón económico necesario para mitigar el contagio del coronavirus también tiene efectos en la confianza de los consumidores costarricenses cuyas percepciones en los últimos tres meses fueron negativas en diferentes áreas.
Aunque el Índice de Confianza del Consumidor (ICC), publicado este jueves por la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica (UCR), muestra que el indicador se mantiene en el mismo nivel que se reportó en febrero (36,6), existen otros resultados que ofrecen luces sobre del deterioro de la percepción de las personas en el país.
En términos cuantitativos el ICC no refleja directamente una caída en la confianza de este segmento de los agentes económicos.
“Es necesario entender que este índice es un promedio y que, en este caso, ese promedio oculta los cambios que están experimentando los consumidores en sus valoraciones y expectativas”, indica el informe de la encuesta.
Sin embargo, este indicador se subdivide en el Índice de Condiciones Económicas Actuales (ICEA) y el Índice de Expectativas Económicas (IEE). El primero revela la valoración de la confianza de los consumidores frente a la situación actual y el segundo muestra qué esperan para el futuro.
Derrumbe en la confianza
El ICEA registró una abrupta caída de 33,3 a 19,7 puntos, la disminución más grande registrada desde que se realiza la encuesta (agosto del 2005). Este resultado evidencia un desplome en la confianza actual de los consumidores.
Si se valoran algunas preguntas o temas específicos desarrollados en la medición se pueden obtener señales más claras sobre el derrumbe de las percepciones de las personas en el país.
Por ejemplo, quienes afirmaron que la situación económica del hogar está peor en comparación con un año atrás creció del 39,5% en febrero al 53,9% en mayo.
¿Es un buen momento para comprar artículos para el hogar? La proporción de opiniones negativas creció de 63,3% en febrero a 82,9% en mayo, esta última cifra es la más alta registrada en todas las encuestas.
Otras áreas de la medición presentaron cambios importantes en el último trimestre por el efecto de la pandemia.
En cuanto a la expectativa ante la situación económica personal, aumentó de 21,5% a 36,2% la cantidad de respuestas de quienes consideran que el ingreso familiar de redujo.
“Igual sucedió en el tema de la capacidad de compra, ya que registra un deterioro, lo que se comprueba al saber que quienes consideran que el ingreso familiar crecerá menos que el aumento en los precios aumentó de 31,8% a 38,2 (6,4 puntos porcentuales)”, indica el reporte.
Sobre la política económica y social, la calificación del Gobierno mejoró significativamente. 23,5% afirma que hace un trabajo bueno, 37,5% dice que hace lo necesario y 37,1% que la labor es pobre. Tres meses antes los resultados eran 11% bueno, 27% regular y 60% pobre.
“Esta calificación venía en franco deterioro desde el inicio de la actual administración y en esta encuesta se obtuvo la valoración más positiva que ha recibido”, agrega el informe.
Casi seis de cada diez encuestados espera que el desempleo aumente en el próximo año y el 67,2% prevé un crecimiento en la pobreza.
Las perspectivas para comprar bienes duraderos como casa y carro también son más negativas que un trimestre atrás.
Solo el 14,4% opina que son buenos tiempos para adquirir este tipo de bienes frente al 76,2% que afirma que son malos momentos para hacer estas inversiones. En febrero la proporción era del 17,6% a favor de comprar y 64,3% en contra de hacerlo.
La expectativa laboral mostró un aumento del 64,3% en febrero a 71,7% en mayo entre quienes consideran que es difícil encontrar trabajo en este momento.
Mientras que la expectativa de perder el empleo creció del 27,5% al 33,1%, la cifra más alta encontrada en todas las encuestas.
Optimismo futuro
Uno de los hallazgos de la medición es que, a pesar de la crisis del coronavirus, los consumidores son optimistas para dentro de un año.
El IEE −que mide las valoraciones hacia el futuro− incrementó de 39 puntos a 47,9 puntos. Este aumento de nueve puntos muestra que las expectativas son positivas.
Ese optimismo se refleja también en los resultados favorables para el Gobierno y en la perspectiva de que las tasas de interés se encuentran bajas.
La porción de quienes esperan un incremento en los tipos de interés se redujo de 57,7% a 47,5%.
La Encuesta de Confianza de los Consumidores es una medición trimestral que se publica en febrero, mayo, agosto y noviembre de cada año.
Cuenta con una muestra de 700 personas a quienes se les aplican cuestionarios por medio de llamadas telefónicas asistidas a líneas celulares en todo el país.
Las entrevistas se realizaron los primeros 15 días de mayo. La encuesta tiene una tasa de respuestas del 90%, una cobertura del 97% de la población nacional y un nivel de confianza del 95%.
Desde mediados del 2015, la encuesta forma parte del Sistema Estadístico Nacional (SEN) y sus resultados se reportan ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).