Coopeservidores (CS Ahorro y Crédito) fue declarada inviable por el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) el viernes 21 de junio. Esto significa que ahora deberá entrar el denominado proceso de resolución y que no podrá exceder de un año en su duración.
El proceso de resolución lo que busca es rescatar, en la medida de los posible, los activos y pasivos de Coopeservidores para proteger el dinero de los depositantes y acreedores de la entidad.
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¿Qué va a pasar con Coopeservidores?
Coopeservidores dejará de operar como intermediario financiero y los activos y pasivos de “buena calidad”, según describió el Conassif, se acumularán en un bloque llamado “banco bueno”. Esta piscina de activos se le trasladará a una entidad financiera solvente. Es decir, otro intermediario (banco, cooperativa, mutuales, etc.) asumiría los activos y pasivos de mejor calidad de Coopeservidores.
Los administradores del proceso de resolución, nombrados por el Conassif, entablarán conversaciones con las entidades interesadas en asumir el banco bueno. Marco Hernández, administrador del proceso y exinterventor de CS, mencionó que todavía no han iniciado las negociaciones. La prioridad se le dará a la entidad que quiera asumir los pasivos (por ejemplo, lo que Coopeservidores debe a sus depositantes).
Sin embargo, los pasivos que no sean garantizados serán asumidos por la entidad con un recorte que de momento se estima del 20%, pero que puede cambiar con el tiempo.
Un pasivo no garantizado es, por ejemplo, el dinero que un ahorrante tenga depositado en la cooperativa que supere los ₡6 millones que cubre el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD). Tampoco está garantizado el capital social aportado por los asociados. Es decir, los depositantes con montos que superen el FGD podrían recuperar, como máximo, un 80% de su dinero, pero estas cifras todavía son proyecciones y no están en firme.
El grupo de partidas que se trasladará al banco bueno representaría alrededor de un 80% de los activos totales de Coopeservidores, según mencionó Hernández. El restante 20%, denominado “banco malo”, tendrá activos de menor calidad. Estos serían administrados por un fideicomiso con el objetivo primordial de venderlo totalmente en un plazo máximo de un año.
Este fideicomiso tendría como fideicomisarios a los acreedores de los pasivos no garantizados (a quienes se les deba más de ₡6 millones) y a los asociados que aportaron capital social; en ese orden se gestionará la prioridad de pago según se vendan los activos. Hernández mencionó que es probable que dichos activos se vendan con un descuento importante debido a su menor calidad.
Si el fideicomiso no logra el objetivo de vender el 100% de los activos del banco malo, entonces la cooperativa, junto con el fideicomiso, se traslada a un proceso concursal (solicitud de quiebra). También se iría a este proceso si ninguna entidad se propone tomar el banco bueno.
¿Por qué se llegó a un proceso de resolución?
La interventoría de Coopeservidores encontró que la cooperativa no cumple con los requisitos de solvencia y no se prevé que cuente con las posibilidades de salvarse. Esto significa que, de continuar operando, los activos no serían suficientes para cubrir todas las obligaciones de la entidad.
La insolvencia se debe en mayor medida a un importante deterioro en la cartera crediticia, el principal activo de la entidad. Hernández mencionó que aproximadamente un 17% de la cartera es la que se deterioró “significativamente”.
La interventoría encontró que no existe una posibilidad creíble de ejecutar una recapitalización interna, la cual es voluntaria, dada la magnitud del capital que se tendría que aportar para cubrir el déficit entre activos y pasivos.