Las entidades financieras solventes que estén interesadas en adquirir el conjunto de activos de calidad y los pasivos (banco bueno) de Coopeservidores (conocida como CS Ahorro y Crédito) tienen hasta este jueves 27 de junio para confirmar su participación en el proceso de negociación del bloque en mención.
Así lo informó Marco Hernández Ávila, exinterventor titular de Coopeservidores y actual administrador de la resolución en entrevista con El Financiero la mañana del 25 de junio.
“Nosotros ya invitamos a todas aquellas entidades que podrían participar como entidades solventes para llevarse esta transacción o para efectuar esta transacción principalmente con el ‘banco bueno’ (...) Tienen tres días de plazo (que vencen el jueves) para confirmarnos y ya a partir de ahí, la entidad que esté interesada y nos confirme tendrá que presentar una oferta del ‘banco bueno’, y después esa oferta la tenemos que negociar para establecer los precios finales y que sea lo más beneficioso para los ahorrantes e inversionistas”, mencionó Hernández Ávila.
La entidad solvente que absorba este bloque deberá asumir todos los depósitos y préstamos garantizados, lo que serviría para hacer pagos a los acreedores en un lapso que se estima no exceda los dos meses.
“(El banco bueno) se construye básicamente con la premisa de que la entidad solvente se va a llevar todos los pasivos de la cooperativa, pero para respaldar esos pasivos, pues entonces se le ofrece a la entidad solvente una serie de activos valiosos que todavía tiene la entidad, para efectos de que con esos activos la entidad solvente pueda pagar esos pasivos”, dijo el administrador de la resolución de la cooperativa.
En detalle, el “banco bueno” de Coopeservidores se compone de:
-- Préstamos bancarios, dentro de los cuales hay préstamos que están garantizados por cartera que entregó la cooperativa y por algunos títulos valores; y también hay préstamos que no están garantizados, es decir, que solamente están respaldados como pagaré por parte de Coopeservidores.
-- Depósitos garantizados (ahorros a la vista o a plazo por hasta ¢6 millones) y los no garantizados (los que exceden los ¢6 millones).
-- Otros pasivos como cuentas por pagar de diversa índole como las cuentas a proveedores y “otro tipo” de depósitos que tiene Coopeservidores con clientes.
-- Activos como las disponibilidades por el orden de ¢32.000 millones e inversiones transitorias por ¢152.000 millones. “Esos son prácticamente lo que uno denomina activos líquidos y que no tendrían mayor problema en que una entidad solvente se lo lleve”, dijo Hernández Ávila.
-- Activos como créditos, instalaciones, mobiliario y equipo, entre otros.
Los activos que la entidad solvente no desee dentro del “banco bueno” y la cartera de crédito deteriorada estarían en el “banco malo”, es decir, en el grupo de activos que se administraría en un fideicomiso, con el fin de venderlo totalmente en un plazo máximo de un año.
El fideicomiso también podría ser administrado por el mismo intermediario financiero que se deje, eventualmente, el “banco bueno”.
Oferentes para el “banco bueno”
El pasado 24 de junio, La Nación informó que el Banco Popular confirmó su interés de absorber el “banco bueno” de Coopeservidores. “Los análisis preliminares y cualquier acción que podamos evaluar y definir, tendrán siempre como objetivo prioritario la confianza de nuestros clientes, la solidez financiera del Banco y la intención de llevar tranquilidad a las personas que tienen operaciones financieras con la cooperativa”, indicó la Oficina de Comunicación del Popular.
Hernández Ávila, por su parte, dijo a El Financiero que entrarían “a conocer la oferta, si es que existe en ese momento, entre el jueves y viernes, y seguramente ya la otra semana el banco podría presentar ya la oferta en firme porque la oferta primero tiene que ser negociada con nosotros para que luego sea aprobada por las instancias superiores en la entidad solvente. Luego de que ya eso se apruebe, entraríamos a implementar la resolución”.
Se estima que la negociación de la cartera de calidad con una entidad interesada en adquirirla dure aproximadamente una semana, sin embargo, si aparece un nuevo oferente, el proceso se podría retrasar en unas dos semanas.
“Aquí hay, digámoslo así, una carrera de caballos: hay un caballo que ya está casi llegando a la meta y el otro que posiblemente tiene que iniciar la carrera. Pero bueno, habría que darle la oportunidad de que compita también”, agregó el administrador de la resolución de Coopeservidores.
El proceso de transferencia total del “banco bueno” duraría entre tres y cuatro semanas.
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