La contracción de los gastos sin intereses es insuficiente para que el Gobierno registre un menor déficit en sus finanzas, debido a la profunda caída de la recaudación tributaria.
El déficit primario, que excluye los intereses que se pagan por la deuda, alcanzó a junio una cifra de 1,6% como porción del Producto Interno Bruto (PIB); y el financiero, llegó al 3,8% del PIB. Ambas cifras son mayores a las registradas en el pasado.
Los gastos sin intereses pasaron de crecer 7,5% en junio del 2019, a contraerse 2,7% al mismo mes del 2020. Al contabilizar el pago de los intereses, también se registra una menor aceleración, pasando de 9,4% a 0,7% en igual periodo.
Sin embargo, los ingresos totales se contraen 8,6%, cifra que inclusive supera de forma leve la caída registrada en la crisis del 2008-2009, cuando las entradas de recursos en las arcas públicas cayó 8,3%.
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¿Se recortó el gasto?
En las remuneraciones, el crecimiento de sueldos y salarios fue muy similar al del año pasado, cuando ya se había desacelerado respecto al 2018. Las cargas sociales, por su lado, mostraron un menor ritmo, pasaron de 4,7% en 2019, a 1,3% en 2020.
El pago de intereses también bajó el ritmo, lo que ayudó a liberar la carga de gastos, en momentos en los que la desaceleración impide recaudar los recursos que Hacienda acostumbra.
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Las transferencias, además, también se desaceleraron a un 1,2%, cumpliendo así tres años consecutivos de bajar el dinamismo en cada junio.
Lo que permitió el menor repunte fue el recorte de transferencias al sector público, ya que los recursos destinados al sector privado y al externo crecieron más.
Los gastos de capital también se contrajeron, en este caso un 35%. La inversión creció, luego de dos años de recortes en cada junio, pero las transferencias al sector privado, público y externo en este rubro caen.
El golpe de la menor recaudación
Durante la crisis económica del 2008, las arcas estatales también se vieron impactadas con una menor recaudación de impuestos, pero el golpe por la pandemia, hasta ahora, es peor.
En 2009 los ingresos tributarios cayeron 9,1%, hoy registran una baja de 11,6%.
El Gobierno ve caer la recaudación por concepto de impuesto a ingresos y utilidades, sobre importaciones, exportaciones vía terrestre, ventas, consumo y otros. También se reducen los ingresos no tributarios.
Lo que sí crece (18,77%) es la recaudación del impuesto sobre la renta a personas físicas y lo hace a un mejor ritmo que el visto un año atrás (4,29%).