La evolución del tipo de cambio en el primer trimestre del 2021 se ha mantenido estable, el promedio general ronda los ¢613 por dólar. Sin embargo, el mercado cambiario está a las puertas de una serie de eventos que podrían determinar el curso del valor de la divisa en los próximos meses.
La incertidumbre para el mercado cambiario con respecto a la compra de divisas para la reconversión de dólares de deuda externa y pagar las obligaciones del Gobierno Central, además del posible aumento en el precio del petróleo son factores clave que determinarán el ritmo con el que se aprecia o devalúa la moneda extranjera.
En el 2020 para la última sesión de compra y venta de divisas en el Mercado de Monedas Extranjeras (Monex), el dólar alcanzó su precio máximo y llegó a ¢614,47 desde entonces esta ha sido la cifra que predomina en el mercado.
Amedeo Gaggion, director de Tesorería de Scotiabank, apuntó que actualmente existen varios factores que presionan hacia la depreciación y unos pocos a la apreciación, pero el principal indicador sobre el movimiento de la divisa en el país es el balance en ventanillas de intermediarios cambiarios.
“Uno de los indicadores más claros en el cual se evidencia el balance entre oferta y demanda del tipo de cambio se puede observar a través del balance de las ventanillas de intermediarios cambiarios”, advirtió Gaggion
Para el viernes 26 de marzo era posible observar un superávit en las ventanillas, no obstante el excedente de este 2021 es menor al que se observó en el primer trimestre del 2020.
Este indicador lo que evidencia es que los intermediarios cambiarios han fortalecido sus reservas de divisas, pero a la vez no han requerido hacer operaciones de venta con sus clientes.
Adicionalmente hay otros factores que inciden en el superávit de los intermediarios durante esta temporada.
El primero es que marzo cierra el primer trimestre del año lo que implica que normalmente para estas fechas se debe hacer adelanto de pago de impuestos, adicionalmente este 2021 se unió con el cierre y reporte de impuesto de renta del 2020 de 15 meses, por el periodo especial que había dado Tributación, lo que también puede provocar que las empresas con operaciones en dólares vendan divisas para cumplir con esta obligación.
Esto tuvo como resultado que desde inicio de mes hubiera abundancia de dólares a la venta, presentando excedentes en ventanillas todos los días a excepción del 8 de marzo, sumando $239 millones en excedentes.
Sin embargo, en los últimos días, desde el 23 de marzo el comportamiento se ha revertido esto ha hecho que el tipo de cambio haya subido de ¢611,74 el viernes 19, a ¢614,53 el pasado viernes 26 de marzo en el Monex.
Este lunes 29 de marzo el tipo de cambio en el Monex cerró en ¢614,34. El precio en los intermediarios financieros se mantiene en estable entre ¢617 y ¢620 desde hace tres semanas.
El martes 30 marzo el Monex cerró en ¢613,54 con apenas $7,3 millones negociados.
Presiones de demanda
Actualmente el comportamiento de la divisa dependerá de varios factores, pero Gaggión expresó que el principal movimiento al que habrá que prestarle atención es a la resoluciones en el Congreso con respecto a temas relacionados con la aprobación del crédito del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el proceso con el que ingresen divisas al país.
Es decir, será determinante la velocidad con la que se aprueben los créditos multilaterales para el país, además de la posible incertidumbre que se pueda generar en el mercado cambiario con la compra de dólares por parte del Gobierno Central para el pago de sus obligaciones.
“La velocidad en el que esto (cambio de dólares a colones de préstamos) se haga será fundamental en la apreciación del tipo de cambio”, agregó Gaggion.
Las conversaciones en el Congreso sobre las medidas y los planes de apoyo relacionados con el plan presentado al FMI dictaran qué tanta o tan poca incertidumbre haya en el mercado.
La depreciación del colón, según Gaggion, depende de aspectos como una resolución negativa en las negociaciones con el FMI, insuficiente control del gasto público y por tanto un elevado déficit fiscal, menor apetito de los inversionistas por los bonos de Hacienda o menor Inversión Extranjera Directa (IED), un incremento en los impuestos en detrimento del crecimiento económico y la inversión o recrudecimiento de los cierres de negocios y mayores restricciones de movilidad por aumento acelerado en el contagio de COVID, lo que implica menos ingresos y mayores gastos para el Gobierno.
Por el lado de la apreciación, el colón podrá tomar aún más valor frente al dólar un mayor dinamismo económico, el cual se verá reflejado en una mejora en la recaudación tributaria.
Un aumento en el fondeo externo a través de créditos multilaterales y Eurobonos, ayudará a una rápida reconversiónde la deuda contraída en dólares por parte de Hacienda y un mayor flujo de divisas.