A raíz de una encuesta ejecutada a finales del año anterior, la Oficina del Consumidor Financiero (OFC) identificó cuatro perfiles de deudores en el país. De estos, un tipo de deudores mantiene el panorama más complicado: quienes se perfilan en el grupo cuatro, con deudas que comprometen sus ingresos hasta en un 95% y con una edad promedio de 38 años.
“El segmento cuatro tiene todas las luces (de alerta) encendidas, ya que maneja un alto nivel de deuda a partir del elevado compromiso de sus ingresos, su situación laboral es delicada y su nivel de escolaridad limita aún más los márgenes de maniobra”, comentó Danilo Montero, director general de la OFC.
Por otro lado, los del grupo uno, con edad promedio de 44 años y un nivel de compromiso de sus ingresos entre el 28% y el 41%, con una cobertura de los gastos básicos suficiente e incluso mantienen la posibilidad de ahorro; mientras que en el grupo dos los compromisos de ingresos están en un rango entre el 42% y el 57% y al menos a un 68% les alcanza para gastos básicos y más.
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“El segmento dos, si bien suple sus necesidades, es un grupo en el que urge consolidar ahorros para complementar sus ingresos cuando alcancen la edad de retiro; es claro que ambos segmentos requieren enfoques de educación financiera diferentes, no solo por el compromiso de sus ingresos, sino por edad y condición socio laboral”, puntualizó Montero.
Asimismo, el grupo tres tiene un promedio de 36 años y niveles de compromiso entre el 44% y el 57%, pero al 46% únicamente le alcanza para cubrir las necesidades básicas.
El estudio determinó los perfiles del consumidor endeudado a partir de variables como la edad, capacidad para asumir los gastos básicos o más, el nivel de compromiso para el pago de deudas, nivel educativo, zona de residencia y estatus laboral:
La encuesta también determinó que aproximadamente el 74% de las personas entre los 18 y los 65 años de edad tienen alguna deuda actualmente y, de ese grupo, alrededor de un 20% tiene compromisos de pago que representan el 62,5% o más de sus ingresos mensuales.
El estudio se realizó durante noviembre del 2020, abarcó a un total de 1.200 personas entre los 18 a 65 años, con un error muestral de 2,8% y fue aplicado en todo el país.
Por otro lado, un estudio divulgado en diciembre anterior por el Tecnológico de Costa Rica (TEC) y el buró crediticio Equifax, señaló que para el primer semestre del 2020 el monto promedio de morosidad de los deudores en el sistema financiero no supervisado era de ¢361,684 mientras el ingreso neto promedio ronda los ¢490.000 mensuales.
Es decir, la deuda abarcaba el 73% de los ingresos, situación que los especialistas consideran muy delicado, por el alto nivel de endeudamiento que ello representa. Específicamente en empresas de préstamos, el monto de la mora pasó de ¢743.706 en el primer semestre del 2018, a ¢1.053.571 por persona en el primer semestre del 2020.