La reapertura controlada y regulada, el fomento del turismo, el suavizamiento de la restricción vehicular sanitaria además de la promoción del acceso al crédito para las pymes, son algunas de las medidas que promovieron un incremento de la confianza en 8,4 puntos. Sin embargo el pesimismo generalizado se mantiene.
A un año de experimentar en el país los efectos de la covid-19, la encuesta de febrero revela que el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) es de 36,7 puntos, magnitud que, en una escala de 0 a 100, refleja pesimismo hacia la economía nacional.
Esto significa que, aunque los consumidores continúan percibiendo pesimismo hacia la economía nacional, el sentimiento era más acentuado seis meses atrás.
Si bien el puntaje aumentó, el investigador y coordinador de la encuesta, Johnny Madrigal, aseguró que continúa siendo bajo y que refleja el pesimismo que se mantiene entre los costarricenses. “La confianza tímidamente se está fortaleciendo, pero el pesimismo a escala nacional se mantiene”, recalcó.
El índice se ha venido recuperando desde agosto del 2020, uno de los meses con los puntajes más bajos (28,3) desde el 2002. Esa caída ocurrió luego de los meses con medidas de restricción más severas. El ICC volvió en febrero del 2021 al mismo punto que tenía hace un año (36,7), justo antes de la alerta sanitaria.
El ICC es calculado por la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica mediante una encuesta con las respuestas a cinco preguntas: dos referentes a las condiciones económicas actuales y otras tres relacionadas con las expectativas económicas.
Consumidores insatisfechos
La encuesta muestra los resultados desde la perspectiva de confianza personal y sobre el gobierno, lo que mostró que mientras los consumidores siguen pesimistas sobre las decisiones de política económica, retoman la confianza en una mejora en sus finanzas personales.
La percepción de las personas encuestadas respecto a la política económica del Gobierno se ha deteriorado en los últimos meses.
La calificación de desempeño como “trabajo bueno” disminuyó de 16%, en agosto del 2020, a 7% en febrero pasado, mientras que la percepción de “trabajo pobre” del Ejecutivo en materia económica aumentó de 50% a 63%, en ese mismo periodo.
En cuanto a la situación económica personal: se esperan mejoras en el ingreso familiar ya que quienes señalaron que esperan menores ingresos cambió de 35%, en noviembre del 2020, a 24%, para febrero de este año; además, el porcentaje de personas que esperan pérdidas en la capacidad de compra para este 2021 disminuyó de 45% a 34%.