Aunque todavía siguen en terreno restrictivo, Costa Rica es uno de los pocos países que han podido bajar sus tasas de interés en lo que va del 2023. De hecho, de los bancos centrales que recopila el portal Datos Macro, solo hay 14 que lo han hecho en el mundo; de ellos, únicamente cuatro están en el continente americano.
Durante este año, el Banco Central de Costa Rica (BCCR) ha realizado cuatro ajustes hacia la baja en su Tasa de Política Monetaria (TPM), bajándola de un 9% a un 6,50%. La posibilidad de reducir la TPM es una especie de privilegio que pocos países han podido realizar. Esto se debe a que, si bien la inflación mundial ha venido en retroceso, todavía se mantiene por encima de la meta de muchas de las economías más importantes del mundo.
Ese no ha sido el caso de Costa Rica, país en el que la inflación interanual está incluso por debajo de la meta del BCCR. Dentro de los países que sí han reducido sus tasas, cuatro pertenecen a Ámerica, cuatro a Europa, cuatro a Asia y dos a África. Entre ellos, Costa Rica es el que tiene el menor dígito de inflación: -1,04%.
En la siguiente tabla puede observar cuáles son los bancos centrales que han reducido sus tasas y el último nivel de inflación que registraron:
Diferencias entre las potencias y las economías emergentes
Durante la última presentación del Informe de Política Monetaria, el presidente del Central, Róger Madrigal, habló sobre este particular comportamiento en las tasas de referencia de los distintos bancos centrales alrededor del mundo.
Según explicó, la mayoría de economías avanzadas todavía están en un proceso de ajuste hacia el alza en sus respectivas tasas de interés —salvo el particular caso de Japón—. El ejemplo más sonado es el de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed), la cual subió su tasa en 0,25 puntos porcentuales (p. p.) —su máximo nivel desde el 2001— y todavía no se descartan más ajustes hacia el alza.
Lo mismo se puede decir de la Zona Euro y del Reino Unido: la expectativa es que vengan todavía más aumentos en los próximos meses.
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En la mayoría de economías emergentes latinoamericanas, en cambio, se observa una pausa en el ciclo alcista de sus tasas de interés, mas no una baja. Países como Colombia, Perú, México y Brasil han mantenido su TPM en un mismo nivel por lo menos en los últimos tres meses.
Un menor número de bancos centrales ya inició el descenso de sus respectivos tipos. Entre estos países se encuentran únicamente Costa Rica, Uruguay, República Dominicana y Chile.
No obstante, Costa Rica es por mucho el país que más ha podido reducir su TPM: en 2023 se han realizado cuatro ajustes a la baja de 2,50 p. p. en total. Chile ha bajado su tasa en 1 p. p., mientras que Uruguay y República Dominicana la redujeron en 0,75 p. p. De estos bancos centrales, el de Costa Rica es el único que ha realizado más de un ajuste a la baja en lo que va del año.
Esta singularidad responde a que el país logró enfriar su inflación a una mayor velocidad que gran parte del mundo. La variación interanual del Índice de Precios al Consumidor (IPC, lo que conocemos como inflación general) cayó a números negativos (-1,04%) el pasado mes de junio. Esto le ha dado más espacio al BCCR de bajar la TPM. Aún así, con un nivel del 6,50%, Madrigal todavía considera que la tasa sigue en terreno restrictivo.
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Potencias influyen
El hecho de que estas economías avanzadas mantengan niveles altos en sus tasas de interés, principalmente Estados Unidos, influye en las decisiones que vaya a tomar el Banco Central con respecto a su TPM. Actualmente la diferencia entre la tasa de la Fed y la TPM costarricense es de apenas 1 p. p.
Madrigal mencionó que el comportamiento de estas potencias pone una especie de “restricción adicional” a la política monetaria nacional.
“La experiencia que hemos visto es que cuando se desalinean de manera significativa las tasas de interés locales con las internacionales, se provocan movimientos de cartera o de portafolio, y eso tiene incidencia en el tipo de cambio. No necesariamente por lo que los externos quieran hacer, sino porque los mismos costarricenses empiezan a considerar la posibilidad de hacer arbitraje con tasas de interés”, explicó Madrigal.
El presidente del BCCR también mencionó que aunque una eventual diferencia entre los niveles de los tipos de interés locales e internacionales no es una variable fundamental, sí es un “equilibrio delicado” que el Central tiene que tomar en cuenta. “Un desalineamiento de tasas muy alto y por mucho tiempo sí tiene consecuencias que luego tenemos que reversar con incremento de tasas, por eso el cuidado que hay que tener”, agregó.
Durante el 2020 y 2021, cuando el premio por invertir en colones fue negativo debido a las bajas tasas locales, los grandes inversores institucionales del país, como las operadoras de pensiones, convirtieron un porcentaje importante de su cartera de inversión a dólares y la llevaron a instrumentos fuera de Costa Rica en busca de mejores rendimientos. Esto contribuyó a una depreciación importante del colón con respecto a la moneda estadounidense.