Si usted siente que su salario cada vez le alcanza menos, gran parte de ello se debe a la inflación. Los ingresos promedio no están respondiendo a la velocidad que lo hace el aumento de los precios de los bienes y servicios.
Este fenómeno se ve reflejado en los salarios reales, es decir, los que son utilizados para mostrar el nivel de vida de las personas, ya que toma en consideración el impacto que tiene la variación de precios de los bienes y servicios en el poder adquisitivo de compra.
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Según el índice de salarios reales del Banco Central, en mayo se cumplieron 16 meses en los que los salarios reales caen, e inclusive alcanzaron su nivel más bajo desde 1991.
El Consejo Nacional de Salarios aprobó en junio un aumento para el sector privado del 1,24%, pero este incremento rige para los salarios mínimos, esto significa que si usted está por encima de este piso, su patrono no está en la obligación de efectuarle el ajuste.
Este incremento implica que, para las personas que devengan un salario mínimo se les aumenta ¢1.240 por cada ¢100.000 que ganan.
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Costa Rica además enfrenta una complicada situación con la alta tasa de desempleo del 12%, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Esto causa que en el mercado exista bastante mano de obra disponible, más barata, y principalmente para los trabajos no especializados, y así exista un freno para aumentar los salarios, al tiempo que dispara la informalidad.
¿Cómo se calculan los incrementos salariales?
La actual metodología para el ajuste de los salarios mínimos del sector privado considera el costo de vida y el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) real per cápita.
El componente asociado con el costo de vida incluye dos subcomponentes:
- Un ajuste por inflación esperada para el año en que regirá el nuevo salario mínimo. Se utiliza la meta de inflación del Banco Central.
- Un ajuste compensatorio por la diferencia entre la inflación real y la meta de inflación del Banco Central.
Además el Consejo Nacional de Salarios podrá convocar a una revisión de los salarios mínimos en el mes de junio si la tasa de inflación acumulada al mes de mayo es igual o superior a la meta anual de inflación establecida por el Banco Central para ese año y utilizada para el ajuste salarial del año en curso. Esto fue lo que sucedió con el último ajuste.
Desde esta entidad consideran que los salarios mínimos sí responden a la inflación gracias a la nueva metodología que utilizan.
Sin embargo quienes están por encima del salario mínimo no puede exigir que se les aumente, a menos que el patrono tenga la costumbre de incrementar los sueldos cada vez que se aplica el ajuste para el sector privado.
“Conforme la metodología lo salarios mínimos conservan su poder adquisitivo. Es buena y noble, que hay que ajustarla conforme avance el mercado, sí claro, hay que ajustarla, es suceptible a mejoras, pero es un instrumento adecuado que no genera presión a los sectores”.
— Isela Hernández, Secretaria Técnica del Consejo Nacional de Salarios
La inflación para el mes de mayo fue de 8,71% , es decir, hay una brecha considerable entre el aumento aprobado frente al alza de los precios, pero sucedió así porque en enero se hizo un ajuste salarial del 2,09%%, ahora en junio se tomó el 1,24% y para enero del 2023 proyectan que se haga el otro aumento que equipare con la inflación.
Condiciones adversas
Desde el sector patronal, ven difícil incrementar los sueldos en este momento debido a que las industrias que están más ligadas con el salario mínimo, como por ejemplo comercio, turismo y agro, todavía están golpeados por la pandemia.
También porque las presiones inflacionarias sobre los combustibles y materias primas les están encareciendo su ciclo productivo.
“La mayor causa de la inflación alta es externa, si metíamos a nivel interno otra causa para que aumenten los precios, sería más bien que en lugar de parar la bola de nieve, sería empujarla (...) Coincidimos que sí debíamos hacer un ajuste para compensar a los trabajadores, pero tampoco tan alto para seguir empujando esa bola de nieve que es la inflación”, explicó Frank Cerdas, directivo del Consejo Nacional de Salarios.
Por el lado de Consumidores de Costa Rica, su presidente Erick Ulate, afirmó que más allá de aumentar los salarios en este momento, la estrategia debería ser proteger el ingreso de las personas.
“Los costarricenses estamos gastando mucho en burocracia, pagos de impuestos que solo favorecen a ciertos grupos”, señaló Ulate.
Los funcionarios públicos tienen su salario congelado desde el 2017, pero quienes se salieron de esta norma fueron los nuevos ministros y viceministros.
El presidente Rodrigo Chaves decidió duplicar el salario de estos jerarcas de tal forma que el sueldo base de los ministros pasó de ¢1,35 millones a ¢2,68 millones mensuales y el de los viceministros, de ¢1,3 millones a ¢2,57 millones.
Las remuneraciones base de los ministros habían estado congeladas en ¢1.357.000 desde la administración de Laura Chinchilla (2010-2014). En tanto, la remuneración base de los viceministros se había mantenido en ¢1.302.650.
Según detalla el decreto, el aumento será financiado por los presupuestos de cada ministerio. A los salarios base se les debe sumar los pluses salariales que tenga cada jerarca, como anualidades y dedicación exclusiva.
Hacerle frente a la inflación
Como parte de las acciones del Gobierno el martes 5 de julio entró a regir la ley que congela por seis meses los incrementos por inflación en el impuesto a las gasolinas y el diésel, con el propósito de amortiguar la subida en el precio internacional de los combustibles.
Esa medida, acordada por los partidos políticos de oposición junto con el Gobierno, evitaría que el tributo crezca hasta en ¢12 por litro para los conductores en el segundo semestre del año.
El proyecto para congelar el impuesto único a los combustibles fue aprobado de forma unánime, el martes 28 de junio, con los votos de 52 diputados.
Los empleadores están a la espera del comportamiento del tipo de cambio, el avance del conflicto entre Rusia y Ucrania, los precios de los combustibles y la presiones inflacionarias para determinar cómo pueden responder a los ajustes salariales.