Después de siete meses desde que se detectó el primer caso de COVID-19 en Costa Rica, la economía muestra leves indicios de recuperación, según se desprende de los resultados del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), con corte a setiembre, publicados este 12 de noviembre.
Sectores con un fuerte componente de consumo interno como la construcción y el comercio se mantienen entre los más golpeados; el primero de ellos, incluso, arrastra caídas desde antes del inicio de la pandemia.
En general, la contracción económica se mantiene: para el noveno mes del año la producción decreció a una tasa interanual de 7,1% y la variación acumulada en los últimos doce meses es de -3,3%.
No obstante, cuando el Banco Central calcula la variación trimestral de la serie, ajustada por estacionalidad, y anualizada, registra un crecimiento de 4,6%.
“Esto indica que la economía está en proceso de recuperación, como consecuencia del proceso de reapertura y levantamiento gradual de restricciones sanitarias", destacó el emisor, en el documento donde se analizan los resultados.
Añade también que pese al repunte, este es insuficiente para recuperar plenamente la pérdida en la producción del trimestre previo, por lo que el nivel de actividad es aún inferior al del último trimestre del 2019.
El IMAE es un indicador que aproxima la evolución de la actividad económica en el corto plazo y refleja el volumen de la producción de bienes y servicios.
Principales afectados
Entre los principales componentes afectados se encuentra la la actividad comercial que disminuyó 14,3% en términos interanuales, debido a la menor comercialización de materiales de construcción, automóviles y textiles.
No obstante, en comercio se mantiene positiva la demanda de bienes de consumo masivo, tales como alimentos y productos farmacéuticos, destacó el Central.
Adicionalmente, el sector de construcción muestra, una vez más, un deterioro en su desempeño pues se contrajo en 13,5% en setiembre. Este decrecimiento responde a la menor edificación con destino privado (12,2%), así como por la caída en las obras con destino público (16,2%), destaca el emisor.
De acuerdo con una información publicada por EF, en la parte privada, la edificación de oficinas y viviendas son las áreas que sufrieron más por la contracción económica, con caídas interanuales en la cantidad de metros cuadrados (m²) tramitados en el Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA), de 52% y 32%, respectivamente, en agosto.
Seguido a las dos anteriores segmentos de construcción está el comercio, que percibió una disminución del 28% en ese mismo periodo.
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Otra actividad con una caída notable es la de los servicios, que disminuyó 9% en la comparación de setiembre 2020 respecto a un año atrás. Aquí influyó la menor demanda de los servicios provistos por los hoteles y restaurantes, la reducción del transporte, y de educación y salud privados.
Un caso atípico
Pese a que en la coyuntura actual es difìcil hallar ganadores absolutos, dentro del componente de servicios aparecen las comunicaciones y tecnologías con un crecimiento interanual de 1,7%, debido a la mayor demanda interna de telefonía celular e Internet.
El desarrollo de estas tecnologías de información es un fenómeno global, lo cual se tradujo en un incremento en las exportaciones de estos servicios, aún cuando la mayor parte de las actividades económicas del país se están contrayendo, destacó el Banco Central.
El aumento de la compra de bienes mediante plataformas digitales, que incluyen un servicio de entrega en el hogar y el incremento en el uso de medios de pago electrónicos, como por ejemplo Sinpe Móvil, además son evidencia de los cambios en los patrones de consumo de la población, que favorecen el uso de las plataformas digitales.